John-kerry_opt

El Secretario de Estado carga una brújula moral estadounidense muy rota.

DAVID M. WEINBERG

El Secretario de Estado John Kerry está prometiendo-amenazando volar aquí para tratar de encontrar “formas de reducir las tensiones entre israelíes y palestinos y luego comenzar a trabajar en colaboración, con esperanza, hacia una solución de dos estados.”
Bueno, caramba, no gracias.

Kerry y su jefe, el presidente estadounidense, Barack Obama, son responsables por dar forma al contexto inflamatorio general que ha engendrado la actual ola de terrorismo palestino contra Israel. Él y Obama son culpables de alentar al líder palestino Mahmoud Abbas en la campaña intensificada de este último de mentiras descaradas, confrontación violenta y ataque diplomático contra Israel.
Los israelíes estarían más felices de ver a Kerry aquí si él hubiese dicho algo como esto durante los últimos 10 días: “Estados Unidos condena en los términos más enérgicos posibles la reciente ola de ataques terroristas contra civiles israelíes que ha resultado en un número de muertes trágicas y daños. Nuestros pensamientos y plegarias están con las familias y amigos de las víctimas. Estamos profundamente preocupados por la incitación y la violencia que no hacen nada por hacer avanzar los intereses de paz, estabilidad y seguridad en la región.”
En cambio, Kerry dijo cruelmente que él no iba a “meterse asignando culpas por el ciclo de violencia en la región”, y que “ambas partes” estaban presentando “desafíos” a la solución de dos estados.
Los israelíes estarían más felices de ver a Kerry aquí si él hubiese dicho algo como esto hace poco: “No puede haber justificación para estos ataques palestinos, y nos continuaremos oponiendo a las campañas para debilitar la legitimidad de Israel o su derecho a defenderse frente al terrorismo.”
En su lugar, Kerry sugirió cobardemente que había justificación para los ataques palestinos, explicando: “Ustedes tienen esta violencia porque hay una frustración que está creciendo entre los palestinos que no ven ningún movimiento diplomático.” El portavoz de Kerry procedió luego en forma indignante a criticar el “uso de fuerza excesiva” (sic) por parte de Israel al responder al terrorismo palestino.
Los israelíes estarían más felices de ver a Kerry si él hubiese dicho algo como esto: “No toleraremos o acompañaremos el señalamiento de Israel como culpable en los problemas del Medio Oriente.
Tan sólo no es cierto y no es justificado. Mucho de ello tiene origen en el odio a Israel y en un antisemitismo no muy bien disfrazado.”
En cambio, Kerry colocó traicioneramente la culpa por los problemas actuales sobre Israel notando (falsamente) que “ha habido un incremento masivo en los asentamientos durante el curso de los últimos años.”
Sí, todo se debe a esos malditos asentamientos, vean. Los verdaderos culpables, cuando los palestinos apuñalan a muerte a los israelíes, son las personas expandiendo sus cocinas en Kedumim. Así que Kerry tan sólo no puede lograr expresarse en forma clara e inequívoca contra el asesinato de niños israelíes de 13 años de edad y mujeres israelíes de 70 años en las calles de Jerusalem.
De hecho, los asentamientos son tan dominantes en la mente corrompida de Kerry que está obligado a buscar equivalencias (in)morales cuando habla sobre terrorismo. Entonces, mientras expresaba suavemente desaprobación de la violencia árabe, el portavoz de Kerry se apresuró a
señalar en forma simultánea que el Departamento de Estado había revisado el apuñalamiento el 9 de octubre de cuatro hombres árabes en la ciudad israelí de Dimona y lo consideraba también “un acto de terrorismo.”
Los israelíes estarían más felices de ver a Kerry si él hubiese dicho algo con principios como esto: “Pensamos que las acciones unilaterales para tratar de obtener reconocimiento para un estado palestino son injustificadas.”
En su lugar, Kerry astutamente dejó que se sepa que Estados Unidos estaba “considerando el camino a seguir” en la ONU, queriendo significar que ya no puede oponerse más a las resoluciones que buscan forzar en forma unilateral la independencia palestina, ya sean presentadas por los franceses o los palestinos. Como advirtió oscuramente Obama más de un año atrás, se está volviendo “muy difícil” para Estados Unidos posicionarse con Israel en estos foros globales.
Dicho sea de paso, las cuatro declaraciones de apoyo para Israel citadas más arriba y que evitó Kerry, no son propaganda israelí. Son las citas exactas de los admirables primer ministro y ministro del exterior canadienses.
¡La brújula moral canadiense está funcionando bien! Es lo que esperas de un estadista imparcial y razonable. Es lo que esperas de los amigos verdaderos de Israel.
Si John Kerry fuera verdaderamente uno de los mejores amigos de Israel -como advierte en forma constante- debió haber hecho estos comentarios adicionales sobre la incitación palestina: “Los comentarios hechos por Mahmoud Abbas sugiriendo que ‘los pies sucios israelíes’ que están “profanando” el Monte del Templo son chocantes y ofensivos; como lo es su negación de los Templos de la Israel antigua como un hecho histórico.
Las acusaciones de Abbas respecto a que Israel está amenazando a la Mezquita Al Aqsa sobre Haram al-Sharif son falsas e incendiarias también.
“No podemos aceptar el discurso en el cual el Sr. Abbas dijo, ‘cada gota de sangre derramada en Jerusalem es sangre pura en tanto sea en el nombre de Ala’, y ‘Todo shahid estará en el cielo y toda persona herida será recompensada, por la voluntad de Ala.’ Estados Unidos tampoco puede aceptar los comentarios de Abbas elogiando el ‘heroísmo’ de un terrorista palestino que buscó asesinar a un activista de derechos humanos israelí.
Deben terminar los continuos pagos especiales de apoyo de la AP a las familias de los terroristas palestinos. Deben terminar los discursos y videos flagrantemente antisemitas en la televisión palestina.”
Pero por supuesto, Kerry ha estado absolutamente callado. Él no ha tenido ningún comentario sobre alguna de estas atrocidades palestinas.
Él no hizo ninguna de estas declaraciones críticas del radicalismo palestino.
¿Recuerdan cuando el Primer Ministro Benjamín Netanyahu planteó preocupación por la baja asistencia de votantes judíos y la alta asistencia de votantes árabes en el día de la elección israelí? Obama y Kerry enloquecieron. Ellos lo criticaron rápidamente y en voz alta como un racista, y durante días continuaron en forma vengativa acerca de cómo ellos “no olvidarían” ese comentario.
Ellos han arrojado este comentario a la cara de Netanyahu en forma repetida, y se lo recordaron a los periodistas en reuniones de información general en la Casa Blanca una docena de veces. Eso continúa colgando sobre las relaciones entre Washington y Jerusalem como una nube negra.
Esto muestra la forma perjudicial en que Obama y Kerry enfocan la escena israelí-palestina.
El John Kerry que no respalda a Israel en este momento de prueba es el mismo John Kerry que nos trajo el “no hay mejor acuerdo” con Irán. Es el mismo Kerry arrogante que ahora quiere impulsar un acuerdo peligroso para la retirada israelí de la Margen Occidental y Jerusalem oriental – lo que él insistirá es “el mejor acuerdo posible en los intereses de Israel.”
Y como hizo con respecto al acuerdo con Irán, Kerry atacará a cualquiera que se oponga a su acuerdo precipitado de la Margen Occidental como un belicista.
Hubo una época en que Israel podía confiar en Estados Unidos como su aliado definitivo, y como un intermediario sólidamente honesto en las crisis meso-orientales. Luego llegaron Obama y Kerry. Su gobierno es más problema que socio.
No necesitamos que John Kerry vuele hacia aquí con advertencias para Israel y recompensas para el extremismo palestino.

Kerry, quédate en casa.

Fuente: The Jerusalem Post

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México