EXCELSIOR

Varias capitales europeas como Lisboa, Madrid, Varsovia, Berlín y París fueron ayer puntos de manifestaciones de protesta contra las medidas de austeridad y la crisis.

Pero fue en la capital española donde más de 20 mil personas, según la oposición, se dirigieron al Parlamento por tercera vez esta semana con el propósito de expresar su ira contra los aumentos de impuestos, recortes al gasto público y la tasa de desempleo más elevada entre las 17 naciones de la zona euro.

Varios quejosos resultaron heridos tras las detenciones realizadas, señaló la oposición.

La multitud española soltó silbidos cerca del Parlamento y exigió el despido de los funcionarios del gobierno de Mariano Rajoy.

El gobierno presentó el viernes un proyecto de presupuesto para 2013 que reducirá el gasto total en 40 mil millones de euros (51 mil 700 millones de dólares), congelará los salarios de los trabajadores públicos, recortará el pago de prestaciones por desempleo e incluso reducirá el gasto de la familia real el próximo año en cuatro por ciento.

En Bruselas, unos 150 indignados, según datos de la policía belga, se concentraron en el centro de la ciudad para protestar contra la gestión de la crisis por parte de los líderes europeos y para apoyar las movilizaciones que han tenido lugar en España y otros países europeos.

La concentración se desarrolló sin incidentes frente al céntrico edificio de la Bolsa de la capital belga, y fue convocada por el grupo 15M Bruselas.

Los manifestantes, en su mayoría españoles residentes en Bélgica, también quisieron mostrar su solidaridad con las concentraciones que tuvieron lugar en Madrid el pasado día 25, y expresar su rechazo a la “desproporcionada reacción policial”, añadió un líder sindical.

En Lisboa, la convocatoria a una manifestación por la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP) obtuvo una respuesta multitudinaria.

Armenio Carlos, secretario general de la central sindical lusa, la mayor del país con unos 700 mil afiliados, arengó a los manifestantes que llenaban la céntrica plaza del Comercio de Lisboa y exigió al Ejecutivo que escuche al pueblo cuando pide su dimisión y el fin de la política de austeridad.

En Varsovia, miles de personas, 50 mil según lo organizadores, se manifestaron para protestar contra las reformas económicas emprendidas por el gobierno, entre ellas la de elevar la edad de jubilación hasta los 67 años, y frente a las “políticas contra los católicos”, que dicen sentirse discriminados.

La protesta, bajo el lema “Despierta, Polonia”, fue convocada por el sindicato Solidaridad y por el principal partido de la oposición, Ley y Justicia, la formación nacionalista-conservadora liderada por Jaroslaw Kaczynski, y se desarrolló sin incidentes significativos, entre gritos, himnos religiosos y canciones patrióticas.

En Alemania miles de personas salieron a la calle en 40 ciudades para protestar por la creciente brecha social y reclamar una redistribución de la riqueza.

Las marchas, convocadas por el sindicato del sector servicios Ver.di y el movimiento antiglobalización Attac, discurrieron pacíficamente y llegaron a concentrar, según datos de los organizadores, hasta siete mil manifestantes en Hamburgo.

En Berlín, los organizadores cifraron el número de asistentes en cinco mil, aproximadamente los mismos que en Fráncfort, mientras que en Bochum marcharon unas cuatro mil personas.

En tanto, la oposición georgiana congregó ayer a más de 100 mil personas en un mitin electoral en el centro de Tiflis de cara a las elecciones parlamentarias del lunes en este país del Cáucaso.

“Nunca había visto una manifestación tan numerosa en los 20 años de independencia”, señaló un manifestante en la avenida Rustaveli.

Los inconformes, que reprochan al mandatario la situación financiera en la que “los ha colocado” iban vestidos en su mayoría con camisetas azules con el número 41, que representa la casilla del líder opositor, Bidzin Ivanishvili, en la papeleta electoral.

Los quejosos de París no se quedaron atrás, pues el grupo francés de ultraderecha Juventud Nacionalista marchó en contra de las “zonas sin derecho” y el “racismo contra los blancos”, ante la catedral de Notre Dame y 57 personas fueron detenidas.

En Irlanda del Norte unas 30 mil personas participaron en Belfast en un acto conmemorativo de uno de los episodios históricos de la lucha de los protestantes para permanecer bajo el control británico, en medio de la estricta vigilancia de la policía.

No a la división: Rajoy

Luego de una semana en la que el jefe del Ejecutivo regional de Cataluña, Artur Mas, abrió el camino a la autodeterminación, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, cargó ayer contra los nacionalismos y contra quienes quieren “romper” España y la Constitución española.

Los que “están empeñados en romper” España “van contra el sino de los tiempos” e impiden avanzar en la lucha contra la crisis económica, manifestó Rajoy en la ciudad vasca de Vitoria, en un acto preelectoral de su Partido Popular (PP).

“Lo peor que puede hacerse frente a la crisis es romper la estabilidad política”, aseguró, sin citar por nombre a Mas. “La inestabilidad es enemiga de la economía.”

“Les vamos a decir (a los nacionalistas) que provocar división y enfrentamiento es lo peor que se puede hacer en una situación de crisis”, añadió. En tiempos de crisis hay que “sumar”.

Esta semana, el jefe del gobierno regional catalán anunció la convocatoria anticipada de comicios, que se celebrarán el próximo 25 de noviembre, y aseguró que en la legislatura que comenzará impulsará un referéndum de autodeterminación, cuente éste o no con permiso del Estado español.

Miliband se abstiene de promesas

En vísperas de que empiece el Congreso Anual de la Formación, el líder del Partido Laborista británico, Ed Miliband, admitió que “no puede prometer” que revertirá los duros recortes presupuestarios impuestos por el gobierno de David Cameron en Reino Unido.

Miliband dijo a decenas de simpatizantes que no se comprometería a hacer cosas para las que no sabía si “había dinero”, si bien subrayó que su prioridad, en caso de recuperar el poder en 2015, sería “combatir el desempleo juvenil”.

El líder laborista señaló además que antepondría “la creación de empleo a los aumentos de sueldo” en el sector público, donde los salarios se han congelado tras varias tandas de despidos.

Miliband advirtió a la audiencia de votantes potenciales que no tenía “una varita mágica”, pero aseguró que su partido “puede cambiar las cosas para mejor” en el actual contexto de crisis.

Los laboristas asisten hoy al inicio de su congreso anual, que se celebrará hasta el jueves en la ciudad de Manchester.

Está previsto que el líder pronuncie su discurso el martes, mientras que mañana lo hará el portavoz de Economía, Ed Balls.