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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

El primer ministro israelí desmonta el acuerdo que se avecina con Irán.

El Presidente Obama pensó tan poco en el discurso de Benjamín Netanyahu ante el Congreso el martes que dejó en claro que no lo había observado y dijo que el texto no “ofreció ninguna alternativa viable” al acuerdo nuclear pendiente de la administración con Irán. Tomaremos esa agresión pasiva presidencial como prueba que la crítica del primer ministro israelí fue tan poderosa como temió el Sr. Obama.

Para toda la preocupación anticipada de la Casa Blanca acerca del daño potencial del discurso para las relaciones entre Estados Unidos e Israel, el Sr. Netanyahu fue a la vez bipartidista y agradecido con el Sr. Obama por todo lo que él “ha hecho por Israel”, citando ejemplos anteriormente no conocidos en forma pública. Pero la fuerza del discurso—la razón por la cual el líder israelí estuvo dispuesto a arriesgarse a romper la porcelana diplomática con tal de darlo—fue su argumento sistemático contra el acuerdo nuclear en ciernes.

Punto por punto, el desmanteló los detalles emergentes y presunciones de lo que llamó un “muy mal acuerdo.” El corazón de su crítica se refirió a la naturaleza del régimen iraní como un patrocinante del terror de largo tiempo que ha amenazado con “aniquilar” a Israel y está inclinado a la dominación regional.

La administración argumenta que un acuerdo nuclear ayudará a mover al régimen revolucionario hacia la moderación. Pero el Sr. Netanyahu pasó unos 15 minutos exponiendo el registro histórico del régimen. Desde que Hassan Rouhani se convirtió en presidente en el año 2013, la represión interna se ha vuelto peor que en los días de Mahmoud Ahmadinejad. Irán ha duplicado su apoyo militar para Bashar Assad en Siria, obtuvo control del norte de Yemen a través de sus representantes de las milicias, y continuó armando a Hezbollah en Líbano, a Hamas en Gaza y a las milicias chiitas en Irak.

El Sr. Netanyahu destacó que el acuerdo pendiente levantaría las sanciones que han llevado a Irán a la mesa de negociación. “¿Irán sería menos agresivo cuando sean quitadas las sanciones y su economía sea más fuerte?” preguntó el Sr. Netanyahu. “¿Por qué el régimen radical de Irán debe cambiar para mejor cuando puede gozar de lo mejor de ambos mundos: agresión en el exterior, prosperidad en casa?” Estas son buenas preguntas que la administración debe ser obligada a responder.

El Primer Ministro también planteó dudas con razón sobre si inclusive un régimen de inspecciones intrusivas podría garantizar suficiente aviso si Irán busca desviar sus capacidades nucleares para construir una bomba. Corea del Norte acepto a los inspectores en un acuerdo con el gobierno de Clinton, destacó, sólo para echarlos años más tarde y construir su arsenal nuclear: “Aquí está el problema: Ustedes ven, los inspectores documentan las violaciones; no las detienen.”

Él también se centró en la aceptación por parte del acuerdo de la ya robusta infraestructura nuclear de Irán, unida a una cláusula de expiración en 10 años después de lo que Irán podría enriquecer tanto uranio en tantas centrifugadoras como quiera. Para apreciar el alcance de esta concesión, recuerden que la Administración y el Consejo de Seguridad de la ONU, exigieron que Irán “detenga todas las actividades de enriquecimiento” en una resolución adoptada en el año 2010.

La administración ahora dice que no puede prohibir en forma posible que Irán tenga alguna capacidad de enriquecimiento. Pero la única alternativa al enriquecimiento cero no es la capacidad principal que la Casa Blanca está preparada para conceder ahora a Teherán. Tal capacidad hace más fácil para Irán engañar en cualquier acuerdo que firme. La cláusula de expiración también significa que Irán simplemente puede ganar tiempo para construir una capacidad nuclear aún más grande.

“Irán podría obtener la bomba al violar el acuerdo”, dijo el Sr. Netanyahu, y podría también “llegar a una bomba al mantener el acuerdo.”

El Sr. Netanyahu fue especialmente eficaz en refutar la afirmación de la administración que las únicas alternativas en el momento actual son el acuerdo del Sr. Obama—o guerra. Esta es la falsa opción conocida—su camino o el desastre—que se ha vuelto una marca registrada de la argumentación política del Presidente.

Pero el Sr. Netanyahu dijo que hay una tercera opción—negociar un acuerdo mejor. El señaló que las sanciones habían llevado a Irán a la mesa de negociación cuando el petróleo estaba a u$s100 el barril y estaría bajo mayor presión ahora cuando el petróleo está más cerca de los u$s50. Con todo su fanatismo y ambición, Irán es todavía un país relativamente débil bajo enorme presión económica. Estados Unidos tiene influencia para manejar una negociación más dura si está dispuesto a utilizarla.

El Sr. Netanyahu dio a entender que podría aceptar inclusive algún tipo de acuerdo, a pesar de los intentos por describirlo como opuesto a cualquier concesión. Pero el Primer Ministro dejó en claro en particular que cualquier cláusula de expiración sería sólo aceptable si girara en torno un cambio en el comportamiento de Irán.

“Si las potencias mundiales no están preparadas para insistir en que Irán cambie su comportamiento antes que sea firmado un acuerdo, muy al menos deben insistir en que Irán cambie su comportamiento antes que expire un acuerdo,”dijo ante una ovación de pie.

Dada la reacción del Sr. Obama, el Primer Ministro conoce que su verdadero público es el Congreso y el pueblo estadounidense. Su discurso planteó serias dudas sobre un acuerdo que ha sido negociado en secreto y que el Sr. Obama quiere que los estadounidenses acepten sin una votación en el Congreso. Ahora tal vez podamos tener un debate digno de las altas apuestas nucleares.

 

 

Fuente: The Wall Street Journal

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México