ANA JEROZOLIMSKI
Enlace Judío México | Faltando tan pocos días para Pesaj, la fiesta de la libertad , una de las más emblemáticas del calendario judío, quisiéramos poder sentarnos a hacer alguna disquisición filosófica sobre cómo lidiamos en nuestra vida moderna con ataduras y desafíos a la libertad a nivel individual y familiar.
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Pero las noticias que impactan estos días,nos obligan a hacer referencia explícita a otro tipo de ataduras.
Esta semana, un grupo de algunas decenas de extremistas israelíes de la derecha nacionalista, residentes en el asentamiento de Ytzhar, atacó el campamento militar en el que se hallaban soldados enviados allí , destruyéndolo, obligando a los soldados-que por cierto estaban armados- a desalojarlo, sin que haya choque alguno ni reacción firme de parte de los efectivos.
Con ello, los radicales estaban tomando represalias por el desmantelamiento por parte del ejército, de estructuras ilegalmente erigidas en Yitzhar por parte de algunos de sus habitantes.
Lo sucedido fue una expresión especialmente grave de un fenómeno ya nada nuevo, conocido como “etiqueta de precio”, actos vándalos protagonizados por extremistas israelíes contra propiedades palestinas como venganza por acciones del ejército en su contra, cuando son desalojados judíos de instalaciones no autorizadas en el terreno.
En repetidas ocasiones escribimos sobre el fenómeno , advirtiendo lo que por supuesto también otros captaron desde un comienzo como un serio peligro: el ataque indiscriminado motivado por la furia, inclusive si no era para matar sino “únicamente” para escarmentar o amedrentar prendiendo fuego por ejemplo a automóviles de palestinos no involucrados en terrorismo, no terminaría allí. El próximo paso, era el ataque a los propios soldados..De hecho, ya en el pasado esto ocurrió..pero claro que no al nivel de lo ocurrido esta semana.
La osadía criminal de estos vándalos-y usaríamos los mismos términos si fueran de izquierda o de centro, ya que lo que cuenta son sus acciones, no lo que votan en las urnas ni lo que piensan en su fuero íntimo- es un peligroso cáncer para Israel. Pero lo era ya antes de atacar directamente una base del ejército, que dicho sea de paso, estaba allí para protegerlos a ellos.
Pero no menos preocupante es que los soldados no hayan reaccionado, que no hayan hecho nada..El marco conceptual que determina que las Fuerzas de Defensa de Israel están para proteger a la población del Estado, no debe traducirse en ataduras que permiten a criminales actuar como quienes tienen autoridad para decidir si acatan las leyes o no, si están obligados por el Estado de Derecho o no.
El tema de los asentamientos israelíes en Cisjordania (Judea y Samaria en términos bíblicos), es sin duda uno de los que deben ser resueltos en la agenda israelo palestina. En más de una oportunidad hemos comentado que no es cierto que son el motivo del conflicto o ni siquiera uno de los motivos, ya que lamentablemente israel fue atacado repetidamente mucho antes de que los territorios en disputa estén en sus manos , mucho antes de la construcción del primer asentamiento. Eso no quita, que se haya convertido en un tema delicado de la agenda, al que se le deba hallar fórmula de solución, de común acuerdo.
Pero esto no da autoridad ninguna a los más extremistas-y no lo son todos aquellos que viven en la zona en discusión- a tomar al país de rehén. Y es eso lo que intentan hacer.
Eso no es sionismo ni lucha legítima por los derechos del pueblo judío en la tierra de Israel.
El vandalismo de los extremistas en cuestión, fue duramente condenado por las máximas autoridades, algunas de ellas-como el Ministro de Defensa Moshe Yaalon-consideradas de línea más conservadora en cuanto a la política a seguir ante los palestinos. Se habló directa y explícitamente de “acciones terroristas”, y la frase es adecuada.
Hay que liberarse de la atadura que intentan imponer los extremistas. El primer paso, es que sean vomitados por los propios habitantes judíos de Cisjordania.Si no los condenan y repudian, no podrán quejarse luego contra la generalización.Algunos de los líderes, ya los han condenado abiertamente.
Y las autoridades del Estado, deben verlo como afrenta a la soberanía , no menos que si los atacantes fueran terroristas palestinos.
Bastantes problemas hay en el terreno, en la negociación con la Autoridad Palestina que no irradia una verdadera voluntad de avanzar hacia un acuerdo que ponga fin al conflicto, como para permitirse dejar abierto el frente interno con vándalos no electos por nadie, que quieren imponer su propia agenda, a todo el país.
Fuente:uypress.net
