SIMJA HOFFMAN PARA ENLACE JUDÍO
La ciudad de Karmiel, establecida en 1964, se localiza al norte de Israel, en pleno Galil, dentro del valle de Beit Ha-Kerem, al cual divide. Está ubicada a una hora de la ciudad-puerto de Haifa y a distancia aproximada entre 30 y 45 minutos de las siguientes ciudades: Akko (conocido como Acre), Naharia, Rosh Ha-Nikrá, Merón, Tzfat (Safed en la Biblia), Tiberia y del bello Kineret (Mar de Galilea).
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Un estudio del año 2007, indica que su territorio aproximado es de 24,000 dunams (24 km²), con una población superior a los 50,000 habitantes, de la cual el 40% son inmigrantes de 75 países (la mayoría de Sudamérica – en especial de Argentina – y de la antigua Unión Soviética), siendo la segunda ciudad con población judía más grande de la Galilea.
El pasado 23, 24 y 25 de Julio, todo el país bailó de nuevo en Karmiel, durante su tradicional “Festival Internacional de la Danza”, creado en 1988 y que en esta ocasión tuvo la participación de países como Ucrania, Uganda, Checoslovaquia, Hungría, Irlanda, España y Estados Unidos.
Este festival atrae a cientos de bailarines y visitantes, tanto de Israel como del resto del mundo y alberga las competencias de Jazz, de Coreografía para espectáculos y el de estrellas del Hip-Hop.
El Anfiteatro contó con Invitados especiales, como: Rujama Raz, Saguiv Cohen, Irad Amotz, Pirjai Yerushalayim, el Cuarteto Ron, Nicky Goldstein, Daniel Salomón y Dana International (desafortunadamente su presentación no fue del agrado del público). Engalanaron el festival las Orquestas de Karmiel, dirigida por Vladimir Shtuckmeister ; la de Cámara del Kibutz de Netania, conducida por Yaniv Dinur y, la de la Policía Israíelí a cargo de Eitán Sobol.
Dos hechos relevantes que me tocó presenciar, fue la inconformidad de varios de los locatarios de una de las áreas de alimentos, por la falta de clientela en relación a la cantidad que habían pagado por el espacio. Cabe aclarar que la mayoría de ellos NO residen en Karmiel.
Por comentarios que escuché y así como sucede en otras instancias, debería haber una consideración especial (descuento o incentivo) para los ciudadanos “karmielinos que deciden participar y apoyar de alguna manera al festival dancístico.
El otro suceso, para mi sorpresa, es que el acceso para los medios acreditados en las distintas sedes, NO es libre, ni hay el mismo trato. A diferencia de México, donde se hacen funciones especiales para prensa y en el teatro existe una fila o zona reservada. Por ejemplo, en el Centro Cultural Karmiel ni siquiera se permite el paso para tomar una fotografía y cubrir el evento, aun cuando se porte un gafete de prensa vigente, emitido por el festival, ¡ni al solicitar entrar por unos minutos estando de pie!.
A pesar de que se celebró la 26 edición del Festival de Danza de Karmiel, la ciudad cuenta únicamente con un pequeño hotel, insuficiente para albergar al masivo número de turistas, razón por la cual algunos residentes aprovechan para rentar habitaciones en sus casas y varios de los visitantes duermen en sus tiendas de campaña en espacios con seguridad adicional.
Mi agradecimiento y reconocimiento al equipo organizador por su trabajo y esfuerzos. Entre ellos, el Sr. Adi Eldar (Presidente Municipal), Aharon Salomón (Director General), Shlomo Mamán (Director Artístico), Levia Shalev Fisher (Publirrelacionista) y a todos los voluntarios.
Tres días de locura, baile por doquier y una oportunidad para vivir esta experiencia.
! Nos vemos en el verano del 2014 !
