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NOAH BECK

La búsqueda en Google de “refugiados de 1948” produce cerca de 6 millones de resultados. Casi todos (por lo menos hasta la página seis) hablan de los refugiados árabes palestinos, como si ellos fueran los únicos refugiados de 1948. Sin embargo, se estima que desde el comienzo de la guerra de 1948 entre árabes e israelíes hasta la década de 1970, alrededor de 1.000.000 de judíos huyeron o fueron expulsados de sus hogares ancestrales en los países musulmanes. 260.000 de esos refugiados llegaron a Israel entre 1948 y 1951 y comprendieron el 56% de toda la inmigración al incipiente estado. En 1972, su número había llegado a 600.000.

En 1948, Medio Oriente y los países del norte de África poseían importantes poblaciones judías: Marruecos (250.000), Argelia (140.000), Irak (140.000), Irán (120.000), Egipto (75 000), Túnez (50.000), Yemen (50 000), Libia (35.000), y Siria (20.000). Hoy en día, los judíos nativos de esos países se han extinguido prácticamente (aunque Marruecos e Irán todavía tienen cada uno menos de 10.000 judíos). En la mayoría de los casos, la población judía había vivido allí durante miles de años.

Pocos conocen esta historia, ya que a los refugiados judíos de 1948 se les otorgó inmediatamente la ciudadanía de los países a los que huyeron, incluido Israel.

Por el contrario, muchos países musulmanes se negaron a integrar a los refugiados palestinos, y prefieren dejarlos como ciudadanos de segunda clase con el fin de mantener un equilibrio demográfica interno y / o un problema político con Israel.

La visión sesgada de los medios también explica por qué tan pocas personas saben acerca de los refugiados judíos de los territorios musulmanes. Una búsqueda de “refugiados de 1948” en el sitio de noticias BBC genera 41 artículos (que se remontan a 1999), 40 tratan de los refugiados árabes palestinos de 1948. Sólo tres de los 40 (con fecha 22/09/11, 02/09/10 y 15/04/04), mencionan a los refugiados judíos de los países musulmanes, y dos lo hacen sólo en una única frase superficial que presenta el problema más bien como un “reclamo” que un hecho histórico.

Una búsqueda sobre “Refugiados judíos de los países árabes de 1948” en el sitio New York Times, produce 497 resultados (reemplazando “árabe” por “musulmán” se reducen a la mitad los resultados), mientras que “Refugiados palestinos de 1948” arroja 1.050 resultados. Consideremos la posibilidad de una comparación con Sri Lanka, otro país destrozado por la guerra, multiétnico, que obtuvo su independencia de Gran Bretaña en 1948. El conflicto étnico de casi 26 años se inició en 1983 y destrozó 80.000-100.000 vidas, multiplicando las bajas totales del conflicto palestino-israelí de casi 100 años. El conflicto de Sri Lanka también produjo cientos de miles de refugiados, incluyendo al menos 200.000 refugiados tamiles en Europa occidental. Sin embargo, una búsqueda de “refugiados tamiles” genera sólo 531 artículos – menos del 5% de los 11.300 resultados para “refugiados árabes palestinos.”

El favoritismo institucionalizado en la ONU también permitió a los palestinos monopolizar el tema de los refugiados, lo que sin duda refuerza la visión sesgada de los medios. Todos los refugiados no palestinos de todo el mundo (casi 55 millones) son protegidos por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, que trabaja bajo los lineamientos de la Convención sobre los Refugiados de 1951. Pero los refugiados palestinos (cuya población original era menos de un millón) tienen una agencia de la ONU dedicada exclusivamente a ellos (UNRWA).

La definición de la UNRWA para “refugiado” incluye a cualquier persona “cuyo lugar habitual de residencia era Palestina, entre junio de 1946 y mayo de 1948, que perdió su casa y sus medios de subsistencia como resultado del conflicto árabe-israelí de 1948”. Así que, además de familias que vivían en la zona por generaciones, la definición de la UNRWA incluye a cualquier inmigrante que llegó a partir de 1946, pero que fue posteriormente desplazado. Y debido a que la definición incluye a los “descendientes de padres que cumplen con la definición”, la población de refugiados de la UNRWA pasó de 750.000 en 1950 a 5.300.000 en la actualidad (por lo que la resolución de la cuestión de los refugiados palestinos aún es más difícil). A pesar de estos problemas, Estados Unidos continúa apoyando a UNRWA (con más de 4,1 mil millones de dólares desde 1950).

El resto de los refugiados del mundo son asistidos por el Alto Comisionado, que tiene el deber de ayudar a los refugiados a reconstruir rápidamente sus vidas, por lo general fuera de los países de los que habían huido. Los refugiados judíos de países musulmanes hicieron precisamente eso: reconstruyeron sus vidas en Israel y en otros lugares. Pero el hecho de que de a poco se hayan ido adaptando y de que Israel les haya concedido la plena ciudadanía no disminuye los errores cometidos por sus países de origen. Estos refugiados judíos de países musulmanes sufrieron la persecución legal y a menudo violenta que culminó en inconmensurables pérdidas emocionales y físicas. Perdieron miles de millones en bienes y soportaron enormes desventajas socioeconómicas cuando se veían obligados a reconstruir sus vidas desde cero. Israel fue injustamente cargado con el enorme costo social y económico de tener que absorber repentinamente a tantos refugiados. Por lo que cualquier sugerencia de que los refugiados judíos de países musulmanes no merecen compensación es rotundamente equivocada.

En el reciente Día Mundial del Refugiado, el miembro del Knesset israelí Shimon Ohayon, cuya familia huyó de Marruecos en 1956, pidió a la Liga Árabe “asumir su gran responsabilidad en la expulsión de casi un millón de judíos de tierras en las que que habían vivido durante milenios”. Explicó que “en 1947, el Comité Político de la Liga Árabe redactó una ley que … pidió el congelamiento de las cuentas bancarias de los judíos, su reclusión y la confiscación de sus activos. Otras medidas discriminatorias fueron tomadas por las naciones árabes, quienes en reuniones posteriores pidieron la expulsión de los judíos de los estados miembros de la Liga Árabe”. Ohayon desafió a la Liga a aceptar la responsabilidad de “la limpieza étnica de la población judía de la mayor parte de Medio Oriente y África del Norte … ¡para proporcionar una reparación a los refugiados judíos. ”

La paz en Medio Oriente, justa y global, sólo será posible cuando los estados musulmanes reconozcan su papel en dos errores históricos: 1) el desplazamiento de un millón de personas nativas sólo porque eran judías, y 2) la perpetuación de la situación de los refugiados palestinos, al negarles la ciudadanía. El primer error requiere de una compensación financiera a las familias de refugiados judíos de los países musulmanes, reparación que puede ser administrada por los Estados que los absorbieron. El segundo error debe remediarse mediante la concesión de la plena ciudadanía a los refugiados palestinos (y sus descendientes) que fueron re-asentados en tierras musulmanas. Ambos errores fueron empeorando durante muchas décadas.

*Noah Beck es autora de “Los últimos israelíes”, una novela apocalíptica sobre las armas nucleares iraníes, que también habla de la expulsión de los judíos en tierras musulmanas

Fuente:itonga.serversur.com