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LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

Extinción de Generaciones       

Los avisos de personas fallecidas de la Comunidad Judía en México, en por lo menos el último año, se refieren, en buena medida, a octogenarios y nonagenarios, incluso, hace un par de semanas hubo una de 100 años. Las generaciones de judíos que llegaron a México desde el inicio de los años treinta están desapareciendo y con ellas la cultura, los valores, las tradiciones y los idiomas (Idish, Árabe y Ladino) que trajeron de sus natales países de Europa, Turquía, Siria y Líbano, principalmente. Ahora los patriarcas de las diferentes comunidades judías de México, somos los septuagenarios con lazos debilitados hacia el Judaísmo; paralelamente se observa una creciente asimilación de los jóvenes judíos, fenómeno que implica la negación de su identidad judía.

El esposo de mi hija menor, quien tiene 35 años, me comentaba que varios de sus compañeros de la escuela judía, no solo se habían alejado del Judaísmo, sino que lo habían abandonado (asimilado), hecho que le daba tristeza; él reflexionaba sobre cómo podían hacer eso después de que seis millones de judíos murieron en el Holocausto tratando de preservar su Judaísmo. La Comunidad Judía de México, concentrada básicamente en el Área Metropolitana de la Ciudad de México, ha sumado entre 40,000 y 50,000 personas en las últimas dos décadas. No ha crecido por la emigración hacia Estados Unidos e Israel, ante las repetidas crisis económicas que ha experimentado México en el tiempo como ha sucedido en el resto del mundo. En México ha aumentado la población de judíos religiosos y a la vez los que practican la fe judía de manera “light”. Pienso que los judíos deben integrarse a la sociedad mexicana sin renunciar a sus creencias y enriquecerse de ella, tal como está sucediendo paulatinamente en el presente.

Por otra parte, la Comunidad Judía de México ha abierto sus puertas a que creyentes cristianos y fundamentalmente católicos, se conviertan al Judaísmo. Las conversiones eran tabú hace dos décadas. No obstante, el proceso de conversión al Judaísmo se ha hecho muy difícil para evitar que se “cuelen” personas con creencias no firmes; la autorización para la conversión en México ahora se da por parte de los rabinatos de Estados Unidos e Israel, previo a un proceso de adoctrinamiento en el que el solicitante manifieste deseos auténticos de practicar el Judaísmo y conocimientos sobre las leyes y costumbres judías.

Degradación del Área Metropolitana de la Ciudad de México

En una Crónica anterior comenté sobre el deterioro extremo que se registra en el Área Metropolitana de la Ciudad de México; el sobrepoblado territorio de esta última (en ella reside más de una quinta parte de la población nacional), ha provocado cambios drásticos en su entorno urbanístico y en su ecosistema, que han acentuado las deficiencias en la prestación de los servicios públicos y el encarecimiento de los mismos. Se generan miles de toneladas de basura y residuos tóxicos que arrojan diariamente las empresas y las personas al drenaje, ríos y, en general, al medio ambiente.

En este contexto, el Área Metropolitana de la Ciudad de México ha experimentado cambios en las corrientes de aire por la proliferación de edificios altos que acentúan la contaminación atmosférica. Igualmente el crecimiento urbano descontrolado ha transformado el estilo de vida de la gente y las relaciones entre sus habitantes. El permanente estrés que sufren las personas ha generado mayor violencia. Por lo demás, un impacto nocivo destacado que se percibe en esta área es el ruido que ha llegado a niveles intolerables. La insuficiencia de vías de comunicación y de transportes públicos que alienta el uso excesivo de vehículos particulares han provocado que la circulación sea tortuosa. Asimismo, el uso  indiscriminado de la tierra para fines inmobiliarios, sobre todo para la edificación de grandes unidades, ha originado una merma considerable de reservas agrícolas y naturales en zonas periféricas del Área Metropolitana de la Ciudad de México porque se han creado obstáculos para permitir la filtración de las aguas de lluvia y de ríos hacia los mantos friáticos; de aquí los frecuentes hundimientos de tierra, erosión del suelo y el agotamiento del agua en el subsuelo; de hecho ya existe una crisis por falta de agua para satisfacer necesidades básicas de la población. Por la escasez de tierra disponible que se observa en el Área Metropolitana de la Ciudad de México se han conformado múltiples asentamientos irregulares en su periferia que carecen de infraestructura y servicios básicos. Los problemas de la Ciudad de México se han expandido a la denominada Megalópolis que cubre territorios integrados económicamente a la primera: Puebla, Cuernavaca, Toluca, Cuautla, Tlaxcala, Tulancingo y Tula.

En la delegación de Coyoacán, donde vivo, el desorden urbano es especialmente notorio; a un costado de los Viveros de Coyoacán, en la Avenida Universidad, en plena calle, existe una base permanente de 30 a 40 camiones de pasajeros, y sanitarios portátiles; al lado, un mundo de puestos de fritangas y venta de otros artículos “piratas”. Contiguo a esta base, en la glorieta de Los Coyotes, está otra base de peseras (vans de transporte público); hacia la derecha de la glorieta, frente y a un costado de la librería Gandhi, en la Avenida Miguel Ángel de Quevedo, más bases y la reinstalación de puestos de comida que los habían retirado hace meses. Hacia el Sur de la glorieta rumbo a la Ciudad Universitaria otra base frente a la terminal del metro. Para rematar, a la izquierda de la Glorieta de los Coyotes, dos cuadras adelante, entre semana de 12:00 AM a 3:00 PM se estacionan en la vía pública vans y autobuses que recogen a los niños y jóvenes de un famoso colegio que se ubica en Miguel Ángel de Quevedo y Cerro del Hombre. En varias zonas de Coyoacán se han establecido sitios de mudanzas en donde se ubican camiones de gran tamaño.

Coyoacán es solo un punto de referencia del desorden urbano que prevalece en nuestra Área Metropolitana. En la Ciudad de México nací, y la amo, pese a lo difícil que es vivir en ella; tiene grandes atractivos urbanísticos, construcciones coloniales, teatros, cines, universidades y un sinfín de actividades culturales y recreativas; temo que si la ciudadanía y las autoridades no toman medidas drásticas para rehabilitarla y se establezca un orden básico, rector, se pueda colapsar; no creo que esto último sea una posibilidad de ciencia ficción.