AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La defensa, por parte de Obama, de su marco con Teherán es ilógica, y las perogrulladas estadounidenses para Jerusalem pueden todavía revertir en acusaciones de belicosidad.

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Es obviamente refrescante escuchar la solicitud por Israel por parte del presidente estadounidense Barack Obama en su entrevista con el columnista Thomas Friedman del New York Times, en contraste con su rencor luego de la victoria electoral de Netanyahu. Atrás quedaron las acusaciones que Israel espió en las negociaciones con Irán y dio la información al enemigo- el Congreso de Estados Unidos. Atrás quedaron las acusaciones falsas de Israel robando material nuclear. Obama incluso advirtió a Irán de no atacar a Israel, lo cual habría sido tranquilizador si el director de Inteligencia Nacional de Obama, James Clapper, no hubiera quitado a Irán y a Hezbolá de la lista de amenazas terroristas después del último ataque contra los Altos del Golán de Israel por parte de estos ciudadanos reformados y beneficiarios indirectos de la inteligencia estadounidense.

La ofensiva de encanto está en marcha, pero siempre hay mucho tiempo para volver al meme alternativo – a cualquiera que se oponga al acuerdo con Irán es un belicista. Después de presionar a Israel para que se abstenga de la acción unilateral contra Irán y para que deje la conducción a Barack, la administración y sus medios sustitutos ahora acusarán a Israel de empujar a Estados Unidos dentro de una guerra innecesaria con Irán.

En la entrevista de Friedman, el Sr. Obama dijo: “Todas las opciones están sobre la mesa”, descarta eficazmente sus dos opciones principales. La opción militar es esencialmente inútil. Obama indicó: “Sabemos que un ataque militar o una serie de ataques militares pueden revertir el programa nuclear de Irán por un período de tiempo — pero casi seguramente provocará que Irán se apresure hacia una bomba”. Este fue, por supuesto, el argumento utilizado para tratar de disuadir a Menachem Begin de bombardear el reactor de Osirak de Irak en 1981. Pero 34 años más tarde, Irak todavía no tiene un reactor y como resultado, Kuwait no se volvió la “19ª provincia” de Saddam Hussein en 1991.

Las sanciones también son un recurso provisional ineficaz, dice Obama a Friedman: “Sabemos que si no hacemos nada, en vez de sólo mantener las sanciones, ellos continuarán con la construcción de su infraestructura nuclear y tendremos menos visión de lo que está sucediendo exactamente”. Por lo tanto, Obama argumenta que el acuerdo propuesto es el mejor curso para el bien de Israel. “Irán puede cambiar. Si no lo hace, nuestras capacidades de disuasión y nuestra superioridad militar permanecen en su lugar”, agrega.

Entendamos esto: Si ponemos a Irán a prueba y falla, todas las opciones que Obama acaba de denunciar como inútiles son parte de su política de garantías. Las opciones militares descartadas cuando Irán está todavía sin la bomba van a funcionar o incluso a ser consideradas cuando los misiles balísticos intercontinentales de Irán tengan ojivas nucleares. Las sanciones que han fallado en detener el programa nuclear iraní – aún suponiendo que puedan ser regresadas milagrosamente a su lugar de inmediato – van a ser más eficaces una vez que Irán haya cruzado el umbral nuclear.

Otra declaración en la entrevista puede revelar el motivo por el cual Obama sintió que la presión militar y económica eran inútiles. “Éste [Irán] es un país que resistió una guerra de ocho años [con Irak] y un millón de personas muertas, ellos se han mostrado dispuestos, pienso, a soportar la dificultad cuando la consideraron un punto de orgullo nacional o, en algunos casos, de supervivencia nacional”. El gobierno de Obama no cree que la propensión iraní al sacrificio fue agotada en la guerra entre Irán e Irak, y considera “positiva” la voluntad de Irán de comprometer tropas y milicias para una campaña terrestre contra ISIS, mientras que otros se conforman con ataques aéreos.

Irán tiene preparación para la estrategia de canales de derramamiento masivo de sangre de Vietnam del Norte para conquistar a Vietnam del Sur.

Estuvo dispuesto a absorber a 1 millón de muertos si podía infligir un décimo de esa cuenta de muertos sobre Estados Unidos. Hanoi razonó que Estados Unidos abandonaría la lucha antes de absorber pérdidas de seis cifras.

Un Irán nuclear significa que Israel enfrentará la amenaza de un Vietnam en su puerta, no a un océano de distancia. Si los representantes iraníes tales como Hezbolá están obrando bajo un paraguas nuclear iraní, entonces Israel tendrá que pensar bastante antes de responder enérgicamente a una provocación tal como soldados secuestrados o una andanada de misiles. Un recuerdo que Hezbolá carga desde la Segunda Guerra del Líbano fue el arrasamiento por parte de Israel de su bastión en Beirut, Dahiya. Si Irán se vuelve nuclear, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, estará envalentonado por el conocimiento que Israel no puede intensificar rápidamente, por temor a involucrarse en una guerra nuclear.

Esto es lo que traerá el marco de Obama, a pesar de las protestas de preocupación por Israel, el liderazgo israelí debe responder “Lo Miduvsheij Lo Mi’uktsej”: No queremos ni tu miel ni tu aguijón.

Amiel Ungar

Traducción: Marcela Lubczanski

Fuente: Haaretz