ENLACE JUDÍO

Quienes viajan en avión tienen los más altos índices de infección: el riesgo de resfriarse tras un vuelo es de hasta 20% Y claro, durante las fiestas decembrinas, la cosa empeora porque es una época particularmente infecciosa.

Aunque generalmente se culpa al aire que recircula a través de la cabina, se ha demostrado que la eficiencia de los filtros para atrapar partículas es excelente (atrapan hasta un 99.97% de las bacterias y virus voladores). El problema viene cuando la circulación de aire se apaga, lo que comúnmente sucede cuando los pasajeros suben o esperan para descender de la aeronave. Por eso, en Estados Unidos existe una reglamentación que determina que un avión no puede estar detenido por más de 30 minutos sin aire circulando en sus cabinas.

Hay ciertos factores que incrementan los riesgos de enfermarse. Por ejemplo, estando a 30,000 pies de altura, el aire se vuelve extremadamente seco y, cuando eso sucede en las mucosas del organismo, éstas pierden efectividad para bloquear una infección. Asimismo, los virus y bacterias pueden sobrevivir durante horas sobre una superficie. Por eso, aquí te damos algunas medidas para que no te pases las vacaciones acompañado de antigripales y cajas de kleenex:

•Hidrátate. Toma agua y mantén las fosas nasales humectadas (un spray salino puede reducir los riesgos de infección).

•Lávate las manos frecuentemente con un gel con base en alcohol.

•Podemos infectarnos constantemente tocando boca, nariz y ojos después de haber estado en contacto con un objeto contaminado.

•Carga con toallas desinfectantes. Para limpiar la mesa frente a un asiento antes de usarla.

•Intenta no usar los compartimentos detrás de los asientos.

•Abre tu salida de aire acondicionado. Eso puede ayudar a alejar agentes contagiosos de ti.

•Intenta cambiarte de asiento en caso de estar cerca de alguien que tose o estornuda.

•Trata de evitar almohadas o mantas (en caso de que te las ofrezcan a bordo).

Ahora sí: Feliz viaje…