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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Cientos de personas participaron este domingo en Praga en una marcha contra el antisemitismo organizada por la Embajada Internacional Cristiana de Jerusalén. El encuentro, en el que también participaron estudiantes alemanes, concluyó con un programa cultural.

Bajo el lema de ‘Todos Somos Gente’, la asociación religiosa Embajada Internacional Cristiana de Jerusalén celebró este domingo en Praga una marcha contra el antisemitismo en la que participaron varios centeneras de personas, incluyendo políticos como el ministro de Cultural, Daniel Herman, el vicepresidente del Senado, Přemysl Sobotka, o el embajador israelí en Praga, Gary Koren.

La República Checa, donde recientemente hubo un primer ministro judío, no destaca por su antisemitismo. Aun así en 2014 se registró un incremento de las muestras de odio hacia esta etnia en Internet, como explica Eva Lorencová, de la comunidad judía de Praga.

“Es sobre todo del lado de los extremistas de derecha, que han trasladado parte de sus actividades a sus páginas web. Parece deberse a que están perdiendo parte de su capacidad de acción en la vida real y a que sufren disensiones internas. Así que se realizan con sus webs, y además Internet es accesible a todo el mundo. El problema es eliminar estas declaraciones, porque la mayor parte de las páginas webs están registradas en el extranjero y no podemos intervenir”.

Los participantes de la marcha salieron a las dos de la tarde desde la plaza Franz Kafka, desde donde se dirigieron al monumento a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial erigido en la plaza Palacký. Entre los presentes se encontraban estudiantes checos y alemanes que, gracias a la iniciativa ‘Los vecinos desaparecidos’ habían realizado una investigación sobre los judíos de sus poblaciones que fueron eliminados durante el exterminio nazi y que reivindicaron trayendo a la marcha sus fotografías.

El acto concluyó en los jardines de Valdštein, donde comenzó un programa cultural de acompañamiento. Los presentes asistieron a una dramatización del libro de Erika Bezdíčková ‘Mi Largo Silencio’ (‘Moje dlouhé mlčení’), y escucharon a dos supervivientes checos del Holocausto, Dagmar Lieblová y Toman Brod. Por la noche la jornada llegó a su fin con la actuación de una banda de jazz israelí.

Fuente:radio.cz