GIULIO MEOTTI

Le importe a uno o no el estado de las iglesias de Bélgica, hay algo extrañamente profético en su abandono.

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – La Iglesia de Santa Catalina, construida en 1874, domina el centro histórico de Bruselas. Es el único edificio religioso construido en el “pentágono” de la ciudad al final del Antiguo Régimen y en la actualidad es una de las más protegidas en la capital de la Unión Europea después de los ataques terroristas.

La ciudad de Bruselas, sin embargo, había declarado su intención de convertir la iglesia en un mercado de frutas y verduras. Sólo la movilización de los fieles obstaculizó el plan de la ciudad.

Pero la Iglesia de Santa Catalina no es un caso raro en Bélgica: 90 iglesias están en peligro inminente en el país. Se espera que la Iglesia de Saint-Hubert en Watermael-Boitsfort albergue apartamentos, mientras que la Iglesia de la Sagrada Familia de Schaerbeek está a la espera de un posible inversor. Con la reducción radical de los fieles, muchas iglesias han sido abandonadas. 

En Malonne, la capilla de Piroy se ha transformado en una fábrica de cerveza.

En Namur, la Iglesia Saint-Jacques se transformó en una tienda de ropa.

En Tournai, la Iglesia de Santa Margarita se ha transformado en una serie de apartamentos.

También en Namur, la Iglesia de Notre Dame, construida en 1749 y desacralizada en 2004, ahora es un “espacio cultural”. La plaza será reconstruida, con servicio de venta de entradas y catering. Decenas de exposiciones, conciertos y espectáculos de moda ya se han llevado a cabo en la iglesia.

El periódico nacional La Libre revela el destino del cristianismo belga. La mitad de las iglesias del país están en riesgo de convertirse o ser abandonadas. 35 iglesias de 110 en Bruselas cerrarán dado que los practicantes cristianos son sólo el 1,5 por ciento de la población de la capital de la Unión Europea, de acuerdo con una encuesta de 2010 en la Universidad de Lovaina. 

El primero en romper el tabú, en 2008, fue Philip Heylen, vicealcalde de Amberes, que invitó a la ciudad a utilizar estas iglesias como lugares de culto islámicos. En Bruselas, cerca de la mitad de los niños en las escuelas estatales son musulmanes.

Ocho siglos después de su fundación, la Iglesia del Santísimo Sacramento en Binche, un majestuoso edificio en el corazón de una ciudad medieval a unos cincuenta kilómetros de Bruselas, fue puesta en venta por la suma simbólica de 1 euro. 

Mientras tanto, en Malinas, Flandes, un hotel de lujo ha surgido en el lugar de una iglesia gótica. Arcos cristianos, columnas y ventanas siguen todavía en su lugar entre los menús y mesas para los clientes. Una vez orgullo de la arquitectura gótica de Bélgica, el hotel se encuentra entre los cinco más bellos del mundo.

En el futuro Bélgica estará dominada por 295 mezquitas (77 sólo en Bruselas) y los edificios transparentes de la UE y la OTAN.

Las sinagogas judías, ahora protegidas como bases militares, también serán abandonadas dado que los judíos se van debido al antisemitismo.

Bruselas se ha convertido en una meca posmoderna para el Islam. 

Fuente: Arutz Sheva – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico