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SAMUEL SCHMIDT PARA ENLACE JUDÍO
Hace poco me crucé con las pretensiones electorales de un joven panista, él es arrogante, soberbio y adepto a los placer mundanos, atributos que no son exclusivos de la gente de su partido aunque si de los políticos de nuestra era. Esto posiblemente le cueste en las urnas, o si acaso es electo, a la sociedad cuando descubra que bajo la promesa ligera se esconde una búsqueda hedonista que no lleva lejos.
Nuestro joven reclamaba contra los intereses del partido que no le permitían ser candidato, mientras detrás de él se movían intereses notorios por su corrupción cuando estuvieron en el gobierno. O sea que hay que ver la paja en el ojo ajeno.

Cuando le pregunte sobre su postura frente a la corrupción, sostuvo que había que mejorar los marcos legales -o algo así-, o sea que el problema no es político o de valores, como a los panistas les gusta predicar, es de un marco regulatorio incompleto que nunca se completará porque los políticos siempre van un paso adelante.

En Chihuahua conocimos el apetito voraz de la familia Barrio, en Querétaro y otras latitudes el de Diego Fernández, en Guanajuato el de Fox-Sahagún que luego se disparó, en el DF el del círculo cercano a Calderón, y así podemos hacer el recuento de daños en todos lados donde han tenido el poder, me resisto a escribir que han gobernado.

Cuando les señalas esta desviación fundamental se defienden diciendo que los demás son así y tienen razón, solamente que ellos nos prometieron ser diferentes, tal vez no entendimos que un apetito de dinero exacerbado era lo que los hacía diferentes.

El nuevo escándalo que ha permitido que salga a la luz el concepto que tienen sobre el gobierno, el servicio público, el presupuesto y las leyes, fue la remoción autoritaria de Cordero del liderazgo de la fracción panista en el senado. Nos enteramos de contrataciones ilegales porque la ley prohíbe el nepotismo, y salarios inconmensurables a sus habilidades. Si es cierto que el gobierno debe pagar sueldos elevados ara competir contra el sector privado, veamos cuántos de estos personajes pueden conseguir empleos fuera del gobierno por 140,000 mensuales.

El poder y sus recursos parece estar destinados por motivaciones facciosas, por desgracia esta es una inclinación compartida cada día por más políticos, no diré que sin distingos ideológicos porque hace tiempo acribillaron a la ideología. Hoy izquierda y derecha se abrazan en la búsqueda por el poder y las prerrogativas pecuniarias que conlleva.

Estaría tentado a decir que esta era una característica del viejo PRI y posiblemente sea cierto, pero con el paso del tiempo se ha generalizado y agravado y no parece quedar nadie que pueda aventar la primera piedra.

¿Estos conflictos en el PAN demuestran su descomposición? Tal vez no, posiblemente muestran el material del que están hechos estos políticos. Sin ensalzar a sus viejos hombres de doctrina que estaban estrechamente ligados al poder, no se puede negar la gran distancia intelectual de los actuales con ellos, aunado al hecho de que posiblemente los jóvenes no los han leído. En lugar de ofrecernos ideas nos ofrecen a sus personas, el joven mencionado se regodea mostrando en su página de Facebook los restaurantes de lujo a los que va al parecer pagados por alguna institución, nunca ha mencionado haber leído un libro, asistido a una obra de teatro o a un concierto. Vacuidad pura y dura y con ella quieren gobernar. El shock del desconocimiento de los tres libros de Peña Nieto no es caso único.

Esta reflexión viene al caso porque tenemos elecciones en 14 estados con la posibilidad muy elevada de tener candidatos mediocres. Esto nos hunde en una expectativa pesimista porque no se ve posible que la política sirva al propósito de hacernos felices y mucho menos de una administración razonable de los negocios o asuntos públicos.
Apenas el país empieza a recuperarse de la infección panista, aunque no con el mejor remedio posible y corremos el riesgo de sufrir una nueva andanada. Pienso que ya que se abrió la nómina panista y perredista en el senado toca el turno de la priista, cuyo criterio de manejo seguramente no es muy distinto de los otros.

El PRI ganó la presidencia con minoría de votos y compra de algunos de ellos. Hoy pueden perder posiciones políticas importantes a favor de algunos que no son distintos. Seguimos cambiando de partidos para mantener al sistema.

El PAN fue visto por muchos esperanzados como la opción para terminar los vicios priistas y en cambio inició vicios distintos, el efecto de esa infección tardará mucho en desaparecer. Si la esperanza eran los jóvenes, a juzgar por algunos que se muestran en público vamos en franco retroceso. Pobre México tan cerca de los políticos, tan lejos de la buena política.