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28 de marz0 2013- Aunque cueste creerlo aún viven judíos en la conflictiva Siria. Cada día la guerra civil en ese país causa más víctimas, pero los pocos judíos que aún quedan en Damasco intentan mantener sus vidas, tradiciones y costumbres, aun corriendo riesgo sus vidas. Pero nada más fuerte hay para un judío que preservar y conservar sus tradiciones y preceptos religiosos.

Es por esto que dos semanas atrás, con un esfuerzo casi militar y con ayuda de información de inteligencia, fueron transferidos para los judíos que viven en la capital de Siria una gran cantidad de Matzot para Pésaj.

Alrededor de 120 kilogramos de matzá, vino, harina de matzá y una variedad de artículos llegaron a Siria por medio de la frontera con Turquía para una decena de judíos que viven en Damasco, quienes a pesar de las dificultades en ese país se arreglan para cumplir y preservar la tradición judía.

El Rabino Abraham Jaim, quien vive en la capital de Turquía, Estambul, y dirige el proyecto para transferir los equipos a Siria explicó que el costo económico de la operación se estima en miles de dólares. “Hay técnicas especiales para la transferencia de equipos”, dijo. “Lo hacemos a través de la frontera y con determinados vehículos”, agregó.

En los últimos días el Rabino Jaim recibió un mensaje que le informaba que los miembros de la comunidad judía recibieron los equipos para la fiesta de Pésaj. “Se emocionaron mucho por esto, especialmente a luz de los acontecimientos en el país”, dijo el Rabino que además contó sobre el largo viaje que atravesaron las matzot para llegar a su destino. “El conductor contó que pasó por bombas y puestos de control militar”, contó. Para completar la transferencia tuvieron que eliminar todos los símbolos judíos o israelíes del equipo.