AMANDA MARCOTTE

frio

A las feministas se les acusa sistemáticamente de negar que existen diferencias entre hombres y mujeres, y dudar de los estereotipos que mantienen que las mujeres son inherentemente más irracionales, menos sexuales, o menos agresivas que los hombres. Esto simplemente no es verdad. Las feministas admiten que las mujeres son mucho más propensas a quedar embarazadas que los hombres. También sospecho que feministas reconocen la fuerte posibilidad de que las mujeres tiendan a tener frío más fácilmente que los hombres. Personalmente, no tengo ningún problema con el argumento de que la persona que tiene que traer un suéter a la sala de cine en pleno mes de agosto tiene exponencialmente más probabilidades de ser mujer.

No hay necesidad de simplemente confiar en tu instinto en este caso: Robert T. González, de Io9, repasó las investigaciones acerca de la creencia generalizada de que las mujeres son mucho más propensas que los hombres a querer una cobija extra en la cama, y ​​en gran medida los resultados sugieren que, en promedio, hay una verdadera diferencia en la percepción de calor entre los hombres y las mujeres. Los estudios han encontrado que, aunque el calor corporal real de las mujeres es ligeramente superior al de los hombres, las extremidades de las mujeres son mucho más frías:

Pero en 1998, investigadores de la Universidad de Utah añaden una capa de sutileza a la comprensión de la ciencia de los géneros y la temperatura corporal. Como se había encontrado en estudios anteriores, los investigadores observaron que las mujeres tienden a tener mayores temperaturas centrales altas que los hombres (97,8 ° F vs 97.4 ° F). Sus manos, sin embargo, siempre han sido más frías. Mucho más frías. Mientras que los hombres registran una temperatura promedio de la mano de 90 ° F, la temperatura media de la mano de las mujeres era 87,2 ° F.

Así que si usted ha creído durante mucho tiempo que los hombres heterosexuales son más propensos que cualquier otro grupo de exclamar: “¡D-os mío, tienes los pies fríos!” al rozar a sus parejas en la cama, tiene usted razón.

La teoría es que la composición corporal de las mujeres, que tienden a tener una proporción de grasa y músculo superior al de los hombres, explica la diferencia. Lo que significa que este problema tiene que ver con hacer bebés, y por desgracia de los machistas, no dice mucho acerca de si las mujeres son capaces de hacer matemáticas. Para algunas de nosotras que pasamos los veranos temiendo demasiado entusiasmo del aire acondicionado o considerando guantes herméticos como un accesorio imprescindible en el invierno, es bueno saber que no estamos locas. Al igual que la menstruación y la menopausia, ser friolenta todo el tiempo no es más que parte de la solución de conjunto que se obtiene cuando el cuerpo tiene un útero que cuidar.

Fuente: Slate/ Traducción: May Samra