GINA ZABUDOVSKY
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Enlace Judío México |Eva mordió la manzana y sorprendida, vio como de la fruta salió una serpiente y una ráfaga de aire que se dispersó en el cielo.
¿Quién eres? Soy tu cómplice, no debería haberlo hecho, ahora estaremos condenadas.
Me desataste a mí que penaré arrastrándome, pero lo peor es que liberaste también a Dios, una Voz aterradora que ni siquiera nos comprende, y ahora maniobrará a sus anchas desde las alturas