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16 de diciembre 2012.-El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Ali Akbar Salehi, afirmó que el Gobierno de Teherán no permitirá que tenga éxito “el guión de Occidente para Siria” y que impedirá que sea derrocado el Gobierno de Damasco.

Salehi condenó el apoyo de algunos países occidentales y otros de la zona a los rebeldes sirios y señaló que las acciones de “los países imperialistas y sus aliados regionales” en Siria son “una flagrante violación de los valores celestiales y terrenales”, informó hoy la televisión oficial iraní en español, HispanTV.

El responsable de la diplomacia de Irán, principal aliado en Oriente Medio del Gobierno de Damasco del presidente Bachar al Asad, insistió, según la fuente, en “la necesidad del cese de la matanza de civiles indefensos a manos de grupos terroristas armados (como el régimen de Teherán denomina a los rebeldes)” en Siria.

Según él, Teherán trata de encontrar una solución pacífica al conflicto sirio con el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, y los gobiernos de Arabia Saudí y Egipto.

“El pueblo sirio tiene el derecho legítimo de elegir, a través de elecciones libres sin interferencias exteriores, a su presidente y el sistema político que desee”, agregó Salehi, cuyo Gobierno defiende que el proceso de transición lo debe encabezar Al Asad.

Por contra, criticó las resoluciones internacionales contra el régimen de Damasco y las calificó de presiones al Gobierno de Al Asad para que cambie sus postura hostil respecto a Estados Unidos e Israel, los principales enemigos de Siria e Irán.

Salehi insistió en el apoyo de Irán a un “diálogo nacional entre los representantes del Gobierno de Damasco y la oposición” para la reconciliación nacional en el país árabe.

Irán promovió en agosto pasado una reunión de países favorables al régimen Siria junto con organizaciones internacionales y también, en noviembre, un encuentro entre el Gobierno de Damasco y grupos opositores, tribales y religiosos no armados de ese país para facilitar lo que denomina un “diálogo nacional” de paz.