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Emily Ratajkowski es la chica del momento. Desde su impúdica actuación, que quitó el hipo a muchos, en el controvertido vídeo de Robin Thicke ‘Blurred Lines’, un fenómeno viral que desencadenó toda la gama de expresiones de asombro por su letra sugerente y su provocativa sexualidad, esta descarada joven de 24 años de edad está ahora considerada como una megaestrella del espectáculo.

 

PIERS MANNING

Pero no solo es una de las modelos-actrices más sensuales de Hollywood por obra y gracia de este vídeo. También por sus papeles en la película ‘Perdida’, de David Fincher -se estrena en España el próximo 10 de octubre-, y en Somos tus amigos -sin fecha de presentación todavía en nuestras pantallas-, con Zac Efron, por no hablar de la interpretación que hace de sí misma en la reciente película ‘El séquito’.

Sin embargo, Ratajkowski (pronúnciese ‘Ra-Ta-Kou-Ski’) sostiene que recibir portazos en las narices por parte de directores de casting sigue formando parte de su día a día. “Lo que creo es que ahora tengo muchas más oportunidades”, dice cuando me reúno con ella, guapísima, con una falda en color crema de punto y unas botas marrones altas hasta el muslo-, “pero eso no se traduce forzosamente en conseguir trabajo de verdad. En muchísimos casos al final no te dan el papel”.

A pesar de que ella diga esto, las cosas le están yendo viento en popa. Por supuesto, ha protagonizado las portadas de las revistas más importantes del mundo. En ‘Somos tus amigos’, además, nos impresiona en el papel de Sophie, una chica desilusionada con su cómoda existencia como amante de DJ James (Wes Bentley). Sin embargo, cuando se enfrenta a un joven colega, Cole (Zac Efron), la cosa se pone al rojo vivo y se ve inmersa en el centro de un intenso triángulo amoroso.

Prudente y respetuosa, Ratajkowski habla de este nuevo papel y de por qué actuar le resulta ahora más atrayente que trabajar como modelo. También recuerda cómo fue la audición con David Fincher y recuerda cómo odiaba en el instituto que solo le diesen papeles de animadora.

P. Has pasado 18 meses bastante enloquecidos.

R. De locura, extraordinarios, increíbles. Estoy súper agradecida.

P¿En algún momento pensaste que el vídeo de ‘Blurred Lines’ tendría un impacto tan enorme?

La verdad es que en aquel momento fue simplemente un trabajo más. Nunca pensé algo así como: ‘¡Esta es mi gran oportunidad!’. Ni por un momento se me pasó por la cabeza que fuera a tener las consecuencias que después se han visto. A ver, ¿quién puede predecir esas cosas? Pero menudo puntazo fue. Ya es bastante solo con ser testigo del carácter viral de un vídeo que hace explosión tan rápidamente, es todo un fenómeno de nuestro tiempo.

La ola de entusiasmo que lo rodeó fue abrumadora, de eso no cabe ninguna duda.Bueno, eso no fue gracias a mí (‘risas’). Mi actuación en el vídeo iba de pasarlo bien, de dejarse ir, de celebrar la sexualidad. Me sentí de lo más cómoda durante el rodaje, interpretando a unos amigos que pasan un rato juntos, bailando en su sala de estar.

P.¿Te gusta la canción del vídeo?

R.Muchísimo.

P.¿Qué haces cuando estás en un club nocturno y la pinchan?

Me voy al cuarto de baño y me escondo.

P¿Estás harta de que te pregunten por este tema?

R. No, en absoluto. Lo que sí me resulta extraño es que sea un trabajo que se hizo solamente en un día y que la gente siga preguntando por él. Yo no tuve nada que ver con la creación, con la composición de la canción. Eso es lo que me resulta más raro.

P. Pero fue decisivo para que te dieran tu papel en ‘Perdida’.

R.David Fincher te dirá que una cosa no tuvo nada que ver con la otra.

P.¿Siempre habías soñado con ser actriz?

R.Tanto ser modelo como actuar fueron siempre mis dos grandes objetivos, pero lo de interpretar lo siento desde que era pequeña como algo muy natural. Soy hija única, así que escenificaba interpretaciones para mis padres, les obligaba a sentarse, me ponía sombreros disparatados y echaba mucho dramatismo al asunto. Era muy teatrera. Trabajar como modelo fue lo que me ayudó a despegar, así que por eso seguí por ese camino. No me gustaban los ‘castings’ en el instituto. Me aburrí de optar siempre a los papeles de chica mala o de animadora.

P.¿Y ahora qué prefieres?

R. La gente sigue preguntándome: ‘¿Eres modelo o eres actriz?’ Y, la verdad, yo quiero ser la clase de persona que ves, Emily Ratajkowski en este proyecto, no simplemente esta modelo. Deseo seguir con ambas facetas, pero sí, la interpretación resulta más satisfactoria en el plano creativo. Se trata de escenificar, de asumir un personaje. Es algo más personal.

P.¿Dónde te ves dentro de cinco años?

R. ¿Quién sabe? Si alguien me hubiera preguntado hace ese mismo tiempo si iba a intervenir en una película de David Fincher, le habría dicho que si estaba de broma. Esa ha sido mi trayectoria. Fui a la universidad para estudiar arte y pensé que iba a ser artista, pero todo cambió… Así que no lo sé. Solo espero seguir trabajando y disfrutando de lo que me hace feliz.

P.¿Qué sensaciones te produjo interpretarte a ti misma en ‘El séquito’?

R. Eso fue un disparate. Interpretar una divertida versión ‘hollywoodiense’ de mí misma fue un honor y me lo pasé en grande. Me encantaba la serie de televisión en la que se basa, así que me sentía verdaderamente emocionada de formar parte de la película y de conducir por ahí un Aston Martin. Me sentía aterrorizada todo el tiempo por si le daba algún golpe. Aunque desde luego esta sea una imagen que no tiene nada que ver conmigo. Yo no soy así.

P.¿Cómo describiría la película ‘Somos tus amigos’?

R. Como la ‘Fiebre del sábado noche’ de nuestra generación (‘risas’). Es un drama que versa sobre lo que se siente al alcanzar la mayoría de edad y al verse inmerso en un triángulo amoroso. Resulta una de esas historias absorbentes sobre la necesidad de vivir los sueños, y muestra la lucha que significa hacerse adulto en estos tiempos en los que, en algún momento de la vida, el que más y el que menos se siente perdido, sin rumbo, y confía en sus amigos para orientarse. Eso es lo verdaderamente importante que ha de encontrar todo el mundo, el rumbo que quiere tomar, el control de su existencia.

P.¿Te sientes identificada?

R. La de esta película es una historia atemporal. Todo el mundo ha sido ese adolescente que quiere salir de fiesta por la gran ciudad una noche entre semana, todos hemos pasado por esa etapa. Yo al menos no era diferente, quería explorarlo todo y divertirme. El trabajo del director, Max Joseph, es increíble. Ya me había encantado ‘Mentiras en la red’ [el programa de telerrealidad en Estados Unidos que hacía él], que me pareció extraordinariamente absorbente y, si te metes en su página web te das cuenta de esa energía enfermiza que transmite. Y, por supuesto, quieres formar parte de eso a toda costa.

Más que nada, la cinta parece diversión a tope, una fiesta sin fin.

R. Nos lo pasamos de maravilla haciéndola durante seis semanas en Los Ángeles. Había un montón de gente emocionada por estar allí. Vamos a ver, contiene muchísimas escenas de fiesta, pero había también un pequeño grupo de personas trabajando en ella, y que realmente llegamos a congeniar. La diferencia de trabajar en esta cinta después de haber hecho Perdida es que daba la sensación de que estuviéramos haciendo una película independiente, porque en ese momento no teníamos distribuidora, y eso era bastante estresante. Las horas pasaban vertiginosamente, solía cambiarse cualquier detalle en el último minuto, al final fue una barbaridad de trabajo. Sin embargo, todo el mundo tiraba del carro, nos sentíamos parte de aquello al cien por cien, totalmente entregados. En mi caso, fue una verdadera experiencia de aprendizaje, me di cuenta de la cantidad de trabajo y colaboración que se necesita para hacer una película como esta. Realmente me encantó.

P. Sophie es sin duda algo más que simplemente la chica que se interpone entre los dos hombres.

R. Me encanta ese personaje. Es una combinación extraña entre la chica calentorra y la empollona…, la verdad es que no sé cómo describirla. Resulta un enigma, una persona que está buscando su lugar e intentando descubrir quién es. Ojalá se incluyeran en las películas más personajes de ese tipo, porque hay montones de mujeres jóvenes que se ven reflejadas en ellos: se trata de chicas que han dejado la universidad, que tratan de averiguar qué tipo de persona quieren ser, que disfrutan de una forma de vida cómoda con su novio, pero que saben que les falta algo y que toman la decisión de salir en busca de su identidad.

P.¿Tú fuiste una de ellas?

R.Sí, asistí a la universidad durante un año, la dejé para trabajar como modelo y a partir de ese momento me llevó un tiempo encontrar mi camino. Todavía estoy buscándolo (risas).

P.En la película llegas a tener una magnífica química con Zac Efron. ¿Cómo fue trabajar con él?

R.Es un chico de lo más agradable, tan simpático, tan inteligente, muy divertido. Simplemente, la cosa funcionó bastante bien, todo el mundo tuvo química con Zac en aquel rodaje.

P.¿Cuándo lo conocistes?

R.No fue durante la grabación. Primero hicimos una lectura previa en una reunión, no consistió más que en leer un par de escenas de la película, una cosa muy informal, y fue entonces cuando saltó la chispa. Todo salió muy bien.

Fuente:elmundo.es