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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

¿Estaremos presenciando el inicio de la tercera intifada Palestina? Es demasiado temprano para asegurarlo pero el espiral de ataques de venganza es sumamente peligroso.

La esperanza de la iniciativa de paz americana se ha esfumado, israelíes son asesinados por palestinos, un niño palestino de 16 años muere en circunstancias cuestionables, árabes israelíes enmascarados arrojan piedras a vehículos de sus vecinos, la policía incrementa su presencia en los focos de tensión – todo esto nos recuerda el otoño de 2000, cuando estalló la segunda intifada.

¿Estaremos presenciando el inicio de una tercera intifada tras las alarmas de 2011 y 2012? Es demasiado temprano para asegurarlo – la historia raramente se repite de la misma manera.
Muchas cosas han cambiado desde 2000. Hamas no dominaba Gaza en ese entonces, tampoco contaba con miles de cohetes, actualmente algunos de ellos pueden llegar a Tel Aviv. Entonces, Yasser Arafat controlaba y maniobraba entre pláticas de paz y ataques terroristas, mientras que el Presidente Palestino Mahmoud Abbas ha rechazado el terror sinceramente.

La gran diferencia radica en el costo. Cinco años de intifada perjudicaron a ambas partes. A pesar del reciente derrame de sangre y la falta de progreso diplomático, el recuerdo de esos días ha quedado profundamente grabado en el tejido político. Anteriormente, este recuerdo impidió la erupción de una confrontación de gran escala. No queda claro que esto se repita ahora.
La semana pasada, parecía que un cese a fuego entre Israel y Hanas era inminente. El jueves, Israel anunció que daba la oportunidad a Hamas – ¨silencio traerá silencio¨. El viernes, Egipto continuó en su función de mediador. La Fuerza Aérea Israelí atacó de manera limitada, sin causar bajas.

El fuego de cohetes se ha venido incrementado desde el secuestro de los jóvenes israelíes el 12 de junio, alcanzando su pico la semana pasada. Posiblemente, algo más profundo se está desarrollando, con un colapso paulatino de los acuerdos alcanzados tras la Operación Pilar Defensivo de noviembre 2012 en Gaza. Los 18 meses que siguieron a dicha operación fue el periodo más tranquilo de la década en la frontera con Gaza.

La relativa calma mejoró la seguridad de la gente, haciendo florecer la región. El cese al fuego tuvo dos anclas; una de tiene que ver con la disuasión israelí, en base a la destrucción causada por la operación, disminuyendo parte del control de Hamas sobre la Franja de Gaza.

Mientras tanto, tras el golpe militar en Egipto del año pasado, Hamas fue visto por los nuevos generales como un brazo de la odiada Hermandad Musulmana. Los nuevos gobernantes cooperaron con Israel por debajo del agua. Hamas perdió la ayuda que tenía cuando el gobierno de la Hermandad Musulmana fue derrocado. Por otra parte, entró en conflicto con su patrón iraní al condenar públicamente la masacre de los sunnitas conducida por el Presidente sirio Bahar Assad.

Por consiguiente, Gaza fue sofocado entre Egipto e Israel, pero Hamas temía actuar en contra de Israel. Algo de esta ecuación cambió la semana pasada. Hamas atacó con morteros a poblaciones israelíes fronterizas, mientras que grupos más pequeños dispararon cohetes.

Estas acciones pueden estar relacionadas con los problemas estratégicos de Hamas. El nuevo régimen en Egipto cortó casi todo el contrabando a través de los túneles entre Egipto y Gaza, cerrando el cruce de Rafah. Entonces Hamas firmó el acuerdo de reconciliación con la Autoridad Palestina con el afán de resolver sus problemas económicos, pero hasta ahora se ha visto defraudado.
Abbas no recibió el apoyo financiero de Qatar destinado para Hamas y por consiguiente, miles de empleados de Hamas en la Franja de Gaza no recibieron sus salarios. El combustible es escaso. La electricidad se corta durante 12 horas al día. Por otra parte, miembros de Hamas han destruido decenas de cajeros automáticos a fin de que los empleados de Fatah no retiren sus sueldos en efectivo.
Esta urgencia económica, más que la hostilidad por parte de Hamas, puede explicar el continuo fuego contra Israel. La organización islamista considera que mediante el continuo lanzamiento de cohetes, obtendrá algo a cambio de los egipcios o de la Autoridad Palestina, ya sea un mejor acceso a Egipto el pago de salarios para sus empleados.

Aparentemente, el secuestro fue una iniciativa local de activistas de Hamas. Sus líderes en Gaza deseaban aprovechar esta oportunidad para negociar la liberación de prisioneros palestinos a cambio de los jóvenes secuestrados o de sus cadáveres, mostrando una vez más las ventajas de la lucha armada.

Esta posibilidad se frustró con el hallazgo de los cadáveres, pero aún buscan apuntarse otro logro. Hamas considera que el gobierno de Netanyahu desea evitar un enfrentamiento en Gaza y que por lo tanto, la organización puede seguir presionando. Ese mismo error fue cometido una semana antes de la Operación Pilar Defensivo, donde Hamas fue duramente golpeado además de la muerte de uno de sus altos líderes.

Asimismo, los acontecimientos en Jerusalén Oriental son muy preocupantes. La policía considera que el joven árabe fue asesinado por el simple hecho de ser palestino.
El espiral de ataques es muy peligroso. Una multitud de judíos causó disturbios violentos en Jerusalén y árabes israelíes arrojaron piedras a conductores en el centro de Israel durante el fin de semana.

Éstas han sido las peores manifestaciones en años. La policía tendrá que mantener una fuerte presencia en ambas zonas. Afortunadamente, hasta el momento no se han registrado víctimas.

Fuente: Amos Harel, Haaretz.