AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Guy Millière- El acuerdo iraní no se ha firmado el 1º de abril, ni se firmó tampoco el 2 ni el 3.

Papel mojado
“papel mojado”

 

No será firmado en verdad más que en forma de texto lamentable y sin significación que dará a Obama y Kerry el aspecto de felpudo. Esto ocurrirá posiblemente a finales de junio. Ni siquiera es seguro. Está muy lejos de ser seguro.

Los dirigentes iraníes ya han obtenido todas las concesiones imaginables por parte de la administración Obama, que está dispuesta a lo que sea para que se firme un acuerdo y para que al final del proceso, Obama esté en la foto junto a Rouhani, pero todas las concesiones imaginables no serán suficientes.

Quieren más: quieren la humillación de Estados Unidos y la de Obama. Y no desesperan por obtener lo que quieren. Les basta para ello pedir siempre lo que saben que sus interlocutores no podrán aceptar sin «cubrirse de barro». Saben que Obama irá hasta cubrirse de barro: es lo que ha empezado a hacer ya haciendo un discurso grotesco en el cual hay dos o tres mentiras por frase.

Los dirigentes iraníes están a la cabeza, numerosos comentadores lo olvidan, de un régimen revolucionario e islámico. No quieren entenderse con Estados Unidos: podrían  lograrlo fácilmente en las circunstancias actuales. Lo que quieren es la derrota de Estados Unidos.

No quieren que se les reconozca más que como potencia importante: algo que ya han obtenido en el ciclo de negociaciones interminables, que hacen dar vueltas alrededor de la mesa durante días enteros a ministros y delegaciones. Quieren que el reconocimiento como potencia importante vaya acompañado de la humillación del mundo occidental entero, rebajarlo, empequeñecerlo.

No quieren solo obtener una posición de potencia hegemónica en todo Oriente Próximo: esto ya casi lo han obtenido, gracias a todo lo que se les ha concedido. Quieren tener los medios de acabar con Israel y con todos los regímenes sunitas del statu quo (Jordania, Egipto, Arabia Saudita).

Obama merecería, si ese precio existiera, un Premio Nobel del desastre

Y hay que decir, lamentablemente, que están en proceso de obtener la derrota de los Estados Unidos. Para ello cuentan con aliados clave: los propios Barack Obama y John Kerry. La guerra y el caos desencadenados gradualmente en todo Oriente Medio y que se superponen en África son obra de la acción de Obama desde hace seis años, y de Kerry desde que es Secretario de Estado. Obama y Kerry sembraron la guerra y el caos en todo Oriente Medio y gran parte de África. Colocaron a EE.UU. en una situación en la que los enemigos de Estados Unidos los ven como idiotas desechables, y donde los amigos nos ven como tontos peligrosos y sin ninguna fiabilidad. No dominan casi absolutamente nada. Obama merecería, si ese premio existiese, un Premio Nobel del desastre.

Hay que decirlo: los líderes iraníes también están tratando de obtener la sumisión de todo el mundo occidental. La actitud de Barack Obama y John Kerry ni se denuncia ni se desaprueba por los líderes europeos: por el contrario, compiten en pusilanimidad por aferrarse a los faldones del despreciable dúo de Washington. Sólo Laurent Fabius intenta hacer oír una voz algo discordante, pero vista la actitud de Francia, en la carpeta de “Palestina”, vemos que Laurent Fabius no tiene ningún pensamiento coherente ni dice la verdad.

Hay que decirlo, por fin: Obama, Kerry y sus cómplices europeos no dan en absoluto la impresión de estar dispuestos a defender a Israel. Mientras están dispuestos a entenderse con los mulás de Teherán, mientras aparentan no oír el vociferante odio de Jamenei, parecen reservar el rol de principal enemigo a Binyamin Netanyahu, y no dan importancia a sus advertencias sobre el peligro iraní. Obama, Kerry y sus cómplices europeos no dan la impresión de estar dispuestos a defender a los regímenes sunitas del status quo.

Nadie puede predecir con exactitud lo que sucederá en los próximos meses, pero lo que es seguro es que van a ser los meses más peligrosos desde que Obama llegó a la Casa Blanca.

La doctrina Obama, que la mayoría de los periodistas no quieren ver, hasta el punto de hablar como si no existiera, quería la derrota de Estados Unidos, la hegemonía regional de Irán, la sumisión del mundo occidental en su conjunto. Quería la asfixia de Israel lanzándolo a los perros islamistas.  Quería el derrocamiento de los regímenes sunitas del status quo en favor de la Hermandad Musulmana.

Lo ha conseguido todo, excepto los dos últimos puntos. Le quedan menos de dos años. Los ataques de la administración de Obama contra Israel en el campo diplomático o en otros campos, redoblarán en intensidad.

Los ataques de la administración Obama contra los regímenes sunitas del status quo también aumentarán.

Si usted constata que el Irán de los mulás está en el poder, además de Teherán, Bagdad, Damasco, Beirut, y Sanaa, y que trata de apoderarse de Adén, si ve una gran sonrisa en el rostro del ministro de Relaciones Exteriores iraní mientras ocurren atrocidades en la proximidad de las ciudades mencionadas, y si se pregunta por qué, vea al lado a la Casa Blanca, allí se encuentra la respuesta.

Si constata que Irak era estable y Al Qaeda fue derrotado en 2008, que hoy Irak está desmembrado en medio de un océano de cadáveres, que Al Qaeda en Irak se ha convertido en el Estado Islámico, en una superficie equivalente a la de Gran Bretaña, y que la guerra en Siria tiene unos doscientos cincuenta mil muertos, y se preguntan por qué, vea de nuevo al lado a la Casa Blanca, allí se encuentra la respuesta.

Si constata que Yemen se encuentra inmerso en una guerra que está empeorando día a día, que Arabia Saudita está amenazada y ha establecido una alianza con otros regímenes suníes del status quo, que la guerra podría fácilmente convertirse en una conflagración regional, que hordas islámicas asolan el Sinaí y Libia, desbordándose hacia Túnez, que Irán pronto podría ser capaz de controlar el estrecho de Ormuz y Bab El Mandeb, con todas las consecuencias probables que surjan, y que Israel, único islote de estabilidad en esta oleada se enfrenta a un rearme de Hamas, a la incursión de la Guardia Revolucionaria en los Altos del Golán, parte siria, y también está en el corazón de todas las recriminaciones occidentales y maniobras oscuras que se inician en las Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional, y si, una vez más, se pregunta por qué esto es así, vea de nuevo al lado a la Casa Blanca.

Allí encontrará la respuesta.

Los republicanos en el Congreso querrían limitar los daños: sin embargo, ¿pueden? La ventaja es que ellos saben lo que quiere Obama. La desventaja es que sus medios de acción se enfrentan al primer presidente decididamente anti-estadounidense en la historia de los EE.UU., y frente a esto, están limitados.

La cuestión iraní se abordará en dos semanas en la Cámara de Representantes y el Senado: lo que pase allí deberá ser seguido con gran atención.

El Senador Tom Cotton resume el contenido del “acuerdo provisional” del 3 de abril (que no es en absoluto un acuerdo, en el mejor de los casos es una capitulación del mundo occidental)

“Irán mantendrá sus reservas de uranio enriquecido y miles de centrifugadoras, incluidas las subterráneas y el sitio fortificado en Fordow, que es un búnker militar. Irán también modernizará su reactor de producción de plutonio en Arak. Irán no tendrá que revelar las dimensiones militares de su programa nuclear, a pesar de las reiteradas peticiones de las Naciones Unidas. Además, Irán se beneficiará de un levantamiento masivo de las sanciones de manera inmediata, lo que hará que volver a sanciones posteriores será prácticamente imposible … Las concesiones no hará nada para cambiar el comportamiento de Irán. Irán sigue siendo el peor estado patrocinador del terrorismo en todo el mundo. Los ataques iraníes continuarán desestabilizando Oriente Medio. E Irán continúa deteniendo rehenes estadounidenses”.

El Senador Mark Kirk agregó que “Neville Chamberlain había obtenido más de Adolf Hitler” .

 

*Guy Millière (especialización: economía, la geopolítica). Posee tres doctorados, es profesor en la Universidad de París VIII de Historia de las culturas, Filosofía del Derecho, Economía y Comunicación, Profesor de Ciencias Políticas, así como profesor visitante en Estados Unidos. Colaboró ​​en numerosos centros de investigación en Estados Unidos y Francia. Experto de la Unión Europea en materia de bioética, portavoz para el Banco de Francia. Ex profesor visitante en la Universidad Estatal de California en Long Beach. Traductor de idioma francés y adaptador para el sitio DanielPipes.org. Columnista de Metula News Agency, Israel Magazine, Frontpage Magazine, upjf.org. Miembro del Consejo Editorial Overseas Land, revisión geopolítica dirigida por Michel Korinman. Editor de la revista Liberalia de 1989 a 1992, participó en los trabajos de la American Enterprise Institute y el Instituto Hoover. Ha dado conferencias para el Banco de Francia, involucrado en la publicación de libros como La constitución liberal contemporánea de la libertad de Friedrich Hayek en 1994 en la colección Liberalia, y la colección “En el servicio de la libertad” que él ha creado, ediciones Cheminements en 2007. También fue editor de la revista del mismo nombre Liberalia de 1989 a 1992. Fue vice-presidente del Instituto de la Europa libre, así como Presidente y miembro del Consejo Científico del Instituto Turgot. Está en la junta directiva de la Alianza Francia-Israel dirigida por Gilles-William Goldnadel. Es autor de más de veinte libros.

 

Fuente: © Guy Millière para Dreuz.info 

Traducción: Silvia Schnessel