Muath1 - Enlace Judio MexicoAGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Nunca vimos al Teniente Muath al-Kaseasbeh, el piloto jordano de 26 años que acaba de morir. No lo conocíamos por cierto, y no había razón especial para que sintiéramos una afinidad personal especial con él: no era uruguayo, ni judío, ni israelí, las tres identidades que son parte de nuestra alma. Pero era un ser humano, un joven con toda la vida por delante… hasta que cayó en las garras de la irracionalidad, de los fanáticos que dicen actuar en nombre de Alá y seguramente lo avergüenzan…

Era un ser humano por el que se nos estrujó el corazón de dolor, rabia e indignación, al ver las imágenes difundidas por sus propios asesinos…encerrado en una jaula, con la ya conocida túnica naranja, mojada con algún líquido combustible, que esta vez no fue el atuendo elegido para ser degollado, sino quemado vivo.

Un terrorista prende fuego al líquido derramado fuera de la jaula, éste va envolviéndola hasta que él mismo se convierte en una llama viva… y finalmente cae desplomado.

Miramos las imágenes… y volvemos a sentir ira ante este fenómeno de terroristas fanáticos a los que ni siquiera les basta matar, sino que quieren, además, hacer sufrir lo más posible.

El Teniente Muath al-Kaseasbeh estaba prisionero desde diciembre en manos del Estado Islámico. Es el primer árabe asesinado con la túnica naranja ya distintiva de las víctimas más notorias de los islamistas. Hasta ahora todas las víctimas presentadas ante las cámaras -salvo los dos periodistas japoneses asesinados a fin de enero -eran occidentales (periodistas y cooperantes).

Todos, hasta el piloto jordano, fueron degollados. Observadores que siguen al Estado Islámico comentaron que el video de 22 minutos que muestra su muerte, es el más bárbaro de todos los difundidos hasta ahora por estos extremistas.

Aunque resulte difícil analizar qué es menos cruel, morir degollado o incendiado, en la diferencia entre los dos sistemas quizás haya un mensaje simbólico al mundo árabe, que en definitiva, es hasta ahora la mayor víctima del fanatismo islamista del Califato proclamado en junio último por Abu Bakr al-Baghdadi.

De fondo, hay un fuerte deseo de atemorizar y amedrentar. Y claro está que los primeros con los que se topan los islamistas en sus intentos de conquistas, son su propia gente: árabes, en su enorme mayoría musulmanes, muchos de ellos sunitas igual que ellos, además de los chiitas con los que hay una dura lucha dentro del propio Islam.Todos ellos son las primeras y principales víctimas del Estado Islámico.

Muath3 - Enlace Judio MexicoPero más allá de ello, un serio problema que dicha organización, autoproclamada Califato, supone para el mundo musulmán, es que no acepta lealtades paralelas y deja en claro que los musulmanes todos deben apoyarle como única autoridad. Dado que para el Estado Islámico, las fronteras son las determinadas por el Islam, no por consideraciones políticas, los Estados del mundo árabe tal cual existen hoy, carecen de valor y deben desaparecer para fundirse con el creado por el Islam en sí.

Estos dos elementos fueron claves en la decisión , meses atrás, de la Liga Árabe, de adoptar formalmente la decisión de enfrentarse al Estado Islámico y cooperar con todos los esfuerzos bélicos para combatirlo. Fue precisamente en el marco del apoyo a la coalición occidental-árabe contra el Estado Islámico, que el piloto jordano cayó preso cuando sobrevolaba Raqqa, considerada la capital de los islamistas en Siria.

“Los Cancilleres árabes han aceptado tomar las medidas necesarias para confrontar a grupos terroristas, incluyendo ISIS”, dijo en su momento el Secretario General de la Liga Árabe Nabil el-Arabi, en una rueda de prensa. Utilizó el término con que se denominaba antes la organización (ISIS- o sea la sigla inglesa de Estado Islámico en Irak y Sham, el Levante)., que en la práctica cambió su nombre a Estado Islámico, aunque no siempre se hace referencia a ellos de esa forma.

“Lo que se necesita es una decisión clara de participar en una confrontación global, militar y políticamente”, declaró Al-Arabi en la reunión de cancilleres. El día antes se había reunido con el Secretario de Estado John Kerry para tratar el tema.

Este es el trasfondo de los resultados arrojados por un amplio sondeo llevado a cabo en noviembre último por el Centro Árabe de Investigación y Estudios Políticos en el Instituto Doha, señalando que el 85% de los árabes tienen una visión negativa del Estado Islámico. Una de sus manifestaciones, fue la Carta publicada por figuras destacadas dentro del mundo musulmán, rechazando las prácticas del Estado Islámico, declarando ilegal su autoproclamación como Califato al que todos supuestamente deben jurar fidelidad y condenando la práctica de degollar a las víctimas. Es que, cabe reiterar, mientras los islamistas en cuestión proclaman su lucha “contra los infieles”, todo musulmán que no acepta su autoridad o los desafía, paga por ello con su vida al caer en manos de la organización.

De todos modos, dado que de fondo siempre hay en el mundo árabe un profundo sentimiento anti-occidental y especialmente anti norteamericano, paralelamente a las críticas al Estado Islámico, también hay incomodidad a nivel popular, con la coalición occidental que le ataca y que cuenta con participación de países árabes.

El portal sobre Oriente Medio, “Al-Monitor”, vaticinaba ya antes de la muerte del piloto jordano, que si él era ejecutado, “ello fortalecerá la postura de quienes creen que Jordania debe retirarse de la lucha contra el Estado Islámico”. El padre del joven piloto apareció en la CNN en árabe diciendo “él no tenía nada que ver con la coalición, y aquellos que enviaron a mi hijo a combatir más allá de las fronteras de Jordania, ahora deben traerlo de regreso”. Pero luego, en medio de un clamor generalizado en amplios sectores del reino hachemita, por tomar venganza, exigió que se lance una ofensiva “sin titubeos” contra los terroristas.

El Rey Abdallah ordenó ejecutar a la terrorista de Al Qaeda que fue detenida tiempo atrás cuando iba a cometer un atentado suicida en Jordania, cuya liberación era exigida por el Estado Islámico. La gente, en Jordania, sostiene que eso “no alcanza”.

La mayoría de los regímenes árabes, ven en el Estado Islámico, claramente, un declarado enemigo. Su gente ha logrado aterrorizar también a los pueblos.Si fueran los ciudadanos del mundo árabe los que decidieran si seguir combatiendo al Estado Islámico junto a Occidente o no , quizás la pregunta clave sería a quién odian más, a esos radicales o a Estados Unidos.

Pero no son los pueblos los que toman la decisión, sino los gobiernos, que se sienten físicamente amenazados por la expresión más extrema de su propia religión.

Ana Jerozolimski
Con información de Montevideo Portal