ANÁLISIS 24

Como si de una película del régimen soviético donde los tristemente conocidos pogroms stalinistas contra los judíos de la ex U.R.S.S. se tratase donde la ex KGB se encargaba de confeccionar las listas de judíos que luego eran fusilados debido a la intolerancia y el fanatismo de dicho régimen que al igual que el actual gobierno bolivariano entre otros, culpa de “todos los males” en la vieja táctica del “enemigo necesario” a los judíos venezolanos, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, SEBIN, no ha reparado en recurrir a viejas prácticas y tácticas que ya empleadas hace más de medio siglo culminaron con las atrocidades que tanto el Ejército Rojo como los nazis acabaron con las vidas de millones de judíos.

Nada parece haber cambiado más de setenta años después para reaparecer en la República Bolivariana de Venezuela donde como pudimos corroborar, además de ser ya conocidos los embates públicos de Hugo Chávez contra los Judíos y el Estado de Israel, en la práctica nos encontramos con archivos de seguimientos sobre la comunidad judía venezolana efectuado de forma detallada sobre sus líderes y ciudadanos comunes en general, sin motivo más allá que el hecho de ser judíos.

Como si fuera poco, además nos encontramos con que el SEBIN incluso recurrió a miembros de la comunidad árabe (Algunos provenientes de Líbano con ayuda del ex Ministro Tareck El Aissami) venezolana a los efectos de conformar una red de “Patriotas Cooperantes” (Espías y delatores) que “ayuden a los esfuerzos revolucionarios de la Contrainteligencia con el fin de detectar los enemigos” del régimen, llegando incluso a otorgárseles como premio a los jefes de estas redes operativas a lo largo de la nación, grados de oficiales honoríficos del SEBIN como premio a la labor cumplida.

Es de extrema gravedad para un gobierno que se dice democrático que emplee y promulgue estas prácticas que solo acaban fomentando el odio, la persecución y el racismo en pleno siglo XXI y cuyas consecuencias son consabidas.