Enlace Judío México- Una de las obras más conocidas de Isaac Bashevis Singer relata los chistes de los habitantes de Chelm, una aldea de tontos. Actuar los diálogos del gran escritor es el remedio que los prisioneros de los campos de concentración de Chelmno han encontrado para olvidar el hambre, el hacinamiento, el dolor, las torturas, las pulgas y las enfermedades, entre otras dolencias.
“Una noche alguien espió a la luna, que se reflejaba en un barril de agua. La gente de Chelm imaginó que había caído allí. Sellaron el barril para que la luna no se escapara. Cuando a la mañana destaparon el barril y comprobaron que la luna ya no estaba allí, los aldeanos concluyeron que había sido robada. Llamaron a la policía y cuando el ladrón no pudo ser hallado, los tontos de Chelm lloraron y gimieron”.
El 2 de enero 2014, en el marco de los eventos de conmemoración del Holocausto en México, el Teatro Bicentenario recibió a alumnos de colegios locales y otros espectadores, los cuales pudieron disfrutar de una magnífica puesta en escena de “Los Campos de Chelmno”. Los textos de Bashevis Singer son sólo una de las fuentes utilizadas por Iván Marin, co guionista de la espléndida obra, la cual fue presentada por B’nai Brith México y la Embajada de Activistas de la Paz.
Presentes estaban Dr. Edmund Duckwitz, Embajador de Alemania en México y la agregada cultural de la Embajada de Polonia en México.
Una exposición relativa al Holocausto y las explicaciones del Embajador de la B’nai Brith, Dan Tartakovsky,completaron esta espléndida iniciativa.