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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Por Dr. Samuel Lebens

Mientras los políticos israelíes discuten sobre quién es más sionista, es importante contemplar lo que significa ser sionista en estos días. ¿Cómo los sueños de nuestros antepasados se traducen en la política actual? ¿Sionista es aquel que se aferra a la tierra, y construye la mayor cantidad de asentamientos, o quizás aquel que lucha incesantemente por la paz, y sigue manteniendo la esperanza de crear una sociedad más justa en forma de una democracia judía?

Ahora que Tu Bishvat tiene lugar en medio de la campaña electoral, recordé la leyenda talmúdica de Honi Hameaguel, el hacedor de círculos. Honi es mejor conocido por llamar la lluvia en tiempos de sequía al trazar un círculo en la tierra y colocarse en él; pero su preocupación por los sueños se relaciona con el tema del sionismo.

La leyenda cuenta que Honi, un hombre justo, pasa sus días preocupado por un versículo en la Biblia que no puede entender. El versículo dice que cuando el pueblo de Israel volv de 70 años de exilio en Babilonia sentía que había sido un sueño, ¨hayinu kejolmim¨ (Salmo 126: 1). Honi parece entender esto de la siguiente manera: Cuando el pueblo volvió a Israel, el propio exilio con sus pruebas y tribulaciones parecía como una pesadilla; al despertar, sintieron alivio de que de alguna manera nada había sido realidad.

Sin embargo, Honi encuentra este pasaje inquietante: ¿Desde cuándo puede un sueño perdurar 70 años?

Entonces, según el relato, Honi pasea y se encuentra con un hombre plantando un árbol que no rendiría frutos durante 70 años. Honi le pregunta si espera vivir el tiempo suficiente para comer de la fruta, y el hombre le responde que eso no importa, ya que ha de plantar para sus hijos y los hijos de sus hijos.

A continuación, Honi toma una siesta y duerme durante 70 años, escondido detrás de unas rocas que crecen misteriosamente a su alrededor. Todo el mundo piensa que ha muerto. Cuando despierta, observa que el árbol ha crecido, y que los nietos del hombre comen de sus frutos. De pronto se percata que había dormido 70 años. Honi vuelve a casa, y nadie lo reconoce o piensa que es él. Lo mismo ocurre en su lugar de estudios. Afligido por todo esto, pide misericordia y muere.

Esta es una historia extraña y conmovedora que refleja cuestiones importantes. ¿Qué aprende Honi de su siesta de 70 años? Yo sugiero una interpretación que resuelve esta cuestión.

Toda la leyenda representa el sueño de Honi. Él sueña que se encuentra con un hombre que está plantando un árbol; después toma una siesta. Rocas mágicas crecen a su alrededor, porque ese tipo de cosas pueden suceder en los sueños. Y luego, en su sueño, se despierta, y se da cuenta que han transcurrido 70 años. A continuación le acontecen cosas terribles: Su familia y amigos no confían en él. Entonces encuentra alivio cuando ¨muere¨ o despierta y descubre que todo fue un sueño.

Y debido a que el ensueño de Honi abarca 70 años, descubre que la narrativa de un solo sueño puede extenderse a lo largo del tiempo, y por lo tanto su pregunta recibe una respuesta.

Creyéndolo o no, la longevidad de los sueños es ahora un tema electoral central. Algunos pueden argumentar que el sueño sionista ha muerto por ser demasiado antiguo. ¿Puede un sueño realmente durar tanto tiempo? ¿Los israelíes votarán como pragmáticos, convencidos de que los sueños de nuestros padres han muerto, y por lo tanto debemos enfrentar la situación? ¿O será que votarán como soñadores? ¿Sabemos, todavía, cuáles son nuestros sueños?

Dr. Samuel Lebens, un rabino ortodoxo, es miembro de investigación en el Centro de Filosofía y Religión de la Universidad de Rutgers.

Traducido desde Haaretz para Agencia de Noticias Enlace Judío México

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