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Enlace Judío México- Ésta es una carta de Iliana Chmelnik, presidenta de la OSE México, a Deborah Fridman Z”L

Querida familia Fridman, Samuel, Shu, Rina, Abi y nietos.

Sé que ninguna palabra que pueda expresarles, les conforte o consuele ante
la pérdida de nuestra Deborah. Sin embargo en estas líneas quiero unirme a
ustedes en su dolor, que es el mío y el de mucha gente que fue tocada en su
corazón, por la mujer ejemplar que ella fue en vida.

Deborah, no se fue ni se irá jamás…..el cuerpo tiene que ser entregado en la
Tierra pero el alma y el espíritu nunca mueren. Estoy segura que de ahora
en adelante, la sentiremos cerca, siempre pendiente de todos nosotros,
porque esa era su naturaleza, estar ahí, para todos y para todo.

Me siento muy feliz de haber tenido el privilegio de ser su amiga, de
compartir con ella toda clase de momentos, muchos tristes y complicados
pero los más alegres e inolvidables.

Deborah, en su día a día, fue dejando ‘huella en la vida de muchas
personas, algunas que ni siquiera la conocían, otras se convirtieron en sus
protegidos, porque ella no toleraba la injusticia y las carencias, así que
lucho con garra por llevarles todo lo que estuviera en sus manos para ’
satisfacerlos.

La sociedad en general y especialmente la comunidad, han perdido a una de
sus grandes activistas que con sus acciones, nos dio la pauta y el ejemplo de
cómo se siguen los preceptos que nos fueron legados por los padres y
nuestros ancestros hace miles de años”

Yo quiero compartir con ustedes mi sentir, desde el punto de vista de una
amiga. Hacer amigos no es tarea fácil, pero cuando uno se topa en la vida
con alguien como Deborah, la tarea se simplifica, porque ella sabía ser
amiga, igual que supo ser esposa, madre, hija, hermana y bobe.

Abrir sus brazos para cobijar amigos era un acto frecuente, estar atenta a
las preocupaciones o problemas de sus amigos era simplemente su misión.

A pesar de que ella estaba dando una batalla tremenda por su vida, no se
olvidaba de estar pendiente de quienes también estamos pasando batallas.
y no faltaba una llamada por teléfono, una cita para comer juntas y apoyarnos, presencia en las juntas para resolver los problemas de otros, en fin, un estar siempre presente entregándose a fondo como solo ella sabía hacerlo.

Hasta donde le importaban sus amigos a Deborah. Aquí les relato algo que
pudiera parecer banal pero que sin embargo pinta a Deborah como la
amiga fiel y entregada.
Aquí le relato algo pudiera parecer banal, pero sin embargo pinta cómo la amiga fiel y entregada. Cuando se acercaba el día en que yo tomaría posesión como presidenta de la Kehila, ella me llamó a preguntar si tenía un atuendo listo para el evento, le dije voy a checar mi closet y algo saldrá de ahí entonces ella, la Gran Amiga, me dijo voy a enviarte a tú casa, dos trajes míos que son nuevos, pruébatelos y si alguno te queda bien y te sientes a gusto, póntelo ese día, porque quiero que te veas preciosa y que luzcas a lo grande. Esa es nuestra Debarah, actuando en asuntos tan simples y a la vez tan profundos, queriendo que su amiga, Iuciera ante el mundo porque si eso sucedía ella se llenaba de satisfacción.

La vamos a extrañar, pero sé que todos quienes la conocimos tendremos en
nuestras vidas, su presencia constante, su voz tan especial, su sonrisa, sus
consejos, su ejemplo y sobre todo el amor que derramó en todos nosotros.

Gracias Samuel por hacerla tan feliz, como mujer y esposa. Gracias Shu,
Rina y Abi por haber sido los hijos de quien ella estaba tan orgullosa y
gracias a todos los nietos por consentirla tanto.

Quiero cambiar el dolor en sonrisa porque así nos lo enseño ella, en los momentos más duros, había lugar para sonreír y seguir adelante. Los quiero mucho porque Deborah me enseñó a quererlos.

Con cariño, Iliana Chmelnik

Para ver el testimonio de la lucha de Deborah Fridman contra el cáncer, haga click aquí