4836320140107053148363 LA MEIDELE

Y se nos acabaron las vacaciones…

Por supuesto, como era de esperarse, los paisanos decidimos regresar hasta el último minuto posible a la ciudad y volamos el día más caótico del año: El último domingo de vacaciones. Así que todos los paisanos se la pasaron, esta primera semana laboral de enero, contando sus historias de terror en el aeropuerto. Que a unos les cancelaron el vuelo, que a otros los atrasaron y que fulanita se quedó atrapada en el aeropuerto de yoquesedonde por el clima.

Obviamente todos los paisanos van en los mismos vuelos, el último vuelo del domingo hacia la ciudad de México de Miami, Nueva York o algún lugar nevadísimo (para los que se fueron a esquiar papalord). Así que se crea casi el mismo tipo de microcosmos en cada aeropuerto, cuando los paisanos reciben las malas noticias de que no podrán llegar a casa en el momento que originalmente planeaban. Menos mal que las bobes e idishe mames prepararon sándwiches y todo tipo de munchies para el camino, no se vayan a morir de hambre sus hijos y nietos en la capital mundial del fast food.

Cuando recién recibimos el anuncio de que el vuelo no despegará a tiempo, los paisanos empezamos a planear en nuestras cabezas qué le vamos a decir a los encargados de la aerolínea para que nos lleven a casa primero. Es importante recalcar que todos y cada uno de los paisanos aseguran tener la razón más valida para regresar a México lo antes posible. ¡Pero mis hijos tienen que entrar a la escuela! ¡Es que mi jefe me va a matar si llego un día tarde a trabajar! etc, etc, etc… Como a los paisanos les gusta discutir con un tono de voz bajito y no se exaltan mucho, se podrán imaginar el escándalo que se genera.

En la cola para cambiar de vuelos o buscar alternativas los paisanos comienzan a tomar distintos roles y papeles. Están las idishe mames que se encargan de consolar a todos con dulcecitos y apapachos… “¡Ni modo, hay que dar gracias a Dios que estamos bien mijito” se la pasan diciendo. Por otra parte está el que de manera muy “paps” saca su tarjeta preferencial súper poderosa y sin pena alguna se salta toda la fila de gente que está formada desde hace horas. Luego está el revolucionario, el que trata de unir a toda la gente en contra de los pobres dependientes de la aerolínea con comentarios como: “No podemos dejar que nos traten así” o “No se van a salir con la suya”. Por ultimo están los reprimidos, aquellos que viajan con su familia política y con tal de dar una buena impresión a los suegros controlan los gritos y quejidos que normalmente los inundarían en estas situaciones.

Así que hayan sido cuales hayan sido sus vacaciones y sus experiencias de regreso a México, cualquiera que haya sido su papel en la crisis del aeropuerto el último domingo de vacaciones, bienvenidos de regreso queridos paisanos. Y recuerden, si quieren dejar de hacer corajes en los aeropuertos.

¡Regrésense otro día de sus vacaciones! (aunque sé que nunca desperdiciarían un precioso día en Miami).

¡Feliz año!