MORRIS STRAUCH PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MEXICO
Al final del Siglo 3 AC fue dividido el Imperio Macedonio de Alejandro Magno, los dominios de Grecia; la dinastía seléucida de Seleuco I Nicator – uno de los generales de A. Magno- tomó el control y expandió el imperio sobre Babilonia, Anatolia, Persia, Mesopotamia y gran parte de medio oriente, lo que ahora es: Israel, Líbano, Jordania, Siria, Turquía, Kuwait, Afganistán, Pakistán, Turkmenistán y noroeste de la India, formando el Imperio Seléucida, la segunda etapa del imperio griego. Su primer capital fue Seleucia, después cambió a Antioquía. El periodo de este imperio fue del 312 AC hasta el 63 AC. Gracias a Yehuda HaMacabi, יהודה המכבי, su familia y su limitado ejercito Macabeo, el Israel de esos tiempos, dividido en las regiones de Galilea, Samaria y Yehuda -Judea- tuvo varios años de libertad e independencia del Imperio Seléucida. A su final, ese imperio fue sucedido por el de Roma.
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En el pueblo de Modiin, en Judea, vivía un cohanim –sacerdote- llamado Matatiahu Cohen Ben Yohanán, conocido también como Matatiahu HaHashmonaí, por ser de la orden de los Hasmoneos. Sus hijos Eleazar, Shimón, Yehuda y Yonatán son mencionados en las escrituras bíblicas. En el 167 AC, Matatiahu, y sus hijos, organizaron una revuelta contra Antíoco IV Epífanes el gobernador seléucida, quien prohibió profesar el judaísmo en Jerusalem en el 175 AC.
En el 166 AC, en su lecho de muerte, Matatiahu, pidió que su tercer
hijo, Yehuda, lo sustituyera en el comando de la lucha contra los griegos y sirios, por sus cualidades militares. Por esa misma razón Yehuda recibió el sobrenombre de Macabi –macabeo. Se especula sobre el significado de la palabra: Del arameo maqqaba –martillo, makebet en hebreo- o del acrónimo Mi kamoja Ba’elím Adonai, ¿Quién entre los dioses es como tú Adonai?-, que usaba como grito de guerra en el combate; o por el acrónimo del nombre de su padre Matatiahu Cohen Ben Yohanán, entre otros. Después el seudónimo se extendió a sus hermanos y su ejército como Macabeos.
Inferiores en armamento y número, los Macabeos implementaron la guerra de guerrillas contra el ejército seléucida, así derrotaron a las fuerzas de Apolonio en Nahal el-Haramiah, donde Yehuda se quedó con la espada de Apolonio y la adoptó para pelear con ella. Después venció al ejército de Serón cerca de Bet-Horón, y al de Nicanor y Gorgias en Emaús. Más adelante el general Lisias, gobernador de Siria, atacó a los israelitas con un ejército mayor, pero después de años de lucha retrocedieron y estos pudieron recuperar el control de Jerusalem el 25 de Kislev -14 de diciembre- del 164 AC. Los Macabeos expulsaron a todas las fuerzas greco-sirias de Jerusalem, recobraron el Templo, y se pudo restablecer el servicio en él, encendiendo el candelabro con aceite suficiente para un día, sin embargo duró hasta ocho.
La restitución del templo se convirtió en una fiesta permanente que festejamos cada año: Hanuká חנוכה –dedicar. Curiosamente hace referencia al encendido de las luces en el templo y la duración milagrosa del mismo, en vez de conmemorar la derrota de los seléucidas en Jerusalem y la recuperación de la ciudad.
Pero la guerra estaba lejos de acabar, los seléucidas atacaron Galaad, el éste del Jordán, y Galilea. Shimón, el hermano de Yehuda contraatacó exitosamente con 3.000 hombres y los israelitas pudieron regresar al territorio de Judea. Yehuda HaMacabi y Yonatán rescataron a los judíos de Galaad y lo que ahora es Jordania. Recuperaron Hebrón y Maresha y vencieron a las fuerzas seléucidas estacionadas en Ashdod.
Google Maps. Como un 80% de esta sección de la Tierra correspondía al Imperio Seléucida. El recuadro de la foto: La ciudad de Modiin en la actualidad, Israel, año 5763-4 [2003]. Foto: Modi’in 02003 de Otto Magnus. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.
Más tarde los Macabeos sitiaron a las fuerzas seléucidas en Acra, un sector de Jerusalem, lo cual desató la respuesta de los ejércitos de Antíoco V Eupator y de Lisias, que sitiaron Bet-Zur y enfrentaron a los Macabeos en Bet-Zacarías, al sur de Belén. Ahí los seléucidas lograron su primera victoria importante sobre los Macabeos, haciéndolos retroceder a Jerusalem. Lisias sitió Jerusalem, que se encontraba bajo de reservas alimenticias en un año sin cultivos. Ante lo que parecía una rendición jerusalmita, los seleúcidas tuvieron que retirarse a punto de entrar en Jerusalem y tomar el poder, cuando su comandante en jefe, Felipe, se rebeló contra Lisias y Eupator y se dirigía a Antioquía para apoderarse del imperio. Lisias propuso una solución pacífica a finales del 163 AC, aceptada por los Macabeos, en la cual el control pasaba a los seléucidas sin que los hebreos perdieran libertad. Cuando acabaron los enfrentamientos, comenzaron las guerras intestinas, los griegos entre sí e igual los israelitas. En Jerusalem Menelao, el Sumo Sacerdote, fue ejecutado y remplazado por Alcimo, pero a su vez Alcimo asesinó sesenta sacerdotes que estaban en su contra, lo cual desató una persecución macabea sobre él. Alcimo tuvo que huir y pedir la ayuda de Demetrio, sobrino del fallecido Antíoco IV Epífanes; Demetrio, quien había tomado el poder en Siria, asesinando a Lisias y Antíoco Eupator, nombró a Alcimo como Sumo Sacerdote dándole protección militar en Judea bajo el ejército de Báquides. Los Macabeos salieron de Jerusalem adoptando de nuevo la guerra de guerrillas. El ejército seléucida tuvo que salir de Jerusalem también, para enfrentar una rebelión en Antioquía, lo cual permitió que Yehuda HaMacabi regresara a Jerusalem; pero el día 13 de Adar 161 AC fueron atacados por el ejército de Nicanor, proveniente de Siria, cerca de Adasa. Las fuerzas de Nicanor fueron doblegadas y él muerto en combate, esto forzó a Roma, que había tomado el control del imperio seléucida, a pactar con Yehuda, y éste selló el tratado de paz en nombre del pueblo de Israel.
Sin embargo Demetrio hizo caso omiso del Acuerdo entre Roma y Yehuda y en el año 160 AC mandó a Báquides con 20.000 tropas para enfrentar en Elasa a los poco más de 6000 macabeos. Ante la relación desproporcional de fuerzas los soldados de Yehuda HaMacabi comenzaron a retroceder, pero él y otros hombres, que no se atrevían a abandonarlo, se quedaron a combatir a Báquides. Intuyo que Yehuda vio ahí la oportunidad para morir en combate. Él y los que quedaron a su lado perdieron la vida; hasta ese día de su muerte, Yehuda HaMacabi siguió peleando con la espada de Apolonio, una forma de decirle al invasor que morirían por sus propias armas. Sus hermanos recuperaron su cuerpo y lo enterraron en el sepulcro familiar de Modiin. Yonatán y Shimon HaMacabim –los Macabeos- siguieron la lucha consiguiendo la independencia y libertad temporal, hasta que el imperio romano se apoderó de Judea, Samaria y Galilea para convertirlas en Palestina.
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