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MAURICIO MESCHOULAM

Enlace Judío México | 96.77 es el numerito. De acuerdo con los resultados oficiales, ese es el porcentaje de electores crimeanos que han decidido no formar más parte de Ucrania y unirse a la Federación Rusa. ¿Esto significa que ya se ha consumado la independencia de Crimea? ¿Qué sigue o qué podría suceder como consecuencia del referéndum de ayer? Hoy en el blog algunos apuntes al respecto.

Nota: Este es un texto de seguimiento. Si usted desea revisar el análisis de los acontecimientos en Ucrania desde hace semanas, le suplico revise textos anteriores en este mismo blog.

1.El día lunes 17 ocurrió un referéndum en el que se preguntó a los ciudadanos crimeanos si es que ellos deseaban continuar perteneciendo a Ucrania bajo un régimen de mayor autonomía, o bien, si preferían independizarse de aquél país y unirse a la Federación Rusa. Según los resultados oficiales, 96.77% de electores votó por esta última opción. Es importante mencionar que en Crimea, 60% de la población es étnica, lingüística y culturalmente rusa. Todo parece indicar que una buena parte de quienes no lo son (principalmente ucranianos y tártaros) boicoteó el referéndum para restarle legitimidad.

2.Como consecuencia, el parlamento crimeano ha proclamado a Crimea, por lo pronto, como un estado independiente. Lo siguiente sería esperar a que Rusia se anexe el territorio crimeano de manera oficial.

3.Este hecho no convierte automáticamente a Crimea ni en un estado independiente ni en parte formal de Rusia. Al menos no de jure, aunque aparentemente sí de facto. Para que un potencial nuevo estado fuese admitido dentro de la comunidad internacional, instituciones incluidas, sería necesario el reconocimiento de Naciones Unidas. La incorporación de un estado no-miembro observador puede darse por mayoría en la Asamblea General, pero un reconocimiento de membresía de pleno derecho en la ONU necesita la aprobación del Consejo de Seguridad (donde EU, Reino Unido y Francia tienen derecho de veto). Por otro lado, si Crimea no mantiene su temporal independencia, sino que es anexada por Rusia, se tratará nuevamente de una situación de facto, no reconocida internacionalmente, solo sostenida por el mantenimiento de las tropas rusas que actualmente controlan la península, y la amenaza de Moscú de incrementar ahí su presencia militar.

4.La falta de reconocimiento internacional colocaría por lo pronto a la cuestión de Crimea en una situación similar a la de otros territorios en el mundo que han sido conquistados o que se autoproclaman independientes pero que no cuentan con el aval oficial de la comunidad internacional.

5.Por lo tanto, será necesario esperar la reacción del Kremlin durante esta semana. Los legisladores rusos ya se han manifestado hace unos días en favor de anexar esa península, por lo que la lógica diría que se procederá en ese sentido.

6.Sin embargo, Occidente apuesta por la posibilidad de que Rusia se detenga justo en el punto en el que las cosas se encuentran hoy. Como se puede apreciar en el discurso, las mayores amenazas a Moscú, al respecto de sanciones y consecuencias, se materializarán aparentemente solo si el Kremlin da ese siguiente paso: la anexión, dejando con ello a Moscú una puerta abierta a la negociación. Es decir, se está ofreciendo a Rusia la posibilidad de mantener su presencia en Crimea y permitir a ese territorio operar como si fuese una república independiente de Ucrania -aunque no sea formalmente reconocido así- dejando para después la negociación del estatus final de la península, siempre y cuando el Kremlin no lleve a cabo la anexión oficial. Si Rusia se abstiene de anexar, se podría detonar una dinámica negociadora que podría tender a desescalar la crisis. Hasta hoy, eso no es lo más probable, pero lo apunto como posibilidad.

7.En caso de que Moscú decida proceder con la anexión, habrá un número de consecuencias. Lo primero es entender que una confrontación militar Rusia-Occidente se encuentra prácticamente descartada. Es posible que veamos en próximas fechas algunos despliegues militares de la OTAN o de EU en zonas colindantes con Ucrania y Rusia, o en el Mar Negro. Seguramente veremos un escalamiento en la carrera armamentista y el intento por aislar a Moscú de la cooperación militar internacional (con Occidente, no con China por supuesto). Pero hasta ahí. Y eso está siendo puesto muy en claro por todas las partes para que no se generen malos entendidos que podrían hacer que las cosas se salgan de las manos.

8.Ucrania ha movilizado reservistas, pero Kiev ya ha declarado que no se encuentra preparada para una confrontación militar con Moscú. Si las cosas se mantienen como están, aún si Rusia anexa Crimea pero no interviene en otras zonas de Ucrania, sobre todo en el este donde habita también una mayoría de población rusa, es muy probable que tampoco veamos un choque militar Rusia-Ucrania.

9.Si Rusia decidiese no solo anexar Crimea sino introducir tropas en el este ucraniano, existe la posibilidad de que Kiev se sienta presionada a proteger esos territorios o parte de ellos, lo que podría generar incidentes y posiblemente ello podría escalar hacia una confrontación mayor Ucrania-Rusia. Sin embargo, también es posible que Kiev no de un solo paso pues como se indicó, las oportunidades del ejército ucraniano de defenderse ante una invasión Rusa son casi nulas. Incluso en un escenario como el descrito en este punto, la intervención militar de Occidente se encuentra fuera de la mesa. Por ende, la amenaza y el castigo a Moscú no serán de carácter militar.

10. La apuesta de Washington y Bruselas es que dada la interdependencia que hoy existe entre las economías y dado el valor que Moscú ha venido asignando con los años a su papel como mercado, como proveedor y como socio comercial principalmente de Europa, la amenaza de sanciones económicas bien planeadas e implementadas de manera paulatina, podrán impactar en la toma de decisiones de Moscú.

11.Esto tiene un par de sustentos importantes. Primero, la reacción negativa de los mercados contra Rusia al inicio de esta crisis fue de tal magnitud, que se dice no fue calculada por Putin y le orilló a contener sus propias acciones. Segundo, porque la reticencia de muchos países europeos como la propia Alemania a implementar medidas contra Moscú se ha venido transformando en molestia y enojo ante lo que alguien como Merkel percibe como falta de sentido de Putin, con lo que muy probablemente Washington encontrará la cooperación de sus contrapartes europeas para hacer pagar a Moscú algunos costos importantes por sus acciones.

12.Putin de su lado, sin embargo, se busca mostrar completamente inmune a dichas medidas económicas. En el fondo, él sabe que en relaciones de interdependencia, todas las partes pierden con las sanciones. Comprende bien que Rusia tendrá que pagar un costo, pero hasta ahora se muestra dispuesto a pagarlo, enviando con ello el mensaje de que cuando se trata de temas de seguridad nacional, soberanía e intereses estratégicos, no hay disuasivo suficiente para detener a Moscú. (En mi texto del sábado hablo más sobre la forma como Rusia percibe la cuestión de Crimea y de Ucrania).

13.Con los elementos anteriores, en mi opinión, la situación crimeana se aproxima a una anexión de facto a la Federación Rusa, que si bien no contará con reconocimiento internacional, terminará por consumarse en los hechos. Esto no resultará en un conflicto militar con Occidente. Tampoco probablemente entre Rusia y Ucrania, si es que Rusia no interviene en otras zonas de ese país. Las consecuencias para Moscú serán en los terrenos diplomático (su aislamiento del G8, por ejemplo) y económico. Pero por ahora, Putin parece absolutamente dispuesto a pagar esos costos.

Seguiremos analizando este tema en el blog. ¿Usted qué opina?

Twitter: @maurimm

Fuente:eluniversal.com.mx