SARAH ESTELA BABANI PARA ENLACE JUDÍO
Lenguas de Fuego (ט’ באב, תשע”ג Tisha B’Av, 2013)
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Lenguas de fuego apresaron tu casa,
Lenguas de fuego demolieron tu viña,
Y no hubo aguas que extinguiesen las llamas
Y no hubo aguas que tu sed aplacasen.
Pues las lenguas de fuego
Que de nuestra boca salieron
Arrasaron con todo
Y tu Morada por tierra echaron.
¿Hasta cuándo, pueblo mío,
Desoirás mi mandato?
Hasta cuándo darás libre paso
A palabras hirientes que a mis hijos inmolan?
Rectifica tus caminos, pueblo de Israel,
Y apaga las llamas que mi morada abrasaron,
Y cuando de tu boca salgan sólo palabras de amor
Erguirá mi morada y su luz mi mundo alumbrará.
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Tisha B’Av 2011
Tanto el anciano como el infante sufrieron escarnio,
Y las mozas esbeltas que otrora con cuello erguido anduviesen
Por tierra están, y pasear por las plazas no pueden.
¡Cómo quedaste estéril, hija de Sión!
¿Qué fue de tu mansedumbre?
¿Qué fue de las Joyas [1] con que Él te adornó?
Hoy yaces pisoteada
Y tus enemigos a costas tuyas se burlan,
Y no hay quien te levante
Y no hay quien de ti se compadezca.
¿Por qué no escuchaste su palabra?
¿Por qué no prestaste oído a su voz?
Hoy yaces inerte, y no hay quien tu voz escuche,
Hoy eres presa de escalofríos, y no hay quien te caliente.
Y oleadas de fuego tu cuerpo queman
Y no hay aguas que el fuego apaguen,
Y tus miembros despedazados desparramados están
Y crujen bajo el peso de las relucientes botas.
Hija de Sión, mis lágrimas no cesan de correr
Y mi lengua seca al paladar se pega,
Pues su ira sobre ti se abatió
Y nada quedó de tu antigua hermosura.
Ms no desesperes, hija de Sión,
Pues tu iniquidad por Él fue limpiada,
Y volverán tus viñas a brindar su fruto
Y volverán tus valles a desplegar su verdor.
Y con humildad ante Él inclinarás la cabeza,
Libre ya de joyas falsas con que tu cuerpo cubriste,
Y su mano extenderá hacia ti
Y con nueva vestimenta tu cuerpo cubrirá.
Y bajo la canopia nupcial
Nuevamente reiteraremos los votos,
Y nunca más nuestros caminos se separarán
Y a ti por siempre jamás quedaremos reunidos.
