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26 de febrero 2013.-A pesar del desencuentro entre Turquía e Israel, ambos países parecen estar dando pequeños pasos para un acercamiento. Los dos estados más poderosos del Mediterráneo Oriental se hallan enfrentados desde 2010 a raíz del incidente del ‘Mavi Marmara’, el barco principal de la flotilla de Gaza cuyo asalto a manos de comandos de la marina israelí se saldó con nueve turcos muertos.
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Pero esta situación podría estar empezando a cambiar. El Ministerio de Defensa de Israel levantó la semana pasada el veto al suministro de un importante sistema de radar a la Fuerza Aérea de Turquía por parte de la compañía israelí Elta, en vigor desde 2011. El sistema es parte del programa “Águila de Paz” de cooperación militar entre EE.UU. y Turquía, presupuestado en 1.600 millones de dólares, y estaba acordado que determinados componentes electrónicos para varias aeronaves AWACS de detección y alerta temprana fuesen suministrados por esta empresa de seguridad israelí.
No obstante, el deterioro en las relaciones turco-israelíes y la política exterior turca (percibida, en aquel momento, como peligrosamente proiraní por el gobierno de Israel) llevó a las fuerzas armadas de aquel país a establecer un bloqueo sobre estos suministros. Un veto, no obstante, que acaba de ser levantado.
Pérdidas millonarias
«Los israelíes querían castigar a Turquía con el bloqueo, pero finalmente han llegado a la conclusión de que esto dañaba sus propios intereses. Lo que estaba en juego era la reputación de los fabricantes de armas israelíes», ha declarado un funcionario de defensa turco al diario «Hürriyet Daily News». De acuerdo con ese periódico, el veto le ha costado a la compañía Elta una pérdida de ingresos de 55 millones de dólares. A otra empresa, Elbit, que había firmado un contrato para suministrar un sistema de fotografía aérea a larga distancia, le ha supuesto pérdidas de 90 millones de dólares.
¿Se trata de puro interés comercial, o realmente se está produciendo un deshielo entre ambos países? Lo cierto es que los dos estados, tradicionalmente buenos aliados, son conscientes de la importancia de esta relación. Por ello, en estos últimos años diplomáticos turcos e israelíes se han reunido en secreto en cinco ocasiones para tratar de establecer canales de diálogo, tal y como confirmó recientemente a ABC un alto funcionario turco.
El último de estos encuentros tuvo lugar en Roma hace tres semanas, sin que se produjesen avances significativos. De acuerdo con la información que se ha filtrado, el asesor de seguridad nacional Yaakov Amidror y el antiguo director general del Ministerio de Asuntos Exteriores, Joseph Ciechanover, se reunieron en la capital italiana con el homólogo turco de este último, Feridun Sinirlioglu, y su equipo.
Posturas inflexibles
Pero de cara a la galería, el gobierno turco se mantiene inflexible, y sus diplomáticos reiteran una y otra vez que para que la situación se resuelva es necesario que se produzca una disculpa formal por parte de Israel.
Aparentemente, el lado israelí tampoco ha dado su brazo a torcer. De acuerdo con el diario israelí «Haaretz», el ex ministro de defensa Ehud Barak se habría ofrecido recientemente a asumir personalmente la responsabilidad de una disculpa, dado que abandona la política en cualquier caso. De acuerdo con este periódico israelí, que cita fuentes anónimas del Ministerio de Asuntos Exteriores, la idea habría sido rechazada frontalmente por el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Parece que los dos países se encuentran bajo una intensa presión estadounidense para mejorar sus relaciones de cara a la próxima visita del presidente Barack Obama a Israel, prevista para el próximo mes. «Seguiremos hablando, pero las condiciones no están sujetas a negociación», asegura el funcionario turco consultado por ABC. «Pero creo que es bastante normal que hablemos», afirma.
