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ALI ALFONEH

El despliegue del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) y sus milicias satélites chiíes en Siria ha salvado al régimen de Assad.

Al mismo tiempo, sin embargo, Siria está transformando al CGRI. Un sondeo de las bajas iraníes en combate en Siria muestra que una vez preocupado con el disenso interno, las minorías suníes rebeldes y el control fronterizo, se ha vuelto una fuerza expedicionaria.

La transformación del CGRI ha sido lenta y gradual. Cuando el General de División Mohammad-Ali Jafari fue nombrado comandante del CGRI en el 2007, hizo hincapié en la amenaza dual de una “revolución de terciopelo” local e intentos extranjeros por decapitar a Irán. Su respuesta fue la llamada “Doctrina Mosaico”, que incorporó a los paramilitares locales Basij dentro de las Fuerzas Terrestres del CGRI y descentralizó el cuerpo fortaleciendo a todos los 31 comandos regionales de la organización. Las operaciones más allá de las fronteras de Irán siguieron siendo el dominio del brazo externo de los Guardias, la Fuerza Quds de 15,000 integrantes.

Un creciente número de bajas de los Guardias en Siria, sin embargo, procede de las Fuerzas Terrestres del CGRI y no de la Fuerza Quds. De hecho, han habido 157 miembros del CGRI muertos en combate en Siria desde el 2013, incluyendo al General de Brigada Hossein Hamadani (el comandante del CGRI de más alto rango muerto en Siria), el General Hamid Mokhtarband (jefe de una brigada blindada de equipo de combate) y su jefe de estado mayor, Farshad Hassounizadeh.

El despliegue sirio está borrando rápidamente las diferencias entre las misiones de las Fuerzas Terrestres del CGRI y la Fuerza Quds, convirtiendo definitivamente a la Guardia entera en una fuerza expedicionaria. Esa transformación es un mal presagio para las esperanzas -arraigadas más en la aspiración que en alguna tendencia observable- que en el ambiente post -acuerdo nuclear, Teherán podría disminuir sus intervenciones a lo largo del Medio Oriente.

Fuente: Informe Político de la Fundación para la Defensa de las Democracias

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México