AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

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“Lo que hay, como lamentablemente pasa en cada país, es un fenómeno que no está necesariamente conectado con los eventos políticos pero los que, dado estos acontecimientos, por supuesto recibe una atención inusual”, dijo el canciller israelí Avigdor Lieberman. El Estado Judío ha intentado mantenerse fuera de la crisis.

El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, rechazó la conexión entre cinco meses de descontento y la situación de los 200.000 judíos de Ucrania. “No hay acciones específicas contra los judíos que sean resultado de la crisis política. Lo que hay, como lamentablemente pasa en cada país, es un fenómeno que no está necesariamente conectado con los eventos políticos pero los que, dado estos acontecimientos, por supuesto recibe una atención inusual”, dijo a Radio Israel, según informó el medio israelí Yisrael Hayom.

Moscú ha apuntado acusaciones de antisemitismo contra el gobierno ucraniano pro Occidente mientras que Washington ha condenado un incidente en la ciudad en el que un importante movimiento pro ruso entregó panfletos a judíos usando un lenguaje parecido al del Holocausto.

El antisemitismo es una característica del nacionalismo militante tanto en Ucrania como en Rusia. Durante el descontento que derrocó al presidente apoyado por el Kremlin en febrero, hubo varios ataques a judíos y sinagogas que fueron culpados a grupos ucranianos de ultra derecha.

Israel ha intentado mantenerse fuera de la crisis, preocupado por molestar a su principal aliado Estados Unidos o a Rusia, que tiene influencia en puntos clave de Medio Oriente, como Irán y Siria. Eso ha incluido rechazar pedidos de algunos líderes judíos ucranianos de expresar una postura pública en contra de Rusia e incluso ha despachado a expertos de seguridad israelíes. La comunidad en sí misma está dividida entre Kiev y los pro rusos en Crimea y otras áreas del sudeste.

El secretario de estado americano, John Kerry, ha denunciado una distribución “intolerable” y “grotesca” de panfletos en la ciudad Donetsk, al este de Ucrania, durante Pésaj la semana pasada que pedía que los judíos se registren con las nuevas autoridades autodeclaradas separatistas que ocupan las oficinas locales gubernamentales.