Assad y Rusia expanden su ataque sobre Aleppo mientras Kerry parlotea.

basharalassad2

THE WALL STREET JOURNAL

El Presidente Barack Obama y John Kerry son afortunados de que las primarias presidenciales estén ocupando la atención de Washington, porque de otra forma más personas podrían advertir la catástrofe humana y estratégica que se está desplegando en Siria. Incluso cuando el Secretario de Estado estuvo promoviendo las conversaciones de paz sirias en Ginebra la semana pasada, Bashar Assad, Rusia e Irán estuvieron expandiendo su sitio sangriento contra la oposición alrededor de Aleppo.

Las conversaciones de paz en Ginebra “fueron suspendidas” la semana pasada no mucho después de comenzar,  sin que esto fuera ninguna sorpresa. No había paz de la que hablar. Kerry no había insistido en un cese inmediato del fuego como una condición de las conversaciones, así que Assad usó la cobertura diplomática para aumentar su ataque contra la oposición suní moderada a su régimen alauita. Respaldadas por la fuerza aérea rusa, Hezbolá y tropas iraníes de élite, las fuerzas de al- Assad están tratando de eliminar lo que queda de la oposición que no es aliada del Estado Islámico o el Frente al-Nusra yihadista.

Su objetivo estratégico es recuperar la que una vez fue la capital comercial de Siria mientras labra una zona segura en el oeste de Siria para el control alauita. Bashar al- Assad quiere también cortar a la oposición el acceso a la costa del Mediterráneo tanto como a las áreas fronterizas con Turquía. El Ejército Libre Sirio ha utilizado esas áreas para reabastecimiento periódico y refugio.

Con la posición del Assad fortalecida, él y sus partidarios estarán felices de retornar a las conversaciones este mes en una posición mucho más fuerte. John Kerry, quien nunca ha prometido una concesión que no haría, ya ha concedido permitir un gobierno interino a formarse con Assad todavía en el poder. Bravo por la promesa de Obama en el 2011 de que al-Assad debería “hacerse a un lado.” Siria puede entonces conceder elecciones que pueda controlar el régimen.

El ataque de Assad está también acrecentando la tragedia humana de Siria. Tantos como 70,000 refugiados están hacinados junto a la frontera turca mientras huyen del bombardeo indiscriminado del régimen contra combatientes y civiles. Ankara ha proporcionado periódicamente refugio a los sirios durante los cinco años de la guerra civil, pero está bajo creciente presión por parte de la opinión pública local y Europa para detener el flujo humano.

El desastre sirio se está volviendo tan dolorosamente obvio que incluso los miembros pro-Obama del establishment de seguridad nacional están pidiendo que el Presidente dé de baja su política. Los diplomáticos veteranos Nicholas Burns y James Jeffrey escribieron la semana pasada en el Washington Post que la guerra siria “ha hecho metástasis en países vecinos y en el corazón de Europa. Esto podría desestabilizar al Medio Oriente por una generación.”.

El dúo pidió más ayuda de Estados Unidos para “las fuerzas moderadas suníes y kurdas” tanto como para “la creación de una zona segura en el norte de Siria para proteger a los civiles, junto con una zona de exclusión aérea para aplicarla.” Nos preguntamos dónde estaban estos tipos hace cinco años cuando nosotros y los Senadores John McCain y Lindsey Graham estuvimos pidiendo precisamente estas medidas, pero tal vez ellos pueden avergonzar a Kerry en la próxima reunión del Consejo sobre Relaciones Exteriores.

En otras noticias de Siria, John Kerry promocionó las contribuciones de EE.UU. en una conferencia de la ONU en Londres la semana pasada para fomentar el apoyo financiero para los refugiados, que totalizan un estimado de 11 millones durante la guerra civil,  además de más de 250,000 muertos. Estados Unidos ha prometido casi u$s1000 millones, tal vez el dinero pueda comprar más ataúdes.

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México