Desde Israel acaba de llegar a México el primer Estimulador Transcraneal Magnético profundo (Deep TMS, como se le conoce) de última generación. La empresa Brainsway, que lo produce, tiene su sede en la ciudad de Jerusalem.
El neuropsiquiatra Edilberto Peña, del Instituto de Neurociencias Investigación y Desarrollo Emocional (INCIDE), concedió una extensa entrevista a Enlace Judío México donde nos explica esta novedosa tecnología que está ayudando a miles de personas en todo el mundo a vencer la depresión.
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En la entrevista, el médico aportó datos muy reveladores, como que entre 9 y 10% de la población del mundo sufre de depresión, y que está considerada como la enfermedad del siglo XXI, ya que es la enfermedad que más afecta la calidad de vida de las personas, aún más que los infartos cardiacos.
Una de las razones de que hoy en día se sepa más sobre este tema es que hay menos estigma sobre los padecimientos mentales y hay más información, pero también cada vez la gente está sometida a un mayor estrés.
Este novedoso tratamiento, que apenas está haciendo su entrada en el mundo de la medicina, es la tercera etapa en el tratamiento de la depresión, además de la psicoterapia y los medicamentos.
Este revolucionario tratamiento consta de 20 sesiones de 20 minutos cada una y tiene una efectividad de hasta 70%, contra la efectividad de entre 50 y 55% que tiene el tratamiento farmacológico, y además equivale a aproximadamente de un año de tratamiento de otro tipo.
La tecnología de Brainsway es la más innovadora, aunque hay otras marcas en el mercado, y los pulsos que producen las máquinas de procedencia israelí logran una penetración más profunda (hasta 5 cm) que las otras opciones que hay en el mercado (aproximadamente 3 cm.), lo cual las hace mucho más efectivas.
Además del tratamiento de la depresión, esta tecnología puede aplicarse al tratamiento del Trastorno Obsesivo Compulsivo, y se calcula que para 2020 exista la posibilidad de usarla como una de las herramientas en el tratamiento de las adicciones.
México es apenas el tercer país de Latinoamérica que cuenta con esta tecnología, después de Chile y Brasil; y esta es la única máquina en el país.
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