LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Armando Zayas

El pasado 14 de abril murió a los 86 años el director de orquesta Armando Zayas (AZ), padre de mi ex nuera Yanina; mi nieto Ari, de 12 años, es el vivo retrato de AZ. Lo traté poco, empero, me pareció una persona tranquila y agradable. AZ  egresó de la Escuela Nacional de Música de la UNAM y cursó estudios en el Conservatorio Nacional de Música del INBA, donde fue alumno de composición de los destacados maestros Blas Galindo, José Pablo y Rodolfo Halffter; asimismo, estudió composición y dirección de orquesta en Bruselas y París.

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AZ es considerado un personaje clave en el desarrollo de instituciones musicales como la Escuela Mixe, hoy Centro de Capacitación Musical, por la cual se le otorgó el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Asimismo,  en 1965 impulsó la fundación de la Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional, de la que fue su director artístico entre 1994 y 2003; también fue director titular de la orquesta de la UNAM, la Sinfónica del Conservatorio Nacional de Música y Típica de la Ciudad de México, así como director asistente de la Orquesta Sinfónica Nacional, entre otras importantes agrupaciones.

AZ fue director huésped habitual de las más importantes orquestas de México, Latinoamérica y Europa Oriental y compositor de varias obras de cámara, sinfonías, ballets y música electrónica. Su corpus musical (conjunto de materiales musicales) incluye numerosas grabaciones de compositores mexicanos, entre ellos el álbum doble 10 Compositores Mexicanos del Siglo XIX y XX con la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional. Fungió como director musical con el Ballet Folklórico de Guillermo Arriaga Fernández y el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández.

AZ fue un formador de nuevas generaciones de músicos y realizó una intensa labor de difusión de la música mexicana; hasta sus últimos días se desempeñó  como director artístico de la Orquesta Magdalena Contreras del Programa de Orquestas Juveniles y Coros de la Ciudad de México. AZ ha sido calificado como uno de los músicos mexicanos más completos académicamente y de mayor proyección internacional, de aquí que se desempeñara como Asesor Musical de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México desde agosto del 2013, con la responsabilidad de identificar las necesidades artísticas de sus agrupaciones musicales para lograr su desempeño.

Por la tarde del día de su fallecimiento, AZ recibió un homenaje de cuerpo presente en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY) en el que participó la Orquesta Juvenil del propio CCOY y la Orquesta Típica. Habrá homenajes adicionales. Lamento que por circunstancias familiares no haya tenido oportunidad de aprovechar los conocimientos y el talento de AZ.

¡Descanse en Paz!

 

Marianito Mores

El medio musical de Argentina también se cubrió de luto el pasado 13 de abril cuando murió a los 98 años Mariano Alberto Martínez, más conocido por su nombre artístico, Mariano Mores o Marianito Mores en sus primeros años, quien por primera vez se subió al escenario a los 14 años; fue pianista, compositor y director de orquesta de tango. Lo escuché por primera vez en Buenos Aires, cuando Iyo, primo de mi primera esposa, me invitó a escucharlo en un céntrico teatro de esa extraordinaria ciudad, creo que desde esa ocasión me convertí en un “fan” del tango y la milonga (género emparentado con el candombe, el tango y la habanera). Marianito, nacido en el ahora turístico barrio de San Telmo, en Buenos Aires, fue autor de varios tangos famosos entre los que se encuentran “Uno y Cafetín” de Buenos Aires (con Enrique Santos Discopulo), “Adiós Pampa Mía”, “Cuartito Azul”, “Taquito Militar”, “Tanguera”, “El Filurete”, “El Patio de la Morocha”, “Esta Tarde Gris”, “Gricel” y uno que junto con “Pampa Mía” figuran entre los diez tangos más difundidos en el mundo, por los que recibió 26 discos de oro y platino. Fue elegido por votación popular, realizada en el 2000, como el mejor compositor de tangos del siglo y su tema “Taquito Militar”, como la mejor milonga del siglo. A mí en particular me gusta más “Gricel”, compuesto en 1942 junto José María Contorsí, referido a un tema amoroso.

Su primera presentación fue en el café Vicente de la porteña avenida Corrientes y “no se bajó hasta el fin de su vida”. En 2008 ofreció dos conciertos bautizados “90 Años no es Nada” y en el 2012 dio su último recital en el Auditorio de Mar del Plata, donde traspasó la batuta a su nieto Gabriel; produjo una gran cantidad de revistas que combinaban la música, la danza y el teatro, su pasión por el tango se complementó con incursiones en el cine a fines de los cuarentas, cuando participó como músico y actor. Del cine pasó a la televisión y llegó a protagonizar la serie musical Mama Mía junto con la diva Mirtha Legrand. Entre sus formaciones musicales destacaron su Orquesta Lírica Popular creada en 1950 y su Sexteto Ritmo Moderno, varios de los integrantes de su familia se sumaron a su espectáculo conformado por un grupo familiar conocido como la Familia Mores. Marianito experimentó un fuerte golpe en su vida con la muerte en 1984 de su hijo Nito (miembro de la orquesta) a los 39 años, víctima de cáncer; desde ese año el pianista lo recordó en cada uno de sus espectáculos.

El año pasado, su nieto Gabriel protagonizó un homenaje a su abuelo en el bonaerense Teatro Colón. Marianito lo disfrutó en su domicilio, desde donde envió un saludo: “Buenas noches amigos de siempre. Les dejo mi corazón y quedan en compañía de mi orquesta”.

La violencia no mengua     

En la última reunión de APEIM (Asociación de Periodistas y Escritores Mexicanos) que se realizó el primer sábado de abril en un restaurante de la Colonia Polanco, en el que hemos sido atendidos por dos eficientes y amables meseros, uno de ellos no asistió porque fue asaltado días antes por cinco vándalos que lo dejaron al borde de la muerte; estuvo en coma durante varios días; ha tenido una leve recuperación, empero, no puede hablar y, obviamente está postrado en una cama en su hogar. ¿Qué le pudieron robar cuando se dirigía a su domicilio? ¿Por qué tanta saña de los asaltantes? Este es un caso de las múltiples situaciones de violencia que se viven en México.

A principios de marzo pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señaló que México atraviesa por una grave crisis de violencia y seguridad desde hace varios años, además de un nivel crítico de impunidad; advirtió que la práctica de la tortura es sistematizada y que hay evidencias de la “colusión entre fuerzas del Estado y el crimen organizado”.

La CIDH constató una profunda brecha entre el andamiaje legislativo y judicial, y la realidad cotidiana que viven millones de personas en el país en su acceso a la justicia y prevención del delito. Asimismo, la CIDH consignó que las autoridades han optado por incrementar el papel de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, lo cual ha desatado aún mayor violencia así como violaciones graves a los derechos humanos.

La reciente difusión de un video en el que elementos de la Policía Judicial y Militar torturaban a una mujer en Guerrero en febrero de 2015, llevó al Secretario de la Defensa Nacional a convocar a una reunión masiva de soldados en la que ofreció disculpas a la sociedad, como también lo hizo en otro ámbito el Comisionado Nacional de Seguridad. Ambos personajes calificaron los hechos presentados en el video como “intolerables, que ofenden a la ciudadanía y deshonran a las instituciones de seguridad”. No obstante que prometieron tomar medidas para que estos hechos no se repitan; la ciudadanía muestra apatía, porque la violencia y la impunidad son parte estructural de la descomposición social de México desde hace bastante tiempo. Restablecer el Estado de derecho en la República es vital para la paz social y la confianza ciudadana en las instituciones.