MAY SAMRA PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

“Hay gente buena que hace cosas buenas y gente mala que hace cosas malas. Cuando gente buena hace cosas malas, es religión”
Lawrence Krauss

A personas como yo se nos paga para que pensemos como va a ser, y en la mayoría de los casos nos equivocamos, lo cual es muy emocionante.
Idem

El siglo XX fue, sin duda, el siglo de la ciencia. La ciencia trajo al ser humano grandes esperanzas y expectativas: las vacunas y posibilidades de cura para enfermedades, así como teorías que nos explicaron cómo funcionan el universo y el ser humano. Sabemos más que las generaciones anteriores acerca del cosmos, de la evolución de las especies, de los porqués de la sexualidad humana, del átomo, entre (muchos) otros temas.

Es por ello que los científicos son reverenciados por la sociedad. Son los reveladores de conocimientos fabulosos y precursores de adelantos infinitos. Respetamos sus afirmaciones y teorías. Sin embargo, a veces, este respeto no es mutuo.

Uno de los grandes científicos que presentara la Ciudad de las Ideas en su versión 2014 con lema “Change the World” es Lawrence Krauss, un reconocido físico cosmólogo y defensor del ateísmo, director de proyecto de Orígenes en la Universidad Estatal de Arizona y profesor de la Fundación de la Escuela La Tierra y la Exploración espacial.

Una de las esperanzas de Krauss es que, en el 2015, el Gran Colisionador de Hadrones, GCH (es un acelerador y colisionador de partículas ubicado en la Organización Europea para la Investigación Nuclear) brinde información nueva acerca del Bing Bang, información que compruebe que el universo que vemos y conocemos pudo haber surgido de la nada, sin significado ni explicación supernatural, sin necesidad de Dios.

Es judío ateo, lo cual no constituye una contradicción, pues muchos judíos lo son. Aún así, en su ponencia en la Ciudad de las Ideas, sus opiniones acerca de la Biblia y de los creyentes no dejaron de ser, por decir lo menos, agresivas y poco respetuosas. Podría yo pasar por alto la descripción de la Biblia como una colección de “mitos y cuentos de hadas” o que “D-os es una hipótesis innecesaria”, pero cuando se habla de “estupideces que dice el Papa”, lo absurdo y ridículo de la religión, y esta petición: “Si ridiculizamos la ciencia, la política, el sexo, y todo lo que nos rodea, ¿por qué no ridiculizar a Dios?”.

En este momento, la falta al respeto me pareció excesiva, y es por ello que hice la siguiente pregunta: “¿No cree usted que es una especie de ‘ateísmo fundamentalista’ el decir que todas las creencias en Dios son ‘absurdas’?”

El pretender que sólo tu verdad es la que vale y arrasar de forma furibunda con la fe y las creencias más íntimas del prójimo me pareció una forma de fundamentalismo, tan radical como la de los locos de ISIS. No pasarán a sus oponentes por el cuchillo, pero el abuso de su “autoridad moral” puede ser una arma igual de mortífera.

La pregunta enojó a Krauss:

“¿Crees posible (la versión bíblica de) que el sol se quedó inmóvil en el cielo? porque si así fuera todos los seres humanos habrían muerto. Primero, el sol no da vueltas alrededor de la tierra y segundo si el sol se detuviera todo se destruiría. Tú no crees nada de eso, entonces no pretendas que estás convencida de ello”.

Pero recobró pronto el control:

“Yo no puedo decirte en qué creer, solo te puedo decir que se debe de razonar lo que sabemos y basarlo en evidencia, pero de ningún motivo sugiero un sistema de creencia, lo único que digo es que se debe de razonar sobre lo que conocemos”.

“Por lo cual no hay tal fundamentalismo, me ha nombrado “ateísta estridente” sólo porque me he atrevido a preguntar: “¿Podría crearse un universo sin Dios?” Vivimos en una sociedad en la que no podemos hacer preguntas”.

Sin olvidar que en nombre de Dios se han cometido terribles crímenes, nadie debe descalificar por completo la religión, etiquetándola de “absurda”, “ridícula” y otros calificativos, obviando que la creencia en Dios ha sido, desde tiempos inmemoriales, fuente de consuelo, de comprensión, de compasión y sí, y mucho, de valores morales precursoras de los Derechos Humanos Universales que la ciencia a veces, pasa por alto en su descomunal carrera.

Krauss mismo reconoció, tras la pregunta de Enlace Judío, que “si la religión no tuviera un rol social no existiría: la religión hoy en día significa consuelo y confort para muchas personas; también da comunidad y pertenencia. Es obvio que la religión y sus beneficios son una necesidad del ser humano”. Pero se retractó inmediatamente: “La pregunta es: ¿Necesitamos la religión para llenar ese vacío? No lo creo, puedes pertenecer a una sociedad que no sea religiosa”. Y se contradice en otra parte de la entrevista diciendo. “La ciencia une a la gente, la religión los separa”.

Este artículo no pretende ser un ring para discutir acerca de los beneficios de la religión: el debate es extenso y, en ocasiones, inútil; sino para pedir a los científicos y a los ateos más profundidad en sus interpretaciones de la Biblia, más contexto en sus “análisis”- y más respeto en sus expresiones para quienes la religión es parte fundamental de la vida.

Algunas ideas de Krauss que merecen mencionarse:

“Lo que yo apoyo es la pregunta abierta. Yo quiero que los niños y adultos se cuestionen, no acepto el creer en cosas sin tener evidencia de éstas”

“Verdaderamente no me importa que las personas tengan o no una fe, lo que me preocupa es que el tener una fe y creer en una religión les impida mirar, analizar el universo. Vivimos en una época impresionante y la gente debe de apreciar las maravillas del universo. Me entristece que la religión los ciegue de aceptar las maravillas ya que la religión y la ciencia se contradicen”.

“Me impresiona que en el siglo XXI, exista tanta gente alrededor del mundo que se ciegue a la realidad y sobre todo crean políticas de sus países en base a la religión. Como ejemplo, el asesinato de personas homosexuales, cuando el 10 por ciento de todas las personas a nivel mundial son homosexuales, eso quiere decir que serlo es completamente natural, la ciencia nos los dice”.

“Podríamos tener un mejor mundo si tan solo preguntarnos como funciona. Vivimos en un siglo repleto de problemas donde la sobrepoblación está afectando al planeta. Mientras que tengamos metidas nuestras cabezas en la arena, lo único que lograremos es construir un futuro miserable. Si queremos cambiar el mundo, debemos de basar nuestras acciones en la realidad.

©enlacejudiomexico