corea vs eeuu-enlace-judio-mexicoCAROLINE GLICK

No es solamente que E.E.U.U. sea disuadido por Corea del Norte, y por lo tanto esté dispuesto a humillar y poner en peligro a Corea del Sur para evitar tener que lidiar con Pyongyang.

 

Corea del Sur vive bajo el paraguas de seguridad de Estados Unidos. Tanto en un nivel convencional, como nuclear, los coreanos del sur dependen de EE.UU. para disuadir a Corea del Norte de atacarlos e invadir su país.

El viernes pasado, la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, regañó a los coreanos del sur por ser muy nacionalistas. En sus palabras: “Los sentimientos nacionalistas pueden ser todavía explotados, y no es difícil para un líder político en cualquier parte ganar aplausos baratos vilipendiando a un ex enemigo.”

Los surcoreanos interpretaron sus comentarios como críticas a su Presidente Park Geun-hye por su rechazo a reinstaurar las conversaciones de reunificación con Corea del Norte debido al rechazo de Pyongyang a discutir el desmantelamiento de su programa nuclear.

Sherman negoció el pacto nuclear de E.E.U.U. con Corea del Norte en la década de 1990. Los coreanos del norte usaron el acuerdo como una pantalla de humo detrás de la cual desarrollaron armas nucleares mientras recibían ayuda financiera de los Estados Unidos, el que pagó al régimen por firmar el acuerdo.

Una vez que Pyongyang estuvo listo para salir como una potencia nuclear, echó a los inspectores nucleares, abrió los sitios nucleares sellados, dejó vacante su firma en el Tratado de No Proliferación Nuclear y comenzó a probar bombas nucleares.

Sherman es ahora la negociadora principal de E.E.U.U. en las conversaciones del P5+1 con Irán.

Esta semana, el Presidente Park viajó a Arabia Saudita, donde firmó un acuerdo para construir dos reactores nucleares para el gigante petrolero.

La verdad es que los coreanos del norte no necesitaron armas nucleares para disuadir a Corea del Sur de atacarlos. Pyongyang posee uno de los arsenales de artillería más grandes y más poderosos en el mundo y tiene suficientes piezas de artillería apuntadas a Seul para bombardear la capital de Corea del Sur hasta volverla a la Edad de Piedra.

El arsenal nuclear de Corea del Norte no está dirigido principalmente contra Seul. Está dirigido contra Washington. Y, como indican la timidez de E.E.U.U. en su defensa de Corea del Sur, y sus constantes intentos por aplacar a Pyongyang, Washington ha sido disuadido.

Al día siguiente que el rey saudita Salman firmó su acuerdo nuclear con Park, el secretario de estado estadounidense, John Kerry, llegó a Riad para reunirse con él y con los ministros del exterior del Consejo de Cooperación del Golfo de seis miembros – Arabia Saudita, Barhein, los E.A.U., Kuwait, Qatar y Omán.

Según los informes noticiosos, Kerry ofreció a los líderes árabes colocarlos bajo el paraguas nuclear estadounidense para protegerlos del programa de armas nucleares de Irán.

No puede haber dudas que en sus conversaciones con la líder de Corea del Sur, el Rey Salman discutió cómo es la vida bajo una garantía de seguridad estadounidense. Es difícil ver que él la considere un buen trato.

No es meramente que E.E.U.U. es disuadido por Corea del Norte y por lo tanto está dispuesto a humillar y poner en peligro a Corea del Sur para evitar tener que lidiar con Pyongyang. Es que el presidente estadounidense Barack Obama ha destruido la credibilidad de las garantías de seguridad estadounidenses al fallar repetidamente en defenderlas.

Durante la Guerra Fría, Alemania Occidental y el resto de Europa Occidental pudieron funcionar bajo el paraguas nuclear de E.E.U.U. porque la Unión Soviética fue disuadida de invadir Alemania por la amenaza nuclear de Estados Unidos. Moscú creyó que Estados Unidos era serio cuando prometió bombardear la Unión Soviética con ojivas nucleares si esta enviaba tanques dentro de Berlín Occidental.

Obama ni siquiera emprendería ataques aéreos limitados contra el presidente sirio Bashar Assad después que el cruzó la línea roja declarada de Obama y atacó a sus opositores con armas químicas.

Obama falló en cumplir con su propia línea roja debido a que no quería molestar a los protectores de Assad en Teherán. Para levantar la credibilidad de sus intenciones de apaciguar a Teherán, Obama traicionó al pueblo sirio y su propia promesa de defenderlos contra los ataques químicos. Entonces, aún sin armas nucleares, Teherán está disuadiendo a Obama.

Más allá de eso, así como Pyongyang no necesita armas nucleares para destruir a Corea del Sur, Irán no necesita atacar a los estados del Golfo Pérsico con armas nucleares a fin de dominarlos y causar su colapso.

Irán puede subyugar y destruir a estos regímenes usando simplemente a sus representantes contra ellos y amenazando a sus economías con su control a la vez sobre el Estrecho de Ormuz y el Golfo de Adén. Irán puede poner de rodillas a los sauditas sin acercarse siquiera a una trampa para bobos nuclear.

Y como el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, los líderes árabes están convencidos que como hizo ella en 1999 con Pyongyang, Sherman y su jefe, Kerry, están ahora allanando el camino para que Irán desarrolle armas nucleares.

Si los árabes se burlan de la oferta estadounidense de un paraguas nuclear, los israelíes ni siquiera tienen el lujo de resoplar ante la oferta porque no hay razón para creer que inclusive un paraguas nuclear creíble disuadiría a Irán de atacar Israel con armas nucleares.

En el caso de Israel hay algún número de situaciones bajo las cuales Irán verá una ventaja en atacar Israel con armas nucleares, ya sea en forma directa o a través de uno de sus representantes que ahora rodean Israel junto a tres fronteras.

Y así quedamos con la pregunta de cómo impedir que Irán adquiera armas nucleares.

Como explicó Netanyahu en su discurso ante las cámaras conjuntas del Congreso el martes, el acuerdo que Obama está ofreciendo ahora a Irán “no bloquea el camino de Irán a la bomba; allana el camino de Irán a la bomba.”

Al dejar intacta la infraestructura nuclear de Irán, y prometer terminar las limitaciones sobre su programa nuclear dentro de una década, Obama está permitiendo a Irán adquirir armas nucleares, tanto engañando en su camino hacia allí, como hicieron los coreanos del norte, o esperando estar fuera del acuerdo y surgiendo inmediatamente después como una potencia nuclear.

De cualquier forma el acuerdo, como está constituido en el presente, empodera al régimen. Enriquece a los ayatollahs, legitima su régimen, así como sus acciones y aspiraciones hegemónicas.

El problema con buscar impedir que Irán adquiera armas nucleares es que, según el experto en control de armas Graham Allison, de la Universidad de Harvard,  Irán pasó al punto de no retorno en términos de experiencia nuclear en el año 2008. Ha dominado la tecnología y la ciencia y por lo tanto tiene los medios para desarrollar armas nucleares y reconstruir las infraestructuras nucleares que pueden ser destruidas o dañadas en ataques aéreos o de otro tipo.

Dado este triste estado de cosas, hay tres caminos para encarar el problema.

El primer camino es similar a la estrategia contraterrorista de Israel de “cortar el césped.” En la jerga contraterrorista “cortar el césped” involucra destruir tanta de la infraestructura terrorista que posee el enemigo terrorista en un período tan corto como sea posible, y repetir luego el proceso después que el grupo terrorista reconstituya sus capacidades.

En el caso de la infraestructura nuclear de Irán, un enfoque de “podar el césped” involucraría usar la fuerza para destruir tantas instalaciones nucleares iraníes como sea posible en una campaña tan corta como sea posible a fin de revertir la agenda de producción de Irán por tanto tiempo como sea posible, y luego repetir el proceso, cuando Irán reconstituya sus capacidades.

El segundo camino para bloquear el avance nuclear de Irán es utilizar la diplomacia coercitiva incluyendo duras sanciones económicas y otros medios punitivos para obligar a Irán a desmantelar sus instalaciones nucleares y emparejar esa diplomacia coercitiva con un régimen de inspecciones intrusivas para asegurar el cumplimiento a largo plazo.

El tercer medio de recortar las ambiciones nucleares de Irán involucra deponer al régimen ofreciendo apoyo activo – incluyendo apoyo organizacional y armas a los opositores del régimen.

Cuando Netanyahu habló ante las cámaras conjuntas del Congreso, adelantó en forma directa los primeros dos caminos para evitar que Irán adquiera armas nucleares y adelantó indirectamente el tercero.

Netanyahu proporcionó un argumento sobrio, construido cuidadosamente para impedir que Irán adquiera armas nucleares. Luego, él demostró por qué la estrategia negociadora nuclear de Obama permite a Irán convertirse en una potencia nuclear. Al hacerlo, Netanyahu creó suficiente apoyo bipartidista del Congreso para un ataque israelí contra las armas nucleares de Irán para proteger a Israel de la administración Obama.

Si Netanyahu ordenará tal ataque, o cuándo podría ser más eficaz tal ataque, es imposible de juzgar. Pero él aseguró el apoyo del Congreso.

Netanyahu también creó una apertura para los legisladores que están atemorizados por el acuerdo que Obama está negociando ahora como para impedirle completarlo. Si es que usarán la oportunidad y cuándo, todavía no está claro. Obama tiene tremendo poder e influencia sobre los legisladores demócratas y no tiene reparos en usarlos para salirse con la suya.

Por el otro lado, impulsados por Netanyahu, los republicanos también tienen fuerza. Si la utilizan en forma juiciosa, podrán asegurar 67 votos a favor de la legislación que requeriría que Obama reciba aprobación del Senado para su acuerdo nuclear, y colocaría duras sanciones económicas sobre Irán si no cumple los parámetros de comportamiento de terminar su patrocinio del terrorismo, terminar su intromisión en los asuntos internos de otros estados, y terminar sus amenazas de aniquilar a Israel que fueron esbozados por Netanyahu.

Más allá de eso, al dejar en claro que es pura locura suponer que Irán se transformará mágicamente en un actor responsable en la escena internacional después de asegurar el acuerdo, Netanyahu ofreció la lógica para una estrategia de cambio de régimen. No está claro si una administración futura adoptará esta opción o no, pero ahora es evidente que dado el hecho que Irán tiene la capacidad tecnológica y científica para desarrollar armas nucleares, el único camino en el largo plazo para impedir que eso suceda es deponer al régimen.

Obama y sus asesores argumentan que hay apenas dos opciones – su acuerdo, que permite a Irán construir un arsenal nuclear en los próximos años, o guerra. Lo que Netanyahu dejó en claro es que ésta es una opción falsa. Estados Unidos es más fuerte que Irán. Tiene más influencia que Irán. Todo lo que necesita para obtener un mejor acuerdo es el mínimo deseo de concluirlo.

 

 

Fuente: The Jerusalem Post

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México