ELÍAS SANDLER ZACK PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Nací en Monterrey, Nuevo León y aquí he vivido la mayor parte de mi vida. Esta gran ciudad ofrece una calidad de vida como pocas en el mundo, ya que sin dejar de ser una metrópolis con todas las ventajas culturales y sociales, es un lugar cómodo, donde las distancias, e inclusive el trafico, -que ha empeorado mucho en los últimos años-, son todavía tolerables y permiten, en muchos casos, volver a casa a comer y hasta disfrutar de una pequeña siesta.

Shabbat Monterrey - Enlace Judio Mexico

Pero el tema que deseo compartir en realidad es: ¡Cómo se disfruta el Shabbat en Monterrey! Sean observantes o no, aquí, nuestro Shabbat , les da la oportunidad de acercarse a Di-s, y participar en una actividad social establecida hace más de 30 años; de hecho, es el evento mas consistente, exitoso, y concurrido que tenemos.

Les contaré cómo inició:

Cuando yo tenía 12 o 13 años de edad, el Sr. Joseph Attías, (que viva hasta 120 años primero Di-s), tomó sobre su responsabilidad y sin ninguna obligación ni remuneración, la labor de educar a los jóvenes para llegar a nuestro Bar Mitzvah mejor preparados y conociendo todo lo que ocurre durante el año judío. Para esto, debíamos asistir todos los sábados al Shul así como a todas las festividades. Él, personalmente nos enseñaba, guiaba, y corregía durante el servicio. Después nos llevaba a su casa para ofrecernos un pequeño desayuno y nos daba una clase complementaria.

Más tarde surgió la idea de ofrecer este desayuno en el Shul para todos los asistentes, y este Kidush poco a poco fue creciendo.

Hoy en día, para cada Shabbat se prepara suficiente comida para 120 o 130 personas y puede ser desde un tradicional y delicioso Cholent, hasta tacos, chilaquiles, quesadillas, bagels con Lox (salmón ahumado), etc.

Pero nuestro Kidush va más allá de todo eso, no es la comida lo que lo hace especial, sino ese momento mágico donde todos nos reunimos el último día de la semana. Allí pasamos un rato muy ameno en familia, porque así es: aquí todos somos una familia donde conversamos, bromeamos y disfrutamos de un convivio, ya que es, como lo mencioné antes, un momento mágico que todas las personas que asisten lo aprecian, sean o no observantes. Lo que importa es convivir, platicar de… futbol, trabajo, chistes, noticias, de nuestro día  día o cualquier tema que los asistentes deseen traer a la mesa.

Los sábados por la mañana se han convertido en un espacio de acercamiento a Di-s, y a la comunidad. Es un día que todos esperamos con ansias.

He tenido la suerte de poder visitar muchos lugares del mundo, y siempre busco a la comunidad y al Shul de la ciudad a la que acudo, y puedo decirles, sin miedo a equivocarme, que en ningún lugar hay un espacio igual. He visto mejores comidas, más gente, pero nunca la magia y la convivencia que tenemos aquí y esto confirman personas que han venido de visita y han estado un Shabbat con nosotros.

Cuando estoy fuera de Monterrey, extraño “mi Kidush”, y es como si algo me hiciese falta esa semana.

¡Pero la mejor opinión es la de ustedes! Los invito a pasar un Shabbat en Monterrey y convivir; les garantizo que querrán volver.

Este es uno de los muchos ejemplos de la vida judía que tenemos los “judíos entre las montañas”, título del libro de Meir Rapoport, que cuenta cómo nació esta comunidad, la cual es pequeña en tamaño, pero enorme como institución. ¡Los esperamos pronto!

Shabbat Shalom, desde Monterrey, “ciudad de las montañas”.