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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

La valla tendrá 168 kilómetros de longitud y se espera esté acabada para finales de año. Estará flanqueada por trincheras e incluirá cámaras de vigilancia.

Túnez está decidido a ganar la guerra al terrorismo que le ha golpeado fuerte en los dos recientes atentados que han dejado 60 muertes, la mayoría turistas. “Hemos iniciado la construcción de un muro y la excavación de una fosa a lo largo de toda la frontera con Libia“, decía el martes Habid Essid, primer Ministro de Túnez a la televisión nacional tunecina. Pero el proyecto se puso en marcha en abril tras el atentado del Museo Bardo -el 18 de marzo- que acabó con la vida de 22 personas y reivindicó el autoproclamado Estado Islámico.

Menos de un mes después del atentado -el 16 de abril-, el Ministro de Defensa, Farhat Horchani anunciaba en una rueda de prensa que Túnezya había construido dos kilómetros de los 168 previstos para el cinturón de seguridad que está levantando desde el puesto fronterizo de Ras Jedir al de Dehiba, en la frontera sur con Libia. Según la cartera de Defensa, el muro, que se ha convertido es su prioridad, estará terminado para finales de 2015 y tendrá un carácter “plenamente militar”.

El objetivo de esta “pared de barro”, como la definió Habib Essid, es, sobretodo, “evitar el contrabando de armas y la infiltración de terroristas”. Se refiere a frenar las fuentes de abastecimiento de armas para los grupos terroristas atrincherados en el cuartel general en el que se ha convertido el Monte Chaambi y las montañas de sus alrededores, situadas al noroeste de Túnez, en la frontera con Argelia. La región de Kasserine, que alberga estos gigantes montañosos convertidos en el campamento de miles de terroristas fue declarada zona militar en 2014.

El ministro de interior quiere frenar la entrada y salida de terroristas, ya que sospecha que Seifedin Rezgui, el estudiante de 23 años que mato a 38 turistas en la playa de Susa pudo haber sido entrenado en Libia junto a otros tres terroristas que han sido procesados por participar en este mismo atentado, tal y como dictó el portavoz del tribunal de Primera Instancia, Sofian Selliti. Según el ministro tunecino de Relaciones Institucionales y Sociedad civil, Kamel Yendub, Seifedin Rezgui, el terrorista abatido por la policía en el momento del atentado, no era un “lobo solitario”, como se pensó en el primer momento, “sino que formaba parte de una red de yihadistas” que podían haber cruzado a Libia para ser entrenados por los grupos terroristas del país afines al Estado Islámico y volver a entrar en Túnez para ejecutar los atentados.

Túnez, caldo de cultivo yihadista

Uno de los puntos calientes de la frontera en cuanto al tránsito de terrorista que salen de Túnez para viajar a Libia es la ciudad de Remana, a 78 kilómetros de Tataouine –dónde desaparecieron el lunes 33 extremistas religiosos de edades comprendidas entre 16 y 35 años-. En los últimos días 35 jóvenes han salido a Libia por esta localidad situada en la frontera sur de Túnez para alistarse a las tropas islámicas libias.

El Estado Islámico ha fundado tres provincias en Libia y unos 4.000 tunecinos integran sus tropas, entre ellos, el que era hasta hace unos días uno de los fugitivos más buscados de Túnez: Ahmed Ruisi -Abu Zakariya al Tunisi, por su nombre de guerra, que falleció este año en el campo del batalla.

Además, Túnez es el país que mas terroristas ha proporcionado al Estado Islámico en Siria e Irak. Entre 1.500 y 3000 tunecinos engordan las filas de la guerra santa, frente a los 1.500-2.500 que proceden de Arabia Saudí.

Cierre de mezquitas

El primer ministro tunecino también ha anunciado el cierre de todas las mezquitas que no estén bajo el control de Asuntos Exteriores como medida de prevención y seguridad frente al terrorismo. Anunció que serían 80 las mezquitas que no abrirían sus puertas, pero de momento solo ha cerrado 24.

También ha despedido a 15 cargos políticos y de seguridad por su poca profesionalidad en el atentado de Susa. “Es inaceptable que la policía se involucrase 20 minutos después del comienzo del ataque“, dijo Kamel Jendoubi, Ministro encargado de las relaciones con las instituciones constitucionales y de la sociedad civil durante una rueda de prensa el martes.

33 personas desaparecidas

Doce familias presentaron la denuncia de la desaparición de sus hijos a las autoridades esta semana, según ha comunicado el miércoles el Ministro de interior tunecino. Al parece 33 jóvenes de edades comprendidas entre 16 y 35 años desaparecieron el lunes por la noche en Remada, la localidad más meridional de Túnez en la frontera con Libia.

Según Interior, “entre ellos, hay una mujer, y la mayoría de ellos son extremistas religiosos“. El portavoz del Ministerio de Defensa, Belhassen Oueslati, informó sobre la presencia de militares en este grupo de desaparecidos. Dos de ellos estaban de permiso.

Según la agencia de noticias tunecina, “los familiares de los desaparecidos tienen miedo de que hayan cruzado ilegalmente la frontera con Libia para unirse a grupos armados“.

 

 

Fuente:elmundo.es