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Las prescripciones de la tradición judía describen hasta el más mínimo detalle qué deben comer, cómo deben lavarse o vestirse los creyentes e incluso cómo llorar a sus muertos. Son reglas que vienen de la Antigüedad que se establecieron con dos objetivos primordiales: aspirar a la pureza o santidad y regular la sociedad de entonces, indicaba el profesor del Centro de Ciencias Humanas y Sociales, Javier Castaño, en unas recientes jornadas sobre las tradiciones y ritos judíos y musulmanes.Muchas normas han caído en desuso, pero ofrecen una ventana única a la cultura y tradición judía. El judaísmo normativo es el ortodoxo, así que ellos son los más estrictos al aplicar estas reglas, aunque en las fiestas judías están más generalizados los ritos:

La carne es muerte, la leche es vida

De 613 preceptos judíos, 29 son leyes dietéticas. Al entender –como en otras religiones- que Dios es el único con el derecho a dar y quitar la vida, el judaísmo establece un proceso de “santificación” para sacrificar a los animales. Es la shejitá.En ella resulta esencial extraer toda la sangre del animal, pues la sangre es vida y donde está el espíritu, según el Levítico (Antiguo Testamento). Por ello, los judíos teóricamente no deben comer morcilla. Los crustáceos o el marisco son otros alimentos prohibidos, en este caso por la Torá, otro de los libros sagrados del judaísmo. Pero “los judíos reformistas comen de todo”, aclara Castaño.Los alimentos están cargados de un simbolismo que entiende la carne como muerte y la leche como vida. Por lo tanto no se pueden comer conjuntamente e incluso se debe respetar un mínimo de tres horas hasta comer el otro alimento, dependiendo de la comunidad judía, explicaba Castaño. Si es el producto lácteo lo que se consume primero, el tiempo de espera puede ser inferior, debido a su digestión a menudo más ligera. Hay judíos que tienen una vajilla para el uso exclusivo de productos lácteos y otras para los cárnicos.Aunque es de obligado cumplimiento, esta costumbre se acentúa durante el Pesaj o Pascua judía. El equivalente a la carne kosher (apta o pura) existe en el islam con sus propias normas y es la carne halal.El pan no se puede comer de cualquier manera. Los judíos deben quitar una pequeña proporción de masa del pan y quemarla en honor de los sacrificios que se hacían en Jerusalén. Es la jalá. El pan y el vino tienen un estatus especial, por su papel en la liturgia judía y por ello se santifica en shabat (sábado y día sagrado judío). Antiguamente solo bebían el vino producido por judíos.

Zara tuvo que retirar vestidos del mercado israelí por olvidar una norma judía

La modestia es un principio que rige las normas de los ritos judíos, explicaba la profesora Katja Smid en las mismas jornadas impartidas en el Centro Sefarad Israel y Casa Árabe en Madrid. Por ello, los hombres más tradicionales suelen vestir con pantalones negros y camisa blanca. Las mujeres evitan colores llamativos y los sustituyen por neutros. Van muy tapadas, con faldas muy largas para evitar que se vea alguna parte del cuerpo.“La ley bíblica ordena no mezclar lino y lana en una prenda. Zara tuvo que retirar unos años atrás vestidos así de Israel”, indicaba Smid. La marca textil había mezclado algodón y lino en la composición textil de un traje para hombre, que para los ultraortodoxos resultó una ofensa, explicaba en mayo de 2007 el diario Faro de Vigo.El icónico sombrerillo llamado “kipá” que numerosos hombres judíos se ponen habitualmente sobre la cabeza a la altura de la coronilla no obedece a una norma. Sí existe una escritura que indica la necesidad de ir cubiertos a la sinagoga.El Antiguo Testamento, uno de los textos sagrados del judaísmo, establece que una mujer no puede ir vestida como un hombre y viceversa. La norma establece que ella debe tener pelo largo y –en el caso de los más ortodoxos- no llevar pantalones.Por supuesto, existen hoy en día –por ejemplo- mujeres judías con pelo corto como cualquier mujer occidental, que llevan su fe o costumbres de otra forma, al igual que entre musulmanes o cristianos hay practicantes más tradicionales y otros que lo son menos.

Los más devotos buscan hasta el último “trocito” de quienes mueren en un atentado

“Los ultraortodoxos recogen, por ejemplo, trocitos de gente que ha quedado desmembrada tras atentados en Israel para [poder] enterrar a los muertos en su totalidad”, según Castaño. Pero igual que para ellos la muerte tiene mucha importancia, para otros, es algo marginal.El judaísmo no permite la incineración ni sepultar en altura. Así que nada de nichos. El cuerpo tiene que estar en contacto con tierra virgen.La tradición judía incluso establece plazos específicos para llevar a cabo el duelo. Por ejemplo, durante los primeros 30 días posteriores a la muerte de un judío, los familiares directos deben quedarse en casa. Además, hasta después de doce meses no deberían escuchar música. (Continúa).