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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Médicos israelíes se han negado a alimentar por la fuerza al preso palestino Mohamed Alan, en huelga de hambre desde hace 56 días y que corre peligro de muerte, por considerarlo una forma de tortura y pese a la reciente aprobación de una ley que lo permite.

Alan fue trasladado ayer al Centro Médico Barzilai de Ashkelon (en el suroeste del país) después de que el hospital de Soroka de Bersheva, donde fue llevado en un primer momento, se negase a aplicar la alimentación forzosa, aprobada por el Parlamento el pasado julio y condenada con dureza por las asociaciones médicas, que han instado al personal sanitario a negarse a cumplirla.

Sin embargo, el director de Barzilai, Hezi Levy, decidió ayer secundar la decisión de sus compañeros de Bersheva y no permitir que se alimente al preso en contra de su voluntad mientras su vida no esté en inminente peligro, han informado este martes los medios israelíes.

La alimentación forzosa es una medida drástica que es incompatible con la ética médica. Cualquier tratamiento llevado a cabo sin el consentimiento del paciente debe reservarse para el caso de que haya un deterioro en su condición médica y una necesidad urgente para salvar la vida”, dijo en un comunicado, difundido hoy por el digital ‘Times of Israel’.

Asociación Médica de Israel ha repetido que no permitirá que se alimente a forzosamente a Alan y el director de su división Ética, Avinoam Reches, ha declarado que esa medida es “brutal, de fuerza e invasiva y puede matar al preso“.

El preso, de 31 años, abogado y vecino de la aldea de Einabus, al sur de Nablus (Cisjordania), se puso en huelga para exigir a Israel su puesta en libertad, tras permanecer arrestado desde el noviembre pasado bajo sospecha de militancia en la Yihad Islámica.

La ley que permite la alimentación forzosa fue aprobada a finales del mes pasado y ha sido recurrida por asociaciones médicas ante el Tribunal Supremo.

 

Fuente: elmundo.es