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El 85 por ciento de los israelíes confían en las Fuerzas Armadas, pero la cifra disminuye a un 34 por ciento cuando se les pregunta por su confianza en los partidos políticos, según revela el Índice de Democracia de Israel 2012, publicado este jueves.

Las Fuerzas Armadas son la institución en la que más confían los ciudadanos, aunque el presidente, Simon Peres, también obtiene un alto porcentaje (78) en el estudio, basado en encuestas realizadas a 1.025 personas mayores de 18 años.

En tercer lugar se sitúa el Tribunal Supremo (73 por ciento), mientras que el Gobierno alcanza un 57 por ciento; el primer ministro, Benjamin Netanyahu, un 56 por ciento; y el Parlamento, un 53 por ciento.

Solo el 46 por ciento de los israelíes confían en los medios de comunicación, pero las instituciones peor valoradas son los partidos políticos (34 por ciento). De hecho, solo el 37 por ciento sienten que sus opiniones están representadas por algún partido.

Por otro lado, el sondeo indica que la gran mayoría de los israelíes (75 por ciento) ve el futuro de su país con optimismo y que solo el 22 por ciento tiene una actitud pesimista al respecto.

Además, muestra que el 42 por ciento prefieren que Israel sea definido como un Estado “judío y democrático”. Una tercera parte considera más relevante el adjetivo “judío” y un 22 por ciento concede una mayor importancia a que el Estado sea descrito como “democrático”.

El estudio también señala que tres cuartas partes de los árabes entrevistados creen que su comunidad sufre discriminación en Israel. Entre los judíos, casi seis de cada diez opinan que eso no es cierto.

En la lista de aquello que genera más tensión en la sociedad israelí, el primer lugar lo ocupan los roces entre árabes y judíos, seguidos de las disputas entre religiosos y no religiosos, entre ricos y pobres, entre la izquierda y la derecha y entre judíos sefardíes y judíos asquenazíes.

Una cuestión en la que están de acuerdo árabes y judíos es en que no tienen capacidad de influir en las políticas del Gobierno, una opinión que mantienen el 62 por ciento de los judíos y el 69 por ciento de los árabes. En general, el 59 por ciento de los israelíes no están satisfechos con la labor del Gobierno.