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Teherán proporciona sus propias muestras de Parchin. La AIEA está complacida.

 

THE WALL STREET JOURNAL

La moda actual de la foto “selfie” tiene una nueva categoría con la noticia que se ha permitido a Irán auto-inspeccionar su presunto sitio nuclear en Parchin. La Agencia Internacional de Energía Atómica confirmó  que Irán había entregado muestras que los mismos iraníes habían recogido del sitio militar que no les ha sido permitido inspeccionar durante una década a los inspectores de la AIEA.

Los iraníes llevaron al director de la AIEA, Yukika Amano, en una visita supervisada a Parchin  y él se dijo bien complacido con lo que recibió su agencia. “La agencia puede confirmar la integridad del proceso de muestreo y la autenticidad de las muestras”, dijo  Amano.

Pero su autenticidad e integridad no son las cuestiones decisivas. Lo que importa es si ofrecen un cuadro completo del trabajo nuclear previo de Irán. En ese punto el Sr. Amano tiene que arreglárselas con lo que sea que le proporcione Irán. Él tampoco está a punto de decir que el proceso de auto-inspección que  respaldó hace poco ha producido resultados inadecuados -al menos no si quiere mantener su empleo.

Las selfies de Parchin son especialmente peligrosas porque es probable que establezcan un nuevo precedente en control de armas para inspeccionar sitios militares impugnados en el futuro.

Se han ido el tipo de inspecciones intrusivas que tuvo que tolerar incluso Saddam Hussein hasta que echó a los inspectores. Esta es ahora la época de la inspección ‘selfie’, cuando regímenes delincuentes ofrecen sus propias muestras, e inspectores a la distancia anuncian su gratitud por la cooperación.

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México