ELENA BIALOSTOCKY PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO

Al enterarnos que la QCB Clara Corona Lau recibió por segunda vez el Premio Nacional de Calidad, le pedimos una entrevista, así que el 29 de enero nos recibió en su oficina de Biomédica de Referencia. Comenzó diciéndonos:

“Yo estudié la carrera de Químico Clínico Biólogo. Antes de terminar de estudiar ya trabajaba en un laboratorio y, al terminar mi carrera, trabajé durante casi veinte años en una institución de gobierno. En 1992 tuve la oportunidad de abrir este laboratorio privado y estamos por cumplir veintitrés años con Biomédica de Referencia.

“En total tenemos 16 sucursales: 14 abiertas al público y 2 en donde damos servicio en consultorios médicos.

“He recibido muchos premios pero los dos más importantes son mis nietas. Además, hemos recibido muchos reconocimientos, y lo digo con humildad, porque son reconocimientos que para nada hemos buscado. Biomédica de Referencia es un muy buen ejemplo de que cuando uno hace las cosas bien, con honestidad, con valores, buscando siempre la calidad y con un poco de ingrediente de pasión, los reconocimientos vienen por consecuencia. Es como la cereza del pastel cuando nos dan un reconocimiento.

“El Premio de Nacional de Calidad es el máximo premio en su tipo que otorga la Presidencia de la República a las empresas que llegan a un nivel de clase mundial en sus servicios. Compiten las empresas que, de alguna forma, ya hemos implementado el Modelo Nacional de Competitividad. Nosotros implementamos dicho modelo desde 2008 y manejamos el negocio con base a éste.

“El premio, como tal, es el reconocimiento de que estás manejando bien el modelo. Es un concurso, en el que este año participaron más de 200 empresas que también tienen lo han implementado. Este reconocimiento es el equivalente al “Premio Malcolm Baldrige” de Estados Unidos o el “Premio Deming”, de Japón.

“Lo que este reconocimiento implica es una gran responsabilidad, ya que determina que eres una empresa de clase mundial y un ejemplo a seguir para las empresas mexicanas.

“El primer premio que recibimos del Presidente de la República fue de Vicente Fox; nos nombraron “La Nueva Cultura Laboral”. En ese tiempo, éramos una empresa de mediano tamaño y competimos con el modelo que utilizan las empresas grandes.

“Yo siempre digo que el gobierno no dimensionaba que una empresa mediana, una PyME, pudiera competir con una empresa grande. Al recibir este premio, mi objetivo era demostrarle al gobierno que las PyMEs también podíamos hacerlo y que ellos se enfocaban en empresas grandes, siendo que el 99% de las empresas en nuestro país, que somos el motor de México, somos PyMEs. Tratamos de demostrar que, cuando se trata de calidad, el tamaño de la empresa no importa. Tú puedes ser una pequeña o mediana empresa y tener la misma o mejor calidad que una empresa grande.

“En 2008, ganamos el Premio Nacional de Calidad y nos fue entregado en el 2009 por el Presidente Felipe Calderón, para orgullo, no solamente mío, sino de toda esta organización. La verdad, orgullo de todo el país.

“Me nombraron como Embajadora del Movimiento Competitivo y me sentí muy orgullosa porque le hice entender a todos “que podemos”. Fui la primera PyME en el país que ganó el Premio Nacional de Calidad y, gracias a eso y a que fui nombrada Embajadora, viajé por todo el país, básicamente para demostrar que sí se puede.

“La dinámica de este premio es que dura seis años y, una vez que compites en el concurso, no puedes volver a competir.

“El año pasado fue para nosotros muy importante, por ser un año de consolidación; inauguramos el edificio en el que estamos en éste momento, que era un proyecto que teníamos desde hace muchos años porque queríamos construir un “Centro de Diagnóstico”. Estas instalaciones fueron diseñadas a base de mejoras, las cuales se notan.

“Una vez que nos consolidamos y seguimos con el modelo, entramos nuevamente a la competencia y este año, el 15 de enero, recibimos de manos del Presidente Lic. Enrique Peña Nieto, por segunda ocasión, el Premio Nacional de Calidad, con un diferenciador esta vez, ya que nos otorgaron, aparte de nuestro premio nacional y nuestra paloma, un “Diploma a la Excelencia” por nuestra trayectoria y por haber ganado por segunda ocasión, además de haber sido el tercer Presidente en reconocernos.

“Nuestro Centro de Diagnóstico está pensado con base a las necesidades de nuestros pacientes. Desde hace unos seis años, me di cuenta de que las necesidades de todos eran diferentes. Nosotros, como laboratorio clínico, éramos muy buenos y reconocidos por nuestra calidad pero lo que busca el paciente es un servicio integral, es decir, no sólo venir al laboratorio a hacerse sus análisis y después tener que ir al hospital a realizarse una radiografía o tomografía. Nuestro enfoque, el diferenciador con otros laboratorios, es el paciente y nos basamos en siete impulsores para trabajar; uno de ellos que está bastante fortalecido, es el impulsor de clientes.

“En nuestra oferta de valor siempre decimos que ofrecemos una experiencia única a nuestros pacientes. A mí no me gusta decir que es una oferta de calidad, ya que brindar un servicio de calidad es una obligación.

“Lo que le ofrecemos a nuestros pacientes es una experiencia única, basada en la excelencia, que es todo lo que el paciente recibe cuando acude a Biomédica de Referencia, es decir, un trato personalizado, el mismo tiempo de solicitud y respuesta, tecnología de vanguardia. Todo lo que nuestros pacientes nos dan vía la retroalimentación, se aplica siempre que se pueda. Hoy en día, Biomédica es un servicio de laboratorio de análisis clínicos e imagenología.

“Contamos con tomografías, densitometrías, mastografías, ultrasonidos y rayos x simples. Todos los servicios se ofrecen con capital humano de excelencia. No tenemos médicos ni pretendemos tenerlos. Lo que tenemos son servicios íntegros de calidad; es un apoyo al médico, ya que hacemos check ups para empresas y pacientes.

“Las dos veces que he estado sentada en Los Pinos, en el presidio junto al Presidente, me ha dado tiempo de reflexionar. En ambas ocasiones, vi a mis hijas y a mi esposo sentados ahí y piensas “uno educa con el ejemplo; estoy segura de que les estoy dando un buen ejemplo a mis hijas”. ¿Por qué? Porque soy una mujer trabajadora, que nunca ha dejado de trabajar y mis hijas son dos profesionales exitosas y trabajadoras. Eso es lo que yo quiero transmitir: que todo se puede, siempre y cuando tengas un equilibrio como mujer. Yo estoy felizmente casada y les diré una frase que no es mía pero me agrada mucho: Para estar amorosamente unidos hay que volar en libertad cada uno .

“La segunda reflexión que tuve en el presidio fue que no estaba ahí sólo como mujer, sino como judía. Es importante porque cada vez más las personas de la comunidad nos estamos colocando en puestos o situaciones importantes en este país. Nos tenemos que hacer notar y ver, ya que hacemos muchos aportes a esta sociedad. Los reconocimientos que me han dado nos reafirman que le estamos regresando mucho al país que le abrió las puertas a nuestros padres. Siendo hija de inmigrantes, creo que no podemos hacer nada más que agradecerle a este país y la manera de hacerlo es trabajando, generando empleos y siendo productivos.

“Se siente mucho orgullo poder llegar a estos niveles”.