LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Hamás gobierna a casi dos millones de palestinos de la Franja de Gaza, tiene entre sus objetivos principales la destrucción de Israel y establecer en su territorio, comprendido entre el Río Jordán y el Mar Mediterráneo, un Califato en el que Jerusalén sería su capital.

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Hamás es un movimiento radical islámico sunní creado en 1987 como brazo de Hermandad Musulmana, fundada en 1928, para inculcar la Saharia (Ley Islámica) en las familias, la comunidad y el Estado; la Hermandad es conocida por actos de violencia política y busca hacer califatos de los países.

Hamás ha enfrentado a Israel en tres guerras, este último ha tomado la ofensiva en cada una de ellas para eliminar su infraestructura terrorista y su capacidad militar como respuesta al lanzamiento de cohetes y proyectiles de mortero contra objetivos civiles israelíes por parte de milicianos palestinos.

En el primer conflicto bélico entre Hamás y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), “Operación Plomo Fundido”, que se registró entre el 27 de diciembre del 2008 y el 18 de enero del 2009, periodo en el que Hamás lanzó más de 200 proyectiles hacia Israel; el saldo fue de 14 israelíes y 1,400 palestinos muertos. Asimismo, las edificaciones de la Franja de Gaza fueron seriamente dañadas.

En noviembre del 2012 las FDI llevaron a cabo una operación quirúrgica aérea de 8 días contra la Franja desde la cual Hamás lanzó 650 cohetes. En estas acciones denominadas “Pilar Defensivo”, murieron 6 israelíes y cerca de mil palestinos. No obstante el fracaso de Hamás en estas dos guerras, las FDI volvieron a realizar una ofensiva de mayor dimensión en el verano del 2014, “Muro Protector”, que duró 50 días; previo al conflicto y durante el mismo Hamás disparó más de 4,000 cohetes y misiles a objetivos civiles en Israel y estuvo a punto de que sus efectivos penetraran a Israel a través de una extensa red de túneles que había construido y que en buena medida fue destruido y una parte importante de Gaza fue devastada, en virtud de que Hamás utilizó hospitales, escuelas (incluyendo a varias de la ONU) viviendas, que fueron utilizadas como plataformas de lanzamiento de misiles; sin miramientos, colocó a personas como escudos humanos, hecho que fue calificado como crimen de guerra. Durante el “Muro Protector” se contabilizaron 2,273 muertes: 73 israelíes y 2,200 palestinos.

La guerra del verano del 2014 provocó un deterioro importante en el nivel de vida de los gazatíes; no obstante, el elevado costo en vidas y en términos económicos para Hamás de este último episodio bélico, la organización terrorista se está rearmando y excava nuevos túneles en su frontera con Israel y Egipto, ello ha sido posible por la reanudación de la ayuda económica y de armamento de Irán, la cual había prácticamente cesado a raíz de que Hamás apoyó a los rebeldes sirios en su lucha contra el presidente Bashar al Assad (BA), quien ha sido un viejo aliado de Irán. El Irán chiita ha reconsiderado su posición en relación al Hamás sunnita, quien junto con los terroristas de Hezbolá de Líbano representan aliados estratégicos para asfixiar a Israel por el Sur y el Norte y desafiar a los países sunnitas del Golfo Pérsico, particularmente Arabia Saudita, en la búsqueda de su hegemonía regional.

Por otra parte, un número creciente de palestinos de la Franja se han infiltrado a la Península del Sinaí en Egipto para unirse al Estado Islámico (EI) con quien comparten sus ideas fundamentalistas radicales. A pesar de que el Ejército de Egipto ha sellado cerca de 650 túneles que existían hace 3 años para conectar la Franja con Egipto y, de demoler cientos de viviendas alrededor de la frontera, aún están en operación entre 10 o 15 a través de los cuales Hamás y el EI realizan un extenso contrabando de armas, mercancías y personas. El EI se ha vuelto un “dolor de cabeza” para el Ejército de Egipto, quien permanentemente es atacado por sus terroristas.

La insurgencia yihadista comenzó a concentrarse en la Península del Sinaí después de la caída del expresidente Mubarak, en la segunda denominada Primavera Árabe del 2011 y siguió multiplicándose tras el derrocamiento del presidente Morsi en el 2013 y la dura campaña de contrainsurgencia de las fuerzas armadas egipcias contra los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes a los cuales pertenece Morsi. En este ámbito, el grupo yihadista Ansar Beit al Magdis, que apareció en septiembre del 2011, juró alianza al EI en noviembre del 2014 para convertirse en Walayat Sinaí. Sus blancos principales son las fuerzas armadas de seguridad de Egipto en el norte del Sinaí, posee alrededor de 1,000 a 1,500 combatientes. Este grupo ya ha realizado incursiones al otro lado de la frontera con Israel. La Península del Sinaí podría abrir un frente de guerra del EI contra Israel.