Brainsway es uno de los ejemplos de empresas de dispositivos médicos que, como mercado, alcanzarán un valor 1,600 mdd para 2018. Otras son: EarlySense y UpNRide.

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En un parque industrial en Jerusalén, una mujer israelí, con una chamarra blanca, une una bobina negra con la superficie de una cúpula de metal. Lo que hace es crear el interior de un casco que puede ayudar a tratar a millones de personas con depresión clínica. La máquina la fábrica Brainsway, una empresa de dispositivos médicos que cotiza en Tel Aviv, que tiene una capitalización de mercado de alrededor de 7,500 millones de dólares (mdd). Es pionera de un tratamiento conocido como “estimulación magnética transcraneal profunda”, usando un caso para apuntar los campos magnéticos a los tejidos del cerebro del paciente. Este puede dirigirse al sistema de recompensas en el cerebro, lo que ayuda a contrarrestar y aliviar los síntomas de la depresión.

A diferencia de otros tratamientos, como los medicamentos y la terapia electroconvulsiva, no hay efectos secundarios o dolor. El dispositivo se siente como un casco para andar en bicicleta y un pájaro carpintero golpeara la estructura.

“Es la primera vez en la neurociencia que tenemos una tecnología que influye de una manera no invasiva en las estructuras profundas del cerebro”, dice Ronen Segal, vicepresidente de investigación y desarrollo de Brainsway. “Los pacientes vienen a sesiones diarias de 20 minutos, cinco veces a la semana, durante un mes”.

Brainsway no es el único pionero en la medicina. Israel es el hogar de cerca de 700 empresas de dispositivos médicos, de acuerdo con los informes de los medios, y tiene la mayor cantidad de patentes de dispositivos médicos per cápita en el mundo. De acuerdo con Espicom Business Intelligence, se espera que el mercado israelí de dispositivos médicos alcance un valor 1,600 mdd en 2018, en comparación con 500 mdd en 2013.

“Lo que es único acerca de Israel es que está lleno de personas insatisfechas”, dice Yonathan Aldiri, un emprendedor serial que fue director de tecnología de Israel durante el gobierno del presidente Shimon Peres. Después fundó Healthy.io, un sistema que puede analizar las imágenes que se toman con un smartphone para ayudar a diagnosticar a los pacientes.

“Esto es propicio para la ciencia, porque tienes que desafiar su status quo, y la manera como se hacen los negocios, siempre lo desafiamos”.

Las principales empresas israelíes en el campo incluyen Given Imaging, los fabricantes de PillCam, una pequeña cápsula desechable que es una alternativa a la endoscopía.

Otro grupo es Itamar Medical, que desarrolló monitores para la yema de los dedos para tratar los trastornos del sueño y problemas cardíacos. Otra es UpNRide, una silla de ruedas vertical para cuadripléjicos, un proyecto que se desprendió de ReWalk, un dispositivo similar para parapléjicos.

A pesar del número de empresas en la escena, a Israel todavía le falta producir un gran líder mundial en dispositivos médicos que sea equivalente a Teva, el grupo farmacéutico israelí.

“¿Cómo tomas una gran idea y la conviertes en una gran compañía?”, pregunta Segal.

“Tenemos un Teva en el sector farmacéutico, pero no tenemos uno en dispositivos médicos. Tenemos el potencial, pero Brainsway tendrá que crecer para ser una empresa global, no una compañía israelí…(tenemos que aprender) que la forma en que vendes un tratamiento para la depresión en Japón es diferente de cómo lo vendes en EU”.

Parte del problema se debe a la fuerte regulación de tratamientos médicos a nivel mundial y la cantidad de tiempo que se requiere para desarrollar la tecnología médica.

Los largos tiempos de espera no funcionan para los grupos digitales de rápido movimiento en Israel, que suelen mantener bajos los costos y que a menudo se venden con el fin de hacer tener una “salida” rápida y rentable.

Uno de ellos espera convertirse en el último éxito es Avner Halperin, presidente ejecutivo de EarlySense, fabricante de unos sensores que cuando se colocan debajo de un colchón, le permite a los médicos y enfermeras monitorear de forma remota los signos vitales del paciente.

La compañía afirma que hasta el momento la información de los sensores ya ayudó a los médicos a salvar la vida de 300 personas y redujo en 20,000 los días de hospitalización.

Pero Halperin dice que es probable que la empresa de 11 años de antigüedad requiera una ronda adicional de financiamiento, para aumentar la suma de alrededor de 75 mdd que ya recaudaron de los inversores, antes de que pueda proponer su paso para hacerse pública.

“Sabemos que es un maratón”, dice Halperin deEarlySense. “En el mundo de la medicina, se requieren aproximadamente 10 y hasta 20 años para hacer un cambio real”. “Los israelíes quieren ver resultados inmediatos, pero a medida que la industria madura, estamos dispuestos a ser más pacientes y a seguirlos pasos que se necesitan para lograr que los dispositivos tecnológicos médicos lleguen al mercado”.

 

 

Fuente: milenio.com