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LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Las organizaciones fundamentalistas islámicas ocupan en el presente los primeros sitios en actividades terroristas a nivel mundial. La Yihad, Guerra Santa que instrumentan estos grupos contra los infieles, cada día se radicalizan más ideológicamente; la intolerancia es absoluta contra los que no comulgan con sus ideas; sus estrictos fundamentos religiosos no siempre emanan de la Saharia, Ley Islámica, contenida en el Corán, su libro sagrado, frecuentemente los vinculan a intereses políticos de los líderes religiosos del Islam. Por otra parte, la violencia que ejercen contra sus “enemigos” se ha endurecido sensiblemente; realizan acciones verdaderamente inhumanas como decapitaciones, lapidaciones, juicios sumarios con condenas inmediatas de muerte para los culpables, que, generalmente son inocentes, y torturas, entre otras, que rayan en el genocidio de minorías étnicas o religiosas.

Para desplegar su fuerza los terroristas requieren de cuantiosos recursos financieros, que en buena medida son proporcionados por Estados islámicos, Irán, Qatar, Siria, Turquía y Arabia Saudita, entre otros; adicionalmente los obtienen a través de actos delictivos que realizan a la par de sus atentados: robos, extorsiones, secuestros, tráfico de drogas y de múltiples bienes e imposición de tributos. En este ámbito, Forbes Israel ha señalado que el primer sitio en poder financiero de las organizaciones terroristas lo ocupa el Estado Islámico (EI) que opera en Siria y parte de Irak y que tiene pretensiones de extenderse a través de la creación de su reciente Califato y dominar al mundo musulmán y partes de Europa. Sus ingresos anuales se estiman en 2,000 millones de dólares; el EI se ha apoderado de pozos petroleros en Irak y vende cuantiosos volúmenes de crudo a Turquía. El EI ha logrado difundir el terror a través de sus guerrillas en los territorios que ha conquistado; no obstante, diferentes analistas piensan que no existe certeza que este grupo podrá sobrevivir, en virtud de que aparentemente ha llegado a los límites de su poder en el Kurdistán Iraquí.

Forbes Israel considera que Hamas es la segunda organización terrorista islámica en cuanto a recursos financieros con ingresos de 1,000 millones de dólares anuales. Hamas llegó al poder en la Franja de Gaza en el 2005, transformándose paulatinamente “en una organización con un conglomerado financiero masivo y hasta la aparición del EI, el verano pasado; representaba la organización terrorista más rica del mundo”; de acuerdo a cálculos de Forbes Israel, Hamas controla entre el 10.0% y el 15.0% de la actividad económica de Gaza, lo que supone un monto de 3,000 millones de dólares.

Hamas ha establecido un arbitrario sistema impositivo a los habitantes de la Franja de Gaza, de aquí que “solo los que pagan impuestos aduanales tienen una oportunidad de sobrevivir en la Franja”. Para Forbes Israel, el renglón impositivo es la principal fuente de ingresos de Hamas; una segunda proviene de la red de túneles existente entre Egipto, Gaza e Israel a través de los cuales fluyen ilegalmente bienes de diferente índole, incluyendo armas, y personas. Hamas cobra una cuota de “peaje” por usar los túneles y grava todo lo que ingresa a los mismos. Por otra parte, Qatar se ha convertido en el principal apoyo financiero de Hamas vía la canalización de recursos a supuestas organizaciones no gubernamentales, ONG y diferentes sociedades benéficas (caridad).

En este contexto, es de sobra conocido que los líderes de Hamas se han convertido en auténticos millonarios en virtud de la sustracción de recursos públicos que Occidente transfiere a los palestinos para su desarrollo; los líderes también se benefician de los altamente rentables negocios que realizan del comercio de combustibles en el mercado negro de Egipto y del contrabando a través de los túneles mencionados anteriormente; en este sentido, surge la interrogación de ¿cuántos millones de dólares se robarán los líderes de Hamas de los más de 5,000 millones de dólares que Occidente transferirá para la reconstrucción de la Franja de Gaza, parcialmente destruida por las Fuerzas de Defensa de Israel el pasado verano? ¿Adicionalmente, cuantos recursos de este monto destinará Hamas a la restitución de su arsenal e infraestructura de guerra para iniciar un nuevo conflicto armado con Israel?

La erradicación de los terroristas, ahora “empoderados” por cuantiosos recursos, amenazan a Occidente y a los países moderados árabes; la negociación con estos grupos no es factible. En este entorno Mosab Hasan Yousef, hijo del Sheikh Hasan Yousef, el jefe de Hamas en Cisjordania, convertido al catolicismo y que fuera agente del Servicio de Seguridad de Israel (Shin Bet) considera que Hamas debe ser combatido desde su raíz, de una vez por todas, y este es el momento para lidiar con él militarmente en Gaza; “de reiniciar la guerra contra Hamas”, antes de que Hamas empiece, “no esperen a que llegue el verano para ser sorprendidos nuevamente”. El terrorismo no se puede erradicar con palabras; se requiere pagar un costo, menor al que significa el dejarlo actuar impunemente.