El próximo 24 de mayo, Irena Kirszenstein, mejor conocida como Irena Szewinska, cumplirá 70 años de edad. Pero, ¿quién era Irena?

ISAAC SHAMAH PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

A Irena se le considera hasta la fecha la mejor atleta judía que ha pisado el planeta tierra y es por esto que en Enlace Judío nos complace compartir su historia ahora que va a cumplir 70 años.

La historia de Irena comienza en la mitad de los 40’s, cuando sus padres se conocen en la que era la ciudad de Leningrado, hoy mejor conocida como San Petersburgo, Rusia; para esas fechas los padres de Irena eran estudiantes que provenían de distintos lados para buscar un mejor futuro, ya que tanto Varsovia como Kiev habían quedado en muy mal estado gracias a la Segunda Guerra Mundial.

Poco después de conocerse deciden comenzar una familia y tener a Irena, quien a pesar de haber nacido en Rusia es considera polaca, debido a que al poco tiempo de nacer su familia se mudó a Varsovia.

Desde niña, Irena se destacó como una gran atleta y con tan sólo 18 años participó en sus primeros Juegos Olímpicos, que tuvieron lugar en Tokio en el año de 1964, en dicha edición Irena tuvo un gran debut, ganando un oro en relevos de 100 metros (4 x 100) con el equipo polaco y dos platas, una en salto de longitud y la otra en los 200 metros planos.

Para 1965 Irena ya era una atleta con experiencia olímpica y para este año logró batir el record mundial en los 200 metros planos y empatar el record que existía en los 100 metros planos.

En 1967, Irena se casó con Janusz Szewińsky, quien previamente había sido su entrenador.

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La segunda Olimpiada de Irena fue en México en 1968, cuando ya era una de las atletas polacas más consolidadas y favorita en varias categorías. En la olimpiada de nuestro país Irena hizo valer su condición de favorita y ganó el oro en los 200 metros planos además de conseguir una medalla de bronce en los 100 metros.

Después de los Juegos Olímpicos del 68 la carrera de Irena entró en una curva descendente y consiguió pocos resultados positivos. Para la Olimpiada de Múnich de 1972, Irena sólo pudo conseguir un bronce en la categoría que muchos consideraban era su fuerte, los 200 metros planos.

A partir de la Olimpiada de Alemania muchos daban por acabada a Irena e incluso recibió muchos consejos sobre el retiro, sin embargo Irena no sólo no se retiró sino que volvió a conseguir el Record Mundial en los 200 metros planos y se comenzó a preparar en una nueva categoría: los 400 metros, en esta tuvo un éxito inmediato y se convirtió en la primer mujer que logró correrlos en menos de 50 segundos.

En 1976 Irena logró volver a ganar un oro olímpico en los 400 metros planos, para estas instancias muchos le recomendaban retirarse en la cima, pero su amor por el deporte la llevó a competir en unos juegos europeos más y llegar a las Olimpiadas de Moscú en 1980; para esta época Irena logró hacer una buena participación pero no pudo ganar más medallas.

Al terminar su carrera Irena tenía 7 medallas olímpicas, 12 medallas en campeonatos europeos, 6 records mundiales y era la única mujer en la historia en haber tenido los records de 100, 200 y 400 metros planos.

Años después de su retiro Irena fue inducida al Salón de la Fama de Atletismo y al Salón de la Fama Internacional del Deporte Judío.

En la actualidad, Irena es la presidenta de la federación polaca de atletismo, además de ser miembro del Comité Olímpico Internacional.