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LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO

El antisemitismo no tiene fin

Continúo con el tema del antisemitismo en México, que como señalé en la Crónica pasada, fue tema de interés en el desayuno mensual de junio de los miembros de la Asociación de Periodistas y Escritores Israelitas de México (APEIM), mi punto de vista es que el antisemitismo que en el presente se manifiesta en México; es fruto de diferentes campañas sistematizadas, quizá no articuladas entre sí, a las que se suman actitudes antisemitas aisladas de individuos que vienen arrastrando prejuicios religiosos, principalmente, y que ante un hecho o situaciones específicas afloran de manera incontrolada.

En este contexto, sobresale un reciente evento convocado por connotadas personalidades antijudías y filo nazis en el que se retomaron viejos conceptos antisemitas de intelectuales del siglo XIX y XX en los que se resalta la existencia de “una conspiración judía para controlar el mundo, con el liderazgo de los principales bancos internacionales propiedad de judíos”. Las peroratas que se manejaron se adosaron con nuevos elementos vinculados a la negación del Holocausto; también salieron a colación resentimientos contra el gobierno por la crisis del país, incluso, al inicio de la primera exposición, se convocó a la ayuda de la Virgen de Guadalupe para que México se salve de sus problemas económicos. Considero que las ideas vertidas representan “el apoyo de la mezquindad” del intelecto de una caterva de pensadores que incendian el ambiente del país con pensamientos desarticulados “Ad nausea”. La abundante información que presentaron sólo ayudó a manipular y a desinformar a la audiencia.

Resulta interesante hacer notar, que una joven mujer entre el público, seguramente una “palera” de los organizadores de la Conferencia, pidió la palabra para contar su experiencia como trabajadora en una fábrica de ropa de judíos, en donde las condiciones laborales y el trato de los dueños al personal “era similar al que prevaleció en los campos de concentración edificados por los nazis en Europa durante la Segunda Guerra Mundial”. En este sentido, es evidente que existe explotación laboral no sólo en establecimientos propiedad de judíos; no obstante, dudo que pueda asemejarse a lo que se vivió en los campos nazis. Se necesita tener una imaginación sicótica para hacer este tipo de comparaciones.

A mí me constan hechos de explotación laboral en pequeños talleres de ropa cuando yo tuve una fábrica de trajes de hombre en los sesentas, de la cual di cuenta en Crónicas pasadas, y daba a maquilar pantalones a establecimientos fabriles pequeños y medianos, propiedad de no judíos, que al amparo de las operaciones que les proporcioné, rápidamente aumentaron su producción y mejoraron notablemente su nivel de vida, en cierta forma a costa de sus trabajadores, una parte de los cuales eran sus familiares, a quienes pagaban bajos salarios y frecuentemente no les otorgaban prestaciones sociales. En la realidad de México existen hoy día millones de “changarros” informales como fondas, loncherías, talleres mecánicos, entre otros giros, en los que se abusa de la gente que allí trabaja, incluso, hay un gran número de hogares que emplean a familiares sin otra paga más que la comida y una habitación para dormir.

¿De dónde surge el antisemitismo que compara el entorno laboral de las fábricas de los judíos con el de los campos de concentración nazis? Seguramente de estructuras mentales enfermas; esto es justamente como un destacado miembro del APEIM apuntó en el desayuno de junio: el antisemitismo es una enfermedad. La xenofobia en México puede ser explicada por la Conquista Española y las invasiones extranjeras al país, básicamente la de EUA, que le arrebató la mitad de su territorio, y la de Francia. Sin embargo, ¿cómo explicar el antisemitismo y el supuesto poderío de los judíos en México, en donde la presencia de estos últimos se reduce a 40,000 almas? El contacto de la mayor parte de la ciudadanía con los judíos es por referencia de citas bíblicas de las iglesias que los satanizan. Su contribución al Producto Interno Bruto (PIB), no está determinada, empero, es poco significativa si se considera que éste sobrepasa un billón de dólares anuales; si bien, el antisemitismo en México no está en efervescencia, tampoco ciertos sectores de la Comunidad judía viven en una situación de paranoia antisemita como indicó uno de los asistentes al desayuno de APEIM.

A mi juicio, el aumento de las manifestaciones anti- judías en México se vincula con los siguientes aspectos:

– Bonanza económica de diversos sectores de la Comunidad judía y la creciente participación de judíos en el sector público, medios de comunicación, en la política, en la academia, en el medio artístico y profesional, principalmente.

En múltiples casos su actuación es destacada. La mayor presencia judía en el entorno económico, político y social del país, provoca recelo y envidia, en un ámbito de crisis en el que una parte importante de la población se siente frustrada y sin una perspectiva clara sobre su futuro. Paralelamente crece el mundo de judíos con carencias económicas, y de los que reciben asistencia social de las diferentes organizaciones comunitarias judías.

– Manejo político contra los judíos para desviar la atención de la población de los problemas económicos y de
inseguridad que se registran en la República.

– Resurgimiento de actitudes antisemitas de la Iglesia Católica para distraer la atención de sus feligreses, de los problemas de pederastia, y en general, sobre la crisis de fe, que vive la Iglesia en México y el mundo.

– Lobby antijudío de palestinos en el Congreso de la Unión.

– Actividad proselitista y financiamiento de grupos islámicos fundamentalistas a sectores izquierdistas y neonazis.

-Adiestramiento a células disidentes de universidades y sindicatos, entre otras.

– Actitud de exhibicionismo de la riqueza de miembros de la Comunidad.

– Segregacionismo, e incluso, conductas racistas de núcleos de judíos contra los gentiles.

– Insuficiente acción contra manifestaciones anti-judías y anti-israelíes por parte de las organizaciones comunitarias
y de la Embajada de Israel.

Sin un ánimo de delirio, preocupa el antisemitismo que se está gestando en el país; no es necesario remontarnos a la época previa a la Segunda Guerra Mundial, para entender cómo se desbordan los ánimos anti-judíos. En la Europa actual el antisemitismo en sus diferentes manifestaciones está cobrando un vigor inusitado. También preocupan los crecientes hechos antisemitas que se viven en EUA, Canadá, Australia y en el Eje del Mal de Latinoamérica.