JONATHAN JONES

El ataque del ISIS contra Palmira no fue una fantasía contrafáctica. Ocurrió realmente.

Palmira-7486)

Si han sobrevivido en forma suficientemente reconocible trozos de mampostería y esculturas, puede de hecho ser posible volver a erigir partes de edificios o incluso estructuras enteras. Eso sería maravilloso. Por el otro lado, puede resultar ser más veraz exhibir los fragmentos en un museo construido especialmente.

La dura lección de tres siglos de arqueología moderna es que la sobrerestauración daña el pasado. Pompeya fue excavada por estudiosos sensibles que preservaron sus pinturas sin tocarlas en exceso, o “completar” las casas romanas. Por el contrario, el arqueólogo inglés Arthur Evans creó un extraño desorden en su arrogante sobre-restauración de Knosos en Creta.

La tentación de “arreglar” Palmira y hacerla ver como se veía a principios del 2015 es comprensible. Este lugar fascinante ha sido sometido a un embate bárbaro, dice el pensamiento. Seguramente debe ser como si el ISIS nunca hizo lo peor que pudo.

La historia no es así. El ataque del ISIS contra Palmira no fue una fantasía contrafáctica. Ocurrió realmente. Esta tragedia del siglo XXI es parte de la historia de Palmira ahora. Esto también debe ser preservado, en aras de la verdad y como una advertencia para el futuro.

Fuente: The Wall Street Journal

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México