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BERLÍN, Alemania(Agencias) Berlín es este verano sede de exposiciones y eventos culturales bajo el título de “Diversidad Destruida” que busca dar una idea de cuánto fue aniquilado entre el pueblo judío y entre quienes sostenían posiciones diferentes durante la Alemania nazi.

Uno de los eventos tiene lugar en el Memorial, que se construyó en la prisión nazi en Berlín en la calle Papestrasse, que es el único lugar histórico en la capital alemana vinculado al terror nazi en el que hay todavía huellas de los sucesos en el año 1933, cuando Adolfo Hitler tomó el poder.

Esa prisión nazi es presentada al público a través de una biografía, la del médico Fritz Fränkel, que fue prisionero en esas instalaciones. La exposición se llama “Historia y Presente: cómo una detención transformó el curso de la vida de una familia”.

Fränkel fue médico neurólogo, judío y miembro fundador del Partido Comunista, amigo del filósofo alemán Walter Benjamin.

Cayó en la mira del régimen nazi cuando Hitler tomó el poder y se desplegó un operativo para “apagar” a los críticos.

Fritz Fränkel murió en México el 21 de junio de 1944, un año antes de que terminara la Segunda Guerra Mundial. La exposición muestra asimismo fotografías de Fränkel en México.

Había sido apresado por los nazis en 1933 y estuvo en la Papestrasse. Después de una serie de sucesos logró huir a México en 1941, donde murió tres años mas tarde.

En una de las exposiciones se menciona a México como refugio de los perseguidos por ese régimen durante la Segunda Guerra Mundial.

Su hijo, André McLean, encabezó junto con las autoridades berlinesas y culturales la inauguración el 14 de marzo de 2013 de la exposición permanente sobre el destino de su padre y de su familia.

La exposición permanente fue colocada dentro de las instalaciones de esa prisión, lúgubres instalaciones que el visitante puede recorrer.

Las exposiciones y los eventos son principalmente cinco: en el Memorial Resistencia Alemana tiene lugar la muestra “¿Por qué calla el mundo?”.

Ese memorial se encuentra en donde estaba la así llamada Casa Columbia, que ya no existe, y que fue el instrumento central de la Gestapo durante los primeros años del terror desatado por el régimen nazi.

Esa exhibición gira en torno a los años de 1933 a 1936, cuando alrededor de ocho mil personas, entre ellos comunistas, socialdemócratas, sindicalistas, judíos, sacerdotes, intelectuales, gente con otras ideologías, y homosexuales estuvieron prisioneros en esas instalaciones, convertidas en un campo de concentración dentro de Berlín.

Los sobrevivientes reportaron abusos masivos y torturas perpetradas por miembros de los escuadrones paramilitares nazis SS. Muchos de ellos murieron a consecuencia de los maltratos.

La exposición da seguimiento a las causas que produjeron el arresto de esos individuos, así como los destinos que corrieron y el desenlace de sus vidas. La pregunta “¿Por qué calla el mundo?” es el título de la muestra y la formuló Berthold Jacob, periodista judío y pacifista, quien fue acosado por las autoridades nazis.

La interrogante es el título del libro que escribió sobre la prisión de la Casa Columbia. Antes había publicado una decena de libros en los que denunció el proceso de rearme en la República de Weimar así como los pasos que estaban dando los nazis para establecer una dictadura basada en el terror.

En la muestra se exhiben fotos de la vida de los prisioneros antes de caer en manos de los nazis, así como documentos y reportajes de denuncia en ese tiempo.

A las cinco exposiciones grandes se suman este verano otras 10 muestras sobre el mismo tema en recintos como el Museo de Charlottenburg, el Museo Activo sobre Fascismo y Resistencia.

También se exponen en el Museo Georg Kolbe, en la Central de Trenes de la plaza Alexanderplatz, en el Museo de la Ciudad de Berlín y en la Casa de la Conferencia de Wansee, donde se acordó el Holocausto.

Fuente: La Crónica